los intendentes peronistas coinciden con Kicillof en apuntar contra Milei, pero hay diferencias con el desembarco de gendarmes

El impacto de los últimos casos de inseguridad resonantes en el conurbano, a los que se subió Javier Milei para apuntar contra Axel Kicillof, encendió las alarmas en los intendentes peronistas en la previa a la campaña electoral. Los jefes comunales coincidieron en la réplica del gobernador al Presidente con el reclamo por el recorte de fondos, aunque surgieron diferencias sobre el desembarco de gendarmes en las zonas con mayores índices de delitos.

Los intendentes tenían prevista una reunión en la sede porteña de la Federación Argentina de Municipios (FAM), el organismo conducido por el matancero Fernando Espinoza, pero quedó postergada. Algunos estarán con Kicillof este sábado en Mar del Plata, en el plenario “La Provincia se organiza”, otro acto con el propósito de exhibir músculo político de cara a la definición de la estrategia electoral, cruzada por la discusión por el calendario electoral y el posible desdoblamiento de la elección bonaerense.

“Esto es como el inicio de la campaña. Y si va a ser así, la vamos a pasar mal”, advirtieron en un municipio de la Tercera Sección ante la centralidad en la agenda pública de violentos casos que derivaron en protestas, por los crímenes de un joven que trabajaba como delivery en Moreno y de dos adolescentes en un descampado de Florencio Varela.

La pelea por los fondos

La saga generó cruces entre Kicillof, Milei y Patricia Bullrich, sumados a los que se habían generado entre la Provincia y la Ciudad por los ataques a policías porteños en el conurbano. El gobernador viene reclamando la restitución del Fondo de Seguridad que había dispuesto Alberto Fernández y Milei eliminó el año pasado, por lo que Buenos Aires dejó de percibir 749 mil millones de pesos y se presentó en queja ante la Corte Suprema.

“Equivalen a 10.000 patrulleros”, aseguró Kicillof, y apuntó contra el Gobierno por el narcotráfico: “Cada gramo de merca que llega es su resposabilidad”. Milei había dicho que “la provincia es un baño de sangre” y Bullrich respondió a los últimos dichos del mandatario bonaerense.

Los intendentes avalaron la exigencia por el Fondo de Seguridad, a la vez que verían con agrado la mayor presencia de agentes de fuerzas federales. “Está claro que los problemas de inseguridad son muy complejos y el abordaje debe ser multidisciplinario. También que cada vez que el gobierno nacional, de cualquier color político, ha colaborado con gendarmes la situación en el mientras tanto ha mejorado”, plantearon en un munipio del sur del conurbano.

En estas horas de preocupación las quejas que se acumulan incluyen diferentes aspectos y alternativas. En distritos como La Matanza y Quilmes, los reclamos apuntan a que el Gobierno nacional retiró los gendarmes y los efectivos de PSA que se habían instalado durante la gestión de Alberto Fernández.

Siempre son bienvenidos. Para la gente verlos en la calle, en la estación, es algo que suma. Coincidimos en que la solución no es más represión, tampoco combatís la inseguridad con las luces led, pero es mejor que los barrios estén iluminados”, pusieron como ejemplo en un municipio a favor de la ayuda de las fuerzas federales.

Otras intendencias, como Merlo, pidieron que los efectivos formados en la escuela de la Bonaerense instalada en ese distrito queden asignados en