La crisis silenciosa que se convierte en un obstáculo para los planes expansionistas de Putin


Como en los años de Stalin, en Rusia tener muchos hijos es un deber patriótico. La población viene en baja desde hace décadas y la falta de trabajadores y soldados amenaza no sólo un avance más contundente en Ucrania, sino la totalidad de los planes imperiales de Vladimir Putin.

“He estado embarazada o amamantando casi toda mi vida, y la verdad es que es mucho”, dice una mujer ante la cámara de televisión. Su sonrisa deja ver una dentadura afectada por la falta de calcio típica de los embarazos múltiples y, tal vez, por la escasa atención odontológica.

Ella y su marido tienen 10 hijos, lo que les permitió recibir la medalla a la “Gloria Parental”, una especie de reedición de la medalla a la “Madre Heroína” que otorgaba Josef Stalin a las madres de familias numerosas. El premio, que Putin entrega personalmente en una ceremonia solemne realizada en el Kremlin y televisada a todo el país, incluye subsidios para casi todos los gastos de la familia, incluso vacaciones.

Una familia vota en un colegio electoral ubicado en una escuela durante las elecciones presidenciales en San Petersburgo, Rusia, el 16 de marzo de 2024; las tasas de natalidad y fecundidad de Rusia están entre las más bajas de EuropaDmitri Lovetsky – AP

En una de esas ceremonias Putin le preguntó a un adolescente: “¿Cuáles son los límites de Rusia?”. El chico respondió como un buen alumno: “Noruega, Finlandia, Estonia…”. Cuando finalizó, Putin le rodeó los hombros con un brazo, se agachó hasta su altura y le dijo con una sonrisa: “Rusia no tiene límites”.

Para tamaña ambición, el problema demográfico es un obstáculo que debe ser salvado lo antes posible. Sin embargo, las cifras son desafiantes.

Las tasas de natalidad y fecundidad de Rusia están entre las más bajas de Europa. No es el país en peores condiciones en este aspecto, pero ningún otro aspira a reeditar un imperio. Respecto a la de fecundidad, en Rusia es de 1,4 hijos por mujer, similar a las de Noruega y Portugal, mientras que en España e Italia es de 1,2 (en la Unión Europea el promedio es 1,5).

El presidente ruso, Vladimir Putin, en un evento en el que entregó la medalla a la “Gloria Parental”.

Viene de una historia difícil. La Unión Soviética experimentó al menos tres gravísimas hambrunas que provocaron millones de muertos. En las dos guerras mundiales murieron 2 millones y 27 millones de rusos, respectivamente. Después de esos desastres demográficos, la población comenzó a subir desde los años 60, hasta que llegó a un pico de 148.459.937 en 1995. Desde entonces declinó hasta los 146.150.789 actuales. El Servicio Federal de Estadística Estatal ruso (Rosstat) predice que la población del país caerá a 138,8 millones para 2046, según su escenario más probable.

Además de la desigualdad y las condiciones socioeconómicas que desalientan la procreación e impulsan la emigración, factores comunes a muchos países, el Covid-19 mató a unos 400.000 rusos, según fuentes oficiales.

La guerra en Ucrania, que empezó cuando la pandemia apenas había terminado, provocó la muerte de entre 85.000 a 130.000 combatientes, y el éxodo de no menos de 600.000 personas, en su mayoría varones, muchos con estudios superiores.

Elena Sapozhnikova con su marido y sus 3 hijos. Es una familia rusa que vive en Argentina. La guerra con Ucrania provocó el éxodo de no menos de 600.000 personas, en su mayoría varones, en su mayoría con estudios superiores.

Rusia conquistó vastos territorios en el sudeste de Ucrania a un costo humano altísimo, pero las cifras exactas de víctimas no pueden conocerse ni por el lado ruso, ni por el ucraniano. Las estimaciones más aproximadas son realizadas por medios independientes buceando en bases de datos que incluyen desde obituarios en los diarios hasta nóminas de pagos por compensaciones a las familias de los soldados.

Un especialista recoge los restos de soldados rusos muertos en la región de Kharkiv, Ucrania, el 20 de enero de 2024; se estima que la guerra de Ucrania provocó la muerte de entre 85.000 a 130.000 combatientesTYLER HICKS – NYTNS

Todo lo señalado como factor de caída de población se suma de manera brutal a un factor crónico, como es la muerte prematura de varones debido a enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Las cifras en este rubro son muy superiores a las de los países europeos.

