Alrededor de US$10.000 millones de ganancias de empresas estarían “atrapados” en el cepo

El presidente Javier Milei volvió a ratificar la semana pasada que este año habrá una “salida definitiva del cepo cambiario”, que es el escollo económico más importante que todavía falta resolver. Uno de los principales interesados en una quita de las restricciones son las empresas multinacionales, que tienen dificultades desde 2019 para girar las ganancias que obtienen a sus casas matrices. Según estimaciones privadas, en total habría alrededor de US$10.000 millones de dividendos “atrapados” en el país.

El cálculo lo realizó la consultora Fundación Capital, fundada por el expresidente del Banco Central (BCRA) Martín Redrado, basándose en un relevamiento que hicieron entre las empresas multinacionales.

En otras consultoras creen que el número no es “descabellado” y que coincide con las conversaciones que tiene cada una con sus clientes. “Hay muchas compañías internacionales que, cuando les preguntamos al CFO [director de finanzas], nos dice que si se abre el cepo y les dejan girar dividendos, desde las casas matrices les piden que envíen todo y que después se charla [la posibilidad de reinvertir]. Pero es difícil de cuantificar porque en el medio estuvo la emisión de Bopreal y no sabemos quién compró”, dijeron en reserva.

Los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) fueron creados por la gestión actual para que los importadores cancelen sus deudas comerciales con el exterior, aunque después se amplió la emisión también a las empresas que querían girar utilidades. En total, se emitieron bonos por US$10.000 millones, de los cuales alrededor de US$1700 millones se destinaron al giro de dividendos, según comunicó en su momento el BCRA.

En caso de quitar el cepo, el Banco Central podría aplicar un esquema de cuotas para el giro de dividendos, como implementó en su momento el gobierno de Mauricio Macri cuando levantó las restricciones a fines de 2015. La otra opción es que la entidad monetaria vuelva a emitir Bopreales para habilitar la salida de utilidades.

Según estimaciones del economista Amílcar Collante, en los años donde no hubo cepo, el giro de dividendos ascendió a US$165 millones en promedio por mes, mientras que en los años con cepo cayó a US$38 millones.

El giro promedio de dividendos con y sin cepo, según estimaciones del economista Amilcar Collante

En varias oportunidades, el Presidente señaló que antes de quitar el cepo hay que resolver el problema de stock del Banco Central, que todavía mantiene un nivel de reservas netas negativas en torno a US$6000 millones.

En 2024, según la propia planilla del BCRA, las reservas netas cerraron en negativo en torno a US$11.006 millones. Si se le suman los depósitos que el Tesoro tenía en el Banco Central en moneda extranjera, las reservas negativas se reducen a US$5011 millones.

“Partiendo de esa información oficial, se puede realizar la estimación de que las reservas netas al 20 de enero, contando los depósitos del Tesoro, son negativas en torno a US$6969 millones. Si se compara con un año atrás [cuando eran negativas en US$11.000 millones], hay una mejora perceptible, pero bastante menor a lo que compró el BCRA en el último tiempo [en torno a US$22.000 millones]. La principal razón es que el Gobierno tuvo que afrontar los pagos de deuda en cash, sin acceso al financiamiento externo”, analizó la consultora Outlier.

Las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) están centradas justamente en el nivel de reservas del BCRA. El organismo históricamente pidió que haya un tipo de cambio que permita la acumulación de dólares para que el país pueda regresar al mercado de capitales. En tanto, el equipo económico se inclinaría por un esquema cambiario que no interfiera con la reducción de la inflación.

El Gobierno está negociando un desembolso del FMI y de otros organismos multilaterales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), por un total de US$11.000 millones, que le permita fortalecer las reservas del BCRA y avanzar con la unificación cambiaria.

Lograr un nuevo programa con el FMI ayudará a que continúe la baja del riesgo país, lo que podría permitir al Gobierno volver a los mercados internacionales a buscar financiamiento. En julio, por lo pronto, vence deuda de capital e intereses por un total US$4700 millones, que el Tesoro podría canjear de manera voluntaria si el riesgo país se acerca a 450 puntos básicos.

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