La empresa cordobesa que vende al mundo ropa y herramientas para combatir incendios forestales

CORDOBA.-Instalada en Alta Gracia (Córdoba), Inforest es la única empresa del país que fabrica equipamiento para la lucha y el combate de incendios forestales y de rescate. Nació en 2001 de la mano de Miguel Peláez, bombero desde los 14 años; ingresó como cadete al cuerpo de Alta Gracia en 1992 y a cuatro años después hizo sus primeras salidas. Comenzó a fabricar en el garaje de su casa; en una autopartista donde trabajaba le prestaban las máquinas.

La empresa, que durante un tiempo fue unipersonal, empezó a exportar en el 2004. La primera operación fue a Brasil y la venta surgió después del segundo Congreso de Incendios Forestales del Mercosur al que, con apoyo de información (no de recursos) de la agencia ProCórdoba, pudo asistir Peláez. El objetivo en la creación era salir al mundo en los primeros cinco años.

En la actualidad, venden equipos a casi toda Centroamérica y Sudamérica; Sudáfrica, Mozambique, Australia, Nueva Zelanda, casi toda Europa y Argelia. En la empresa se plantean incrementar 20% interanual las exportaciones.

Inforest abrió hace poco una oficina comercial en España. Elisa Cordi, esposa y socia de Peláez y él mismo cuentan a LA NACION que la decisión se fundamenta en que Sudamérica “mira mucho Europa al momento de comprar”, además de que esa posición geográfica les otorga facilita la distribución. Ya cerraron, desde allí, operaciones a Italia, Alemania, Grecia e Israel.

Allí se asociaron con un referente que ya conocían y que tiene expertise en incendios, pero no forestales. En España hay varios fabricantes y la cordobesa ya les vende equipamiento a los productores más grandes de camiones y autobombas: “No vamos directo a los clientes finales todavía. Necesitamos unos dos años antes de poder participar directamente en las licitaciones que hacen los Estados”, apunta Pelaez.

“Viajar, viajar y viajar -dice Cordi a la hora de definir la estrategia para exportar productos no tradicionales-. Estar en todas y cada una de las ferias que se hacen en el sector exponiendo, haciendo contacto con los distribuidores. Se invierte mucho tiempo en hacer esto. Claro que es fundamental tener un buen producto, sino no se genera interés. Es muy largo el camino que se hace”.

Pelaez complementa con que el local de la empresa es “la web, es el mundo”. La inversión en marketing, insiste, es “fundamental” y, en esa línea, reconoce el apoyo de ProCórdoba para la internacionalización de compañías. “Dan el aire para esas inversiones que, de otra manera, es muy difícil. Sino la costumbre es invertir en lo que tiene un retorno. Lo más valioso es nuestra marca. Asesoramos, explicamos, instrumentamos estrategias relacionales”.

En el mundo hay diferentes fabricantes que son la competencia de Inforest. El principal es una empresa española que fue clienta de la cordobesa y que, en la depresión española de 2004/05, hizo una copia de la mochila de agua en China y empezó a ampliar su mercado. Hay firmas especializadas en ropa y en herramientas, pocas son como la local que se encarga de “absolutamente todo” lo que necesita un brigadista.

Los clientes son gobiernos, cuerpos de bomberos, asociaciones civiles y hasta particulares dueños de campos que se equipan para cuidarlos y accionar en caso de fuego. El principal demandante en todo el mundo es el Estado. Inforest emplea 28 personas de manera directa y contrata servicios y oficios por fuera de la fábrica también.

El primer producto que hizo la empresa fue la mochila de agua que Pelaez había confeccionado para él y que llevó a La Pampa, donde fue a combatir incendios. Ahí le pidieron que participara en una licitación donde se compraban 100″. Lo distintivo del producto era su ergonomía, diferente al contenedor de plástico rígido que se usaba; carga hasta 20 litros y es más fácil de llevar.

Pelaez subraya que los dos años de demanda contenida por la pandemia fueron determinantes para que ahora haya crecido fuerte. Menciona, incluso, que a nivel global hay demoras de entrega de hasta dos años. También hay escasez de mano de obra.