Tras una caída en diciembre, vaticinan una recuperación del mercado de campos para el 2025

El mercado inmobiliario rural cerró el 2024 con una tendencia alcista en la actividad, a pesar de la baja importante del último mes del año. Además, se produjo una fuerte desaceleración en el mercado de campos, con una reducción significativa en la cantidad de propiedades disponibles y en los negocios realizados.

El último mes del año estuvo marcado por una disminución en la actividad del mercado de los campos, que respondió a la merma estacional habitual, exacerbada por la presencia de cuatro feriados en días laborales, como Navidad y Año Nuevo, que afectaron el ritmo de las operaciones.

A pesar de esto, Abel Real, presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), destacó que el interés por la compra de campos sigue siendo sólido, aunque el clima juega un rol decisivo en las operaciones ya que fenómenos como sequías, excesos hídricos o incendios afectan tanto la productividad de la tierra como las expectativas de los compradores sobre su rentabilidad.

A su vez, sostuvo que existe un mercado dinámico, con un flujo constante de interesados que buscan evaluar opciones y explorar oportunidades, lo cual representa una señal positiva para el sector. En este sentido, señaló que el mercado parece haber alcanzado un punto de equilibrio tras un período de desacuerdo entre los precios pretendidos por los vendedores y lo que los compradores estaban dispuestos a pagar.

“Los compradores empezaron a convalidar los valores que se venían pidiendo desde hace dos años a este momento, donde la brecha entre lo pretendido por los compradores se fue comenzando a convalidar, dentro de los valores lógicos de tasación”, dijo el presidente de CAIR en diálogo con LA NACION.

El último Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (Incair) de CAIR, marcó un registro de 49,69 puntos, lo que indica una fuerte tendencia de aumento, en especial cuando se compara con el año anterior.

A partir de diciembre de 2023, hubo un fuerte crecimiento en el mercado inmobiliario rural hasta abril de 2024, donde el InCAIR fue de 31,89 puntos. Esto reflejó una “significativa suba del 39%, respecto del mes anterior”, aunque en el momento remarcaron que la actividad sigue siendo un 7,4% inferior al promedio de los últimos cinco años para el mismo período. Hacia finales de año, en especial en octubre, el mercado volvió a experimentar un pico, el cual decayó en diciembre.

Cabe mencionar que la base del InCair es de 97,5 puntos, que corresponde en forma histórica a su pico máximo registrado en septiembre del año 2011. Esa base se conforma de acuerdo a resultados de la encuesta mensual de actividad efectuada “entre socios de todo el país, a la cantidad de avisos publicitarios de campos en venta o alquiler en los principales medios gráficos de tirada nacional y de anunciantes en su web, a operaciones rurales realizadas en el periodo analizado, a búsquedas y consultas efectuadas por inversores también en su web y a cantidad de avisos comerciales en las principales plazas del interior del país”, explicó CAIR.

El año cierra con una tendencia alcista en la actividad a pesar de la baja importante del mes de diciembre.

Para el 2025, Real afirmó que espera que las perspectivas del mercado sean positivas y sostenibles: “Los valores de los campos se han ido recuperando gradualmente, lo que genera optimismo en el sector”, dijo. Sin embargo, señaló que para consolidar esta recuperación, sería fundamental avanzar en medidas como la quita de retenciones y garantizar una mayor estabilidad frente a posibles desastres climáticos.

“Insisto, la demanda está firme”, continuó. Así, se espera que la demanda de tierras se mantenga firme, en especial en campos ganaderos, que en los últimos años han mostrado “muy buenas perspectivas” debido al crecimiento y a la rentabilidad del sector.

A este dato, el presidente de CAIR agregó que la mayor demanda se concentra en campos agrícolas, particularmente en la zona núcleo, donde las tierras disponibles son escasas y la competencia por adquirirlas es alta. Esta situación, impulsada por el interés de productores e inversores, podría generar un aumento en los valores de estas propiedades.

En cuanto a la coyuntura internacional de la caída del precio de los granos, Real trajo calma al sector inmobiliario. Afirmó que la baja de precios de los granos no desincentiva la compra de hectáreas, debido a que los productores agropecuarios mantienen su interés en tierras como inversión estratégica. Sin embargo, sí influye en las expectativas de valores futuros, con los diversos sectores atentos a factores como el clima y la oferta global, que podrían generar repuntes en los precios a mediano plazo.

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