Se conoció qué va a pasar con las próximas lluvias y temperaturas y un dato resultó revelador
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dio a conocer su informe trimestral con las previsiones de temperaturas y lluvias para febrero, marzo y abril en todo el país. El dato llamativo está en que el mapa argentino quedó completamente pintado de rojo, lo que refleja la alta probabilidad de que las temperaturas del final del verano y el inicio del otoño sean más altas que lo habitual para la mayor parte del país. En este contexto, la situación más preocupante se da en el Litoral, el este de Buenos Aires y el oeste de la Patagonia, ya que, además de las altas temperaturas, las precipitaciones en estas regiones estarán dentro de un rango normal o inferior a lo normal.
Según el reporte, se prevé mayor probabilidad de precipitaciones superiores a lo normal en la mayor parte del NOA. Sin embargo, en el Litoral, el este de Buenos Aires y el oeste de la Patagonia, “las lluvias estarían dentro de un rango normal o inferior”. Para el resto del país, Santiago del Estero, el oeste de Buenos Aires, el oeste de Santa Fe, Córdoba, La Pampa, San Luis, Cuyo, el este y sur de la Patagonia, se esperan precipitaciones “normales”.
El SMN advirtió que “hay más de un 45 a 50% de probabilidad de que las temperaturas en febrero, marzo y abril sean superiores a lo normal en casi todo el país, a excepción del sur de la Patagonia”.
Además, explicaron que esta previsión debe ser considerada sobre el valor medio del trimestre y que, dado el contexto climático, “se espera que continúen predominando las oscilaciones de menor escala (subestacionales y sinópticas), lo cual puede favorecer tanto períodos y/o áreas de eventos de precipitación más intensa de lo normal, como de escasas lluvias”.
Por otro lado, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Agricultura presentó su informe semanal, alertando sobre el retroceso generalizado de las reservas hídricas. La situación en la zona núcleo pampeana es mas preocupante, ya que “prácticamente toda la zona núcleo, más la provincia de Entre Ríos, el sudoeste de Buenos Aires y el sudeste de La Pampa, se han clasificado en la categoría sequía, lo mismo que el centro y sudoeste de Chaco”. Además, el informe señaló que “permanecen con reservas hídricas regulares a escasas el sur y sudoeste de Buenos Aires, el noreste de La Pampa, el norte de Córdoba, el centro de Santa Fe y Santiago del Estero”. En el NOA, aunque predominan los desecamientos, “se mantienen las reservas adecuadas a óptimas para lotes de soja”. Hay expectativas por el balance que dejen las lluvias de estas horas en gran parte de la zona núcleo.
En cuanto a la producción de maíz y soja, el informe indicó que, “en pleno periodo de definición del rendimiento del maíz y la soja, la zona núcleo pampeana evidenció en enero condiciones de sequía”. El índice satelital TVDI, que estima el contenido de agua disponible para la vegetación, reveló que “en el periodo del 9 al 24 de enero de 2025, se pueden ver dos áreas con valores inferiores a los normales (marrones), una es el NOA y la otra es la zona núcleo pampeana”.
Para el cereal, el panorama es incierto. “En la zona núcleo, los maíces tempranos florecieron bien, aunque con la humedad justa, pero el marcado déficit hídrico de enero afectó el llenado de los granos, quedando vacía más de la mitad de la espiga”, informan. En tanto, “los maíces tardíos y de segunda en general no presentan buenas perspectivas”.
En el NEA, el estado de los cultivos también genera preocupación. “Los rindes de maíz todavía no están definidos, pero las altas temperaturas aumentan el estrés y afectan el avance de la etapa final de siembra del cereal”, dijo. En cuanto a la soja, el informe explicó que “el tipo de floración indeterminada hace que las irregulares lluvias registradas en la zona núcleo permitan la continuación de este proceso fenológico”. Sin embargo, alertó que las sojas de segunda fueron más afectadas por las altas temperaturas y la escasez hídrica, lo que ha resultado en lotes ralos y un crecimiento alterado, con plantas de bajo porte y panorama poco propicio.
Finalmente, en el caso de la soja de primera en Junín, el informe reflejó “un progresivo desecamiento estimado, con condiciones actuales sobre el punto de marchitez”.
LA NACION
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