Si otros países compensan las bajas tasas de crecimiento con la llegada de inmigrantes, el de Rusia no es un ejemplo eficiente. Los índices de ingresos también bajan. El Rosstat señala que pasará de los 233.000 ingresos anuales registrados en 2023 a 221.800 en 2045.

Al contrario, según el World Migration Report, Rusia es el tercer país más expulsivo de población, detrás de la India y México. Se calcula que un 6,8% de los ciudadanos rusos es emigrante. Lo que es peor, un porcentaje importante de quienes dejan el país en busca de mejores condiciones de vida y libertad social y política son personas con educación superior.

Esta situación pone en riesgo el futuro inmediato de la relación trabajadores-jubilados y anticipa escasez de mano de obra y de soldados para la guerra. La llegada de militares norcoreanos a Ucrania respalda esta teoría.

Ucrania dijo el 11 de enero de 2025 que los investigadores estaban interrogando a dos soldados norcoreanos heridos después de ser capturados en la región rusa de Kursk, alegando que los norcoreanos estaban luchando por Moscú.HANDOUT – Telegram/V_Zelenskiy_official

Las estrategias elegidas para intentar contrarrestar la despoblación se centran en el regreso a lo que llama “valores tradicionales rusos”, como premiar a las familias numerosas, lo que incluye instar a las mujeres a quedarse en su casa y procrear, prohibir que los medios mencionen cualquier tema relativo a la libertad de elegir no tener hijos, desalentar el derecho al aborto que rige desde 1920 y atacar a la comunidad LGTBQ y al feminismo. En esto es entusiastamente apoyado por la iglesia ortodoxa, cuyo líder, Kirill, es su principal aliado. Esta iglesia ha tenido una enorme expansión desde que Putin llegó al poder y opera prácticamente como partido político.

Kirill, patriarca de Moscú y máximo representante de la Iglesia Ortodoxa Rusa

La religión, la tradición y la familia son palabras frecuentemente usadas por el presidente ruso en sus discursos contra las tendencias decadentes de Occidente.

Una iniciativa reciente muy ambiciosa consiste en invitar a familias extranjeras, conservadoras y religiosas, incluso de Australia y Estados Unidos, para instalarse en regiones poco habitadas. Se les pagará un monto de dinero y se facilitarán las gestiones para la residencia legal. El programa se llama “Visa Valores Compartidos” y se espera que atraiga entre 5 millones y 10 millones de nuevos habitantes en seis años.

Intentos anteriores pero de migración interna para poblar zonas alejadas de Moscú no tuvieron mucho éxito. Hay decenas de testimonios en la web de frustrados colonos enviados a Siberia o el llamado Lejano Oriente ruso, a los que se les adjudicaba una hectárea de tierra y un monto mínimo de dinero con la que debían sacar adelante un emprendimiento productivo. La falta de servicios básicos, desde escuelas hasta hospitales, el clima impiadoso y la corrupción de los funcionarios a cargo de los programas derivaron en un fracaso detrás de otro. ¿Qué garantiza que con los extranjeros sea diferente? Ni siquiera se les exige que hablen ruso.

El racismo es otro problema importante. Los planes para atraer inmigrantes privilegiaron siempre a personas étnicamente rusas. Los que llegan de Asia Central y no cumplen con ese requisito no encuentran un ambiente amigable.

Por otra parte, la noticia de que unos 10.000 inmigrantes con nueva ciudadanía fueron enviados al frente en Ucrania, tal como se conoció en junio pasado, seguramente espantó a muchos candidatos. Pero muchos otros están dispuestos a todo. El gobierno les garantiza la ciudadanía a inmigrantes pobres de Asia Central que firmen un contrato para permanecer un año en el Ejército. Presos y delincuentes también son bienvenidos.

Entre tanto experimento, lo más efectivo hasta ahora para aumentar la población resultó la ocupación de territorios obtenidos por medio de la guerra, como Donetsk y Lugansk, y las regiones de Zaporiyia y Kherson, arrebatados a Ucrania, que le aportarán al censo varios millones de personas.

La parte más oscura de este panorama es el secuestro de niños ucranianos raptados en los territorios tomados durante los combates y trasladados a Rusia. ¿Cómo se explica esto en el marco de los valores tradicionales rusos? Ucrania denuncia que son 20.000 chicos en esa situación, pero la cifra es incierta. Para Putin, todo suma.

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