Rally Dakar 2025: Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini, el matrimonio cordobés gritó campeón a pura emoción en Shubaytah

Se bajaron del Taurus con el que conquistaron el Rally Dakar 2025 y corrieron hacia el costado. Allí estaba Walter Cavigliasso, papá de Nicolás Cavigliasso, que los recibió con un fuerte abrazo a ambos. Las lágrimas caían ante un calor tan intenso que se sacaban antes de recorrer los rostros emocionados.

El desierto no solo intimida por su inmensidad y su misteriosa existencia. Es el marco de una competencia que suele ubicar en el abismo de los replanteos a todo competidor que no se sienta seguro de lo que hace.

El matrimonio Cavigliasso, conformado por Nicolás y Valentina Pertegarini, vivió un Dakar de sueños. Ganó en la categoría Challenger y ambos celebran diferentes conquistas, aunque compartan la misma medalla de la victoria.

Nicolás ganó otra vez un Dakar, pero en una categoría diferente. En 2019 lo había logrado en cuatriciclos, y ahora lo hace con un vehículo liviano. Son pocos los pilotos que obtuvieron semejante galardón. Stéphane Peterhansel o Nani Roma, en motos y en autos, por ejemplo.

Y Valentina, la navegante de esta exitosa pareja, que en 2024 se consagró campeona mundial, ahora celebra su primer Dakar como tripulante, ya que en el anterior de Nico era parte de su equipo y le pintaba las hojas de ruta al entonces novio.

“Un día más, un día más. Finalmente ya está, ya ganamos. Estamos muy felices. Todavía no caemos de todo esto. A festejar que la tenemos más que merecidos”, destacó Nicolás en el medio del tumulto por la victoria.

“Desde el primer día estábamos adelante en la clasificación general y eso genera una ansiedad difícil de manejar, queriendo que todo esto se termine de una vez por todas. Y ahora no lo podemos creer”, destacó el piloto de General Cabrera, provincia de Córdoba.

-¿Cómo fue esto de correr casi con el freno de mano puesto, para administrar la diferencia?

Nicolás: -Todos los días teníamos que bajar los decibeles, no es fácil regular. La clave fue la primera semana, la encaramos fuerte, con muy buen ritmo. Llegamos al día de descanso con 30 minutos de ventaja. Este año llegamos bien competitivos, con un equipo de primera, con los mecánicos y mi mejor navegante del mundo.

-¿Desde lo psicológico cómo se enfrenta un Dakar?

Nicolás: -Todos los días fueron complicados. Salís sabiendo que el Dakar te puede dejar afuera. Jamás subestimamos una etapa, ni en los tramos neutrales. Estuvimos muy atentos en cada momento.

Ambos se ríen casi como adolescentes cuando se les pregunta sobre la carrera. Los mismos que todos los días se levantaban a las 5.30 de la mañana en su Cabrera natal para entrenarse. O luego comandar sus tareas laborales, con la producción de maní o la cabaña ganadera.

Juntos también participaron de la gala anual de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), en Ruanda, junto con los grandes nombres de la Fórmula 1, por ejemplo, como Max Verstappen. “Me sacaba fotos con Charles Leclerc, que estaba solo. Y luego se apareció Lando Norris y otros, a los que también se sumaron para las fotos. Quedamos muy sorprendidos”, comentaba Valentina mientras se tocaba la medalla recientemente colgada.

También se lamentaban porque en este campamento de Shubaytah, en el “Empty Quarter”, no hay señal telefónica o datos. “Estamos incomunicados desde que llegamos al Empty Quarter. Se hizo difícil este cierre, sin comunicación con la familia”, se lamentó Nico.

-¿Cuál es la diferencia entre las dos victorias en el Dakar?

Nicolás: -Las dos son increíbles. En aquella corría solo pero tenía un gran equipo. Aquí es distinto. Valentina está en cada detalle arriba del auto y la verdad navega muy bien, no por nada es la campeona mundial de la especialidad.

-Valentina, ¿se sufre más abajo del cuatriciclo o ahora arriba del auto?

