El área contiene un pedazo de la historia de Buenos Aires. En la década del 30 se instalaron allí la fábrica de lamparitas de Philips y sus oficinas. Dos décadas más tarde, llegó la construcción de las dos vías rápidas que hoy la definen. En los 90, el Acceso Norte fue eje de importantes reformas, que acompañaron la migración de muchos habitantes de la Capital a la Zona Norte. Y durante las últimas dos décadas, empezó la verdadera transformación con la llegada de los edificios de oficinas y de retail.
“El cruce de Av. General Paz y Panamericana se transformó en un Nodo urbano, único en su género donde hoy conviven una serie de edificios corporativos y comerciales en un entorno residencial. En un futuro próximo, además, se desarrollarán nuevos proyectos que van a seguir generando un ecosistema de mucha sinergia. Esto hará que la zona se consolide aún más por las múltiples ventajas que tiene a nivel geográfico y de transporte, sumado a una importante disponibilidad de espacio para seguir construyendo” aseguró Hernán Castro, broker Senior de Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos.
IRSA, los inventores del Polo DOT
Con una extensa y rica trayectoria en emprendimientos inmobiliarios de gran magnitud, cuando se rastrean los orígenes del desarrollo del Polo DOT hay un nombre ineludible: IRSA. Y es que la compañía de Eduardo Elsztain fue sin duda la que vio el potencial de uno de los nodos capitalinos del cruce y fue adquiriendo terrenos para su desarrollo.
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