Quién es la fiel aliada de Petro que se convirtió en la canciller más joven de la historia de Colombia


BOGOTÁ-. Laura Camila Sarabia Torres, de 30 años, sumó este miércoles un cargo oficial más a la lista de designaciones en importantes puestos del Estado colombiano en los dos años y cinco meses que va del gobierno de Gustavo Petro. La fiel funcionaria del presidente de izquierda asumió como canciller, un nuevo voto de confianza que eleva aún más su relevancia en el Estado y la ubica como una de las mujeres más poderosas del país sudamericano.

Sarabia es conocida por ser la “mano derecha” del presidente. En el gobierno Petro ha sido jefa de gabinete, directora del Departamento de Prosperidad Social y directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República y ahora llega al Ministerio de Relaciones Exteriores en remplazo de Luis Gilberto Murillo, un funcionario curtido en asuntos de política exterior que renunció el pasado 20 de enero, en medio de rumores de una posible candidatura presidencial y un descontento por el manejo de las relaciones diplomáticas con el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Laura Sarabia conoció a Gustavo Petro durante la campaña presidencial de 2022. ( Presidencia de Colombia / AFP)HANDOUT – Colombian Presidency

Con la llegada a la Cancillería, Sarabia tendrá varios retos por delante. Entre esos, normalizar la resentida relación ente Colombia y Estados Unidos, lidiar con el régimen de Nicolás Maduro -a quien el gobierno colombiano no ha reconocido oficialmente como presidente legítimo-, evitar la reimposición de la visa para que los colombianos ingresen a Reino Unido y asegurar el funcionamiento del nuevo esquema de impresión de pasaportes, entre otros.

La nueva canciller estudió Relaciones Internacionales y Estudios Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada de Bogotá y tiene una maestría en Marketing político. Su ingreso a la política se dio por fuera de las dinámicas electorales, entre 2018 y 2020 fue asesora de polémico excongresista Armando Benedetti -un hábil operador político investigado por corrupción y cuestionado por comportamientos machistas y de violencia intrafamiliar-. En 2022 Benedetti ofreció a su equipo para para trabajar en la campaña presidencial del entonces candidato del partido Pacto Histórico y desde ahí la dupla Petro-Sarabia ha sido inseparable.

Laura Sarabia probó su eficiencia coordinando los viajes y la agenda de Petro en la época electoral y se le vio acompañándolo y gestionando varios eventos de contienda. Así fue como se empezó a cimentar el protagonismo que tiene ahora en el gobierno de Colombia.

Gustavo Petro junto a Laura Sarabia, su ex jefa de gabinete ministerial.

Luego, con Petro ya instalado en la Casa de Nariño, a la politóloga se le vio acompañando al presidente en toda clase de eventos oficiales, visitas internacionales, e incluso dirigiendo reuniones de alto nivel.

El maletín con dinero y el detector de mentiras

En mayo de 2023 medios de comunicación locales expusieron las acusaciones de la exniñera del hijo de Sarabia, Marelbys Meza, de haber sido sometida al polígrafo en el sótano del Palacio presidencial supuestamente por la pérdida de varios miles de dólares que había en una maleta en el departamento de la entonces jefa de despacho de Petro.

La cuidadora infantil -que negó todas las acusaciones por robo- denunció que Sarabia habría abusado de su poder para que agentes la policía que trabajan en Presidencia la siguieran, la interrogaran y le interceptaran ilegalmente sus comunicaciones, lo que la niñera calificó como un “acoso”.

La denuncia tuvo tanta transcendencia en Colombia que los policías vinculados a las escuchas ilegales fueron llamados a declarar ante la justicia. Como agravante del caso, el coronel Óscar Dávila, quien para ese entonces se desempeñaba como jefe Protección Presidencial y también estaba investigado, se suicidó (según la Fiscalía colombiana), en medio de suspicacias.

Por el oscuro caso de espionaje, en junio de 2023 Petro echó a Sarabia de su puesto como jefa de gabinete para que pudiera asumir su defensa legal. “Reitero, no ordené, no podía hacerlo y no fue iniciativa mía, ningún polígrafo”, dijo a medios la mano derecha del presidente.

El periodo de tiempo afuera de la Casa de Nariño no fue mucho. Bastó un poco más de tres meses para que regresara a la Casa de Nariño como directora de Prosperidad Social, la entidad encargada de repartir los subsidios a las personas vulnerables.

Falta de experiencia

La llegada de Sarabia Torres a la cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores, un puesto codiciado por diplomáticos de carrera, suscitó una oleada de críticas al nombramiento debido a la pobre o nula experiencia profesional que tiene la mujer de 30 años en cuestiones de política exterior.

El currículo publicado por la Presidencia de Colombia indica que la experiencia laboral de la funcionaria empezó apenas en 2017 como asesora política del Partido de la Unidad Nacional que dirigía Armando Benedetti, y los siguientes cargos son en los que se le ha nombrado en el mandato de Petro. Una hoja de vida que dista de las de otros experimentados políticos que han liderado la Cancillería colombiana como María Ángela Holguín, María Emma Mejía, Julio Londoño y el mismo Luis Gilberto Murillo, el canciller saliente.

Laura Sarabia se convirtió este miércoles en la canciller más joven que ha tenido Colombia.Presidencia de Colombia

“La duda es si tiene la capacidad para manejar y liderar las relaciones diplomáticas de Colombia con diferentes Estados. El mejor ejemplo en este momento es saber si tiene la capacidad para manejar las relaciones con Estados Unidos, tras la llegada de Donald Trump. Al margen de que este gobierno sea de extrema izquierda, se requiere llevar una excelente relación con ese país. Así que hay muchas dudas”, dijo al medio Semana el congresista de oposición Juan Espinal.

La prueba inaugural para Sarabia fue la crisis en las relaciones bilaterales entre los gobierno de Petro y Trump por el vuelo con deportados que el presidente Colombia no permitió aterrizar por considerar que los migrantes iban en condiciones denigrantes. El gesto no fue bien recibido por el flamante presidente de Estados Unidos, quien amenazó con fuertes sanciones económicas y cancelación de visas a los funcionarios de Petro, incluida la Sarabia.

Medios de comunicaciones locales confirmaron que en medio de los intentos del gobierno colombiano por solucionar la tensión diplomática, Sarabia se comunicó con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, férreo opositor y enemigo político de Petro, para que le ayudara a solucionar la tormenta diplomática.

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