Valentina: -Cuando estaba abajo sufría mucho. Ahora hago cada kjilómetro y soy conciente de lo que estamos haciendo. Yo me transformé en campeona del mundo y Nico es uno de los pocos que ganó en dos categorías diferentes. Estos logros los obtuvimos juntos,

-¿Qué día Valentina fue clave en este Dakar?

Nicolás: -La etapa cuatro. Entramos en Alula con muchos cañadones, piedras. Era clave no perderse. veníamos tercero en la jornada y en tres kilómetros pasamos a ganar la etapa.

–¿Desde qué edad se conocen y en qué momento te convenciste de entrar a competir?

Valentina: -A los 10 años ya éramos noviecitos. Después estudiamos en escuelas secundarias distintas. Pero ya cuando él se iba a competir a los Estados Unidos, me tomaba un avión y lo acompañaba.

-Pero de ahí a competir y transformarse en campeona mundial…

Valentina: -Todo se dio de a poco. Siempre me interioricé en cada tarea vinculada con el equipo hasta que me subí al auto y empecé a navegar.

Cavigliasso ya conoce esto de ganar la carrera más extrema del planeta. Lo hizo en 2019, cuando el Dakar cerró en Perú. Allí Nico se consagraba en cuatriciclos. Por aquel entonces contaba con la amorosa asistencia de su novia, Valentina, que le marcaba con los colores la hoja de ruta que ajustaba en su cuatriciclo.

Cuando Nicolás subió al escenario, le pidió la mano a su novia y se declaró delante de todo el mundo. Entonces se casaron y convivieron también arriba de los autos, ya que ella pasó a ser su navegante.

“Ya tenemos casi 70.000 kilómetros arriba de vehículos de competición juntos. Empezamos a correr juntos en 2021, ya tenemos estos Dakar, más los campeonatos del mundo. Son muchas carreras las que tenemos encima”, explicó Valentina.

Por supuesto que todo tiene su costado de sacrificio. “Yo tengo una sobrina de dos años que nunca pude festejarle un cumpleaños, porque me encuentra acá en Arabia Saudita en la previa de un Dakar. Pero también sé que todo esto lo hago por mi familia”, admitió Valentina.

Anoche, en el equipo, Walter Cavigliasso, que acompañó durante todo el derrotero árabe a la tripulación argentina, no podía con sus nervios. Caminaba solo por el campamento, se acercaba a la sala de prensa a charlar con los argentinos. Y finalmente, antes de la medianoche, se acostó a dormir debajo del Taurus ganador. “En el automovilismo siempre hay fantasmas nocturnos a los que hay que evitar”, comentó de manera gráfica para indicar que custodió el vehículo casi como un Bulldog.

Historias del desierto. Esta vez, los Cavigliasso hicieron historia y ganaron en Challenger. Según ellos, es parte del comienzo de una historia larga, que parece que recién comienza… Y de la mejor manera.

En motos, el australiano Daniel Sanders, de KTM, se impuso en el Dakar 2025, por sobre el español Tosha Schareina (Honda), y el francés Adrien Van Beveren. El argentino Luciano Benavides (KTM) arribó en la cuarta posición.

“Me sentí muy bien en este Dakar. Creo que el cuarto puesto no demuestra lo bien que lo hice, especialmente en la segunda mitad de la carrera, en la que además gané una etapa abriendo pista. Ahora con estos muy buenos parciales, es probable que corra el Mundial W2RC. Veremos si en pocas semanas estaré en Abu Dhabi”, comentó Benavides.

En esa categoría otro argentino se destacó: el neuquino Santiago Rostan llegó en el puesto 40°, en su segundo Dakar. Fue de menor a mayor hasta consolidarse entre las máquinas de su disciplina..

En autos, en Ultimate, el piloto local Yasid Al Rajhi (Toyota) ganó el Dakar, en su tierra.. Más retrasados llegaron Henk Lattegan (Toyota), Mattias Ekstrom (Ford) y el qatarí Nasser Al Attiyah (Dacia). El argentino Juan Cruz Yacopini se ubicó en el séptimo lugar. “Estoy muy contento con la carrera que hice. casi sin errores, buena navegación y ritmo. Se siente que estoy solo en el equipo y en la categoría, ya que lamentablemente no participan otros argentinos. Ahora con estos resultados parciales probablemente participe del Mundial de la especialidad”, destacó el mendocino.