Kicillof busca fortalecer su armado anti Milei en medio de las tensiones internas con Cristina

Axel Kicillof busca profundizar su armado “anti Milei o anti Gobierno” como parte de un proceso que apunta a instalarlo como una opción a nivel nacional. Y en ese contexto, el gobernador bonaerense se prepara para encabezar un acto convocado para el 8 de febrero en Mar del Plata, que también servirá para medir fuerzas en medio de la interna que mantiene con Cristina Kirchner.

“Axel ya decidió tener autonomía de la conducción de Cristina”, apunó a Clarín un importante dirigente que trabaja en el plan para instalar al gobernador como la alternativa al modelo libertario y dejar atrás la etapa del kirchnerismo. Sin embargo, desde el entorno de Kicillof aclaran que “respeta y comparte un mismo espacio” con la ex presidenta, aunque remarcan que es “defendiendo los términos para consolidar su liderazgo en la provincia de Buenos Aires”.

Las tensiones entre ambos se mantienen latentes desde el acto por el Día de Lealtad del pasado 17 de octubre que Kicillof encabezó en Berisso y el mensaje posterior defendiendo en ese momento las aspiraciones de Ricardo Quintela de ir por la conducción del PJ. Pese a esas maniobras que pusieron al descubierto la crisis, en el entorno del gobernador entienden que “Cristina no tiene mucho para cuestionar porque lo que se busca es consolidar el gobierno de la Provincia y la lucha contra Milei”.

En este sentido, el kicillofismo se muestra pragmático y remarca que “no hay crítica, ni reproche” hacia la ex presidenta y actual titular del PJ nacional, pero guardan alguna esperanza de que la líder acompañe al gobernador, enfrentado con Máximo Kirchner, quien pretende mantener el control del armado bonaerense desde el PJ provincial. Sin embargo advirtieron que “si Cristina decide no acompañar es difícil que pueda expresar un cuestionamiento”.

El plan para fortalecer la figura de Kicillof es comandado por el subsecretario de Economía Popular, Daniel Menéndez; junto a los ministros de Desarrollo de la Comunidad, Andrés “Cuervo” Larroque; y de Gobierno, Carlos Bianco. Los tres funcionarios apalancan la campaña “El futuro es Axel” que se lanzó el 9 de enero en Mar del Plata y que apuran instalar en todo el territorio bonaerense con la intención de darle músculo político al gobernador.

El 15 de febrero Kicillof tiene previsto ir a Junín y el 22 se presentará en San Nicolás como parte de una gira por la provincia que su entorno le organizó para robustecer su figura a nivel nacional. Aunque el test principal para medir el potencial del gobernador lo marcará el impacto que tendrá el desdoblamiento de las elecciones nacionales y provinciales, cuya resolución quedó pendiente a la espera de lo que el Congreso decida con el proyecto de eliminación de las PASO, que podría ser el disparador para acentuar la crisis en el peronismo.

Con el desdoblamiento, Kicillof pretende sumar el apoyo de los intendentes y así evitar que sea Máximo Kirchner el armador de las listas de candidatos a legisladores nacionales y provinciales. Pero el jefe de La Cámpora sospecha que si van separados los comicios, los jefes comunales podrían restarle apoyo a la campaña para diputados nacionales.

Cristina envió señales al gobernador con el objetivo de alcanzar la unidad del peronismo no sólo al ordenar que le aprueben el Presupuesto a Kicillof sino también a plantear sus dudas sobre la eliminación de las PASO. Para la ex presidenta, las primarias podrían ser la vía para incluirlo dentro del PJ.

Mientras este capítulo sigue sin resolverse, Cristina, que estuvo de vacaciones en Monte Hermoso, aún no definió una agenda de actividades para los próximos días aunque ya había anunciado su intención de viajar a Corrientes el 9 de marzo cuando se hagan las elecciones internas del PJ y se defina el candidato a gobernador, en una provincia donde el partido está intervenido desde hace 4 años.

Sin embargo, la interna del PJ sigue casi en el mismo escenario del momento en que el gobernador Ricardo Quintela desafió a Cristina por la presidencia del partido. Incluso aún está pendiente una reunión entre la ex presidenta y el gobernador de La Rioja, que también dejó trascender que hará una recorrida en todo el país. Por ahora descartan que pueda haber una reunión entre ellos para limar las diferencias.

Quintela bajó un poco el perfil pero mira de reojo la interna de Buenos Aires. Al parecer al riojano le preocupa que no se aclaren las tensiones entre Kicillof y Cristina porque entiende que quiera o no esa situación permea al interior del país. “Esa coyuntura puede ser peligrosa para el resto de los compañeros que buscamos una alternativa al kirchnerismo”, señaló a este diario un operador del gobernador.

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