La economía dio pasos hacia la estabilización en las últimas semanas, en especial con la decisión de bajar el ritmo de devaluación al 1% mensual desde el mes próximo, como informó el Banco Central (BCRA).
Este movimiento, acompañado de una inflación que cerró 2024 en un 2,7% mensual, consolida la intención del Gobierno de afianzar el ancla cambiaria y fortalecer el atractivo del carry trade; es decir, el hecho de obtener rendimientos comparativamente altos en pesos para luego comprar dólares. Sin embargo, estas medidas también plantean preguntas sobre su sostenibilidad.
David Berisso, head Sales Trader de Balanz, explica que, aunque las tasas implícitas de devaluación mensual ya habían caído por debajo del 2%, el crawling peg (microdevaluaciones) reducido establece un nuevo piso en los futuros de dólar del 1,7% por mes. Esto genera un margen favorable para el carry trade, porque quien apueste al dólar futuro obtendría un rendimiento anual en niveles del 23%, pero quien se incline por una Lecap, alcanzaría un 29%.
“Este diferencial, más la unificación de tipos de cambio, refuerza el atractivo de instrumentos en pesos, especialmente para inversores con perfil conservador”, destaca Berisso. Además, para quienes buscan una mayor protección contra la inflación, las Lecer de corto plazo resultan una opción viable, ya que arbitran contra la inflación proyectada a tres meses.
Pedro Morini, strategy Team Leader en PPI, agrega que si bien la baja del crawling peg ya fue anunciada, su implementación efectiva en febrero deja en suspenso las decisiones del BCRA con respecto a las tasas. “La ausencia o retraso en una definición sorprendió a buena parte del mercado, que esperaba que la reducción del crawling peg viniera acompañada de un descenso en las tasas”, explica Morini.
Hasta entonces, la tasa de política monetaria (Lefi) se mantiene en 32% TNA (37,69% TEA). Para los inversores, se sugiere posicionarse en la parte media de la curva de Lecap, donde el impacto de una baja de tasas es menor y se mitiga parte de la volatilidad frente a instrumentos más largos como los Boncap.
Berisso detalla que las Lecap con vencimiento entre marzo y agosto son particularmente atractivas, con tasas efectivas mensuales promedio de 2,3%. Estas alternativas permiten a los inversores beneficiarse de tasas competitivas mientras el BCRA mantiene la estabilidad del tipo de cambio. Sin embargo, la pregunta sobre la sostenibilidad de estas estrategias persiste.
A pesar de estas oportunidades, el contexto económico plantea retos. Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, señala que “el carry trade todavía seguirá, aunque en menor volumen, hasta que el BCRA reduzca las tasas”. Con la devaluación anual estimada, el atractivo para los inversores se mantiene.
Aunque las expectativas del REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado, elaborador por el BCRA) proyectan una inflación descendente, con un 26% para 2025 y cifras aún más bajas en los años siguientes, una eventual baja de los dólares financieros podría plantear nuevos desafíos para esta estrategia. “La contracara de la baja de tasas es la apreciación cambiaria, que ya se ha reflejado en una reducción del dólar Bolsa desde $1300 hasta $1100”, advierte Lazzati.
El BCRA también ha intensificado su intervención en el mercado cambiario para contener la volatilidad. Según datos presentados por Vladimir Werning, vicepresidente de la entidad, se destinaron más de US$1600 millones desde julio de 2024 para la compra de bonos en el mercado secundario, de los cuales US$619 millones se utilizaron solo en las primeras dos semanas de enero de 2025.
Estas operaciones contribuyeron a estabilizar los dólares financieros, que cerraron la semana pasada en $1167 para el MEP y $1190 para el CCL, manteniendo brechas cambiarias del 12% y 14%, respectivamente.
Por Tomás Alejandro Giancola
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