Vasco cabeza dura: a Iker Muniain no le importa la crisis de San Lorenzo y tiene más de un motivo para quedarse y dar pelea

Muchos cuervos se asustaron al no verlo en el primer día de pretemporada. ¿Dónde está? ¿Vuelve de España? ¿Sigue en San Lorenzo? ¿O aceptó la jugosa oferta de Botafogo? Las preguntas de los hinchas del Ciclón no tenían respuestas y puertas adentro del club a algunos también los empezaba a invadir alguna duda. Sin embargo, Iker Muniain volvió, se presentó al segundo día de preparación por un tema logístico, charló con Miguel Ángel Russo y se puso nuevamente al frente del plantel como capitán para encarar el 2025.

Sí, el vasco se queda en San Lorenzo a pesar de todo. A pesar de haber vivido un semestre muy intenso por las turbulencias cotidianas de la institución azulgrana, que se desangró entre las internas dirigenciales, los problemas económicos, el reclamo de los jugadores por las deudas, las desilusiones de un equipo que fue de mal en peor y hasta el apriete de la barra brava.

Al volante ofensivo de 32 años, que tiene vínculo firmado hasta el 31 de diciembre de 2025, no le intimidó el curso acelerado sobre cómo es el fútbol argentino que vivió en pocos meses de estadía. Nunca comunicó que no seguiría y dejó en claro después del primer amistoso de verano que el Ciclón disputó el pasado lunes ante Nacional, en el que Iker fue titular, que está enfocadísimo en San Lorenzo a pesar de haber sido tentado con suculentos contratos. Lo mismo ocurrió en la noche del jueves, ante Peñarol, en el estadio Campeón del Siglo.

“Aquí estoy, aquí estoy. Y estoy feliz de estar de nuevo, de afrontar lo que viene”, dijo Muniain y eso mismo es lo que repiten quienes están día a día cerca suyo en el club azul y rojo: que lo ven feliz, disfrutando a pleno y muy comprometido con todo y con todos.

Allí radica la clave del porqué desestimó el ofrecimiento de Botafogo, vigente campeón de la Copa Libertadores, que lo fue a buscar a fines de diciembre poniéndole sobre la mesa números mucho más elevados de los que recibe en Boedo. El vasco está cómodo en San Lorenzo y también en Buenos Aires y no tiene motivos para cambiar de lugar por ahora. Su novia, Ana Montoya, también está a gusto en el país, con algunos proyectos personales.

“Son gente muy seria, tanto Muniain como sus agentes. La relación entre el club y ellos es muy sincera”, cuentan en el Ciclón. De hecho, según supo Clarín, Muniain le comunicó a la dirigencia sobre todas las ofertas que le llegaron en el receso y dejó en claro que él no tenía intenciones de salir, pero que si el club lo creía conveniente por cuestiones económicas lo aceptaría. La premisa del presidente Marcelo Moretti y compañía siempre fue la de mantenerlo en el plantel.

A su vez, los directivos le avisaron que se vendría un semestre austero en cuanto al armado del equipo. Le aclararon que habría una reestructuración y que el objetivo era bajar la masa salarial por lo que habría salidas y no llegarían demasiados refuerzos. Y que se le daría lugar a varios juveniles. Muniain contestó que está familiarizado con esta situación puesto que Athletic de Bilbao, el club en el que se crió y jugó durante su carrera hasta antes de cruzar el Atlántico, tiene como ideología contratar solo futbolistas nacidos en el País Vasco y pregonar los valores de la cantera. Por lo cual, no se sintió desmotivado por esta cuestión.

Cuentan puertas adentro que es de los que más charla con los jóvenes. Por su personalidad amena y social entró rápidamente en el grupo a fuerza de bromas y una sonrisa siempre en el rostro. Quizá la llave que abrió el liderazgo positivo que supo construir en tan poco tiempo radica en que no tiene aires de divo ni hace pesar su estirpe europea en ningún momento. Por el contrario, es él quien se adapta a las costumbres argentinas. Ya es uno más en las rondas de mates, por ejemplo.

Iker Muniain y Miguel Angel Russo, capitán y DT de San Lorenzo. Foto: San Lorenzo

Desde esta pretemporada, en la concentración no tiene una habitación individual, sino que la comparte, como el resto, con un compañero. Eso sí, cuando le preguntaron con quien le gustaría estar nombró a Ezequiel Cerutti, uno de sus más compinches en el vestuario. Y está siempre dispuesto a realizar acciones institucionales, como charlas con chicos de la pensión o capitanes de otras disciplinas, o como el simpático video que protagonizó en las redes sociales del club en el que muestra la intimidad de la pretemporada.

Enamorado de la Argentina

Iker disfruta del fútbol argentino y de la Argentina y sus pequeños tesoros. La gastronomía y la calidez de la gente no dejan de enamorarlo, al igual que la pasión con la que se vive cada partido. También fue importante para su continuidad el fuerte vínculo que tiene con los fanáticos cuervos, que lo aplauden y lo reconocen. Quiere más de eso por un tiempo más.

La relación con Russo también es fundamental. El técnico le habla permanentemente. “Sé las ofertas que tuvo y él decidió quedarse. Para mí es importante alguien que pase por esas cosas y diga ‘yo me quedo’, porque te marca algo distinto. Lo valoro y lo considero muchísimo”, contó el DT hace poco.

Miguel confió en él para darle la cinta y lo ve y lo siente cada día más líder en el vestuario, no solamente para estar atento a cualquier problema que haya que resolver o a hacer valer su rol dentro del campo de juego, sino también para arengar y motivar al resto hacia una mentalidad ganadora. Es común, dicen, escucharlo preguntarle a algún compañero “¿tú hace cuánto estás en el club? ¿Y qué esperas para salir campeón?”, a modo de inyección anímica.

Otro factor que no puede ignorarse es que la nueva marca de indumentaria que vestirá a San Lorenzo a partir de este año, Atomik, desembolsó gran parte del dinero para traer a Muniain. Iker lo sabe y, más allá de que no tenga un lazo contractual con esta firma argentina ya que él es un hombre de adidas, entiende que la marca buscará recuperar algo de la inversión con la venta de la camiseta número ’10’ con su nombre en el dorso. De hecho, el español encabezará el acto de lanzamiento de los nuevos modelos de casaca que será el próximo martes.

Así, involucrado dentro y fuera de la cancha, Iker Muniain seguirá en el fútbol argentino al menos hasta junio, momento en el que cuenta con una cláusula de salida en caso de querer emigrar antes de fin de año. Por lo pronto, es un cuervo más y lo vive como tal.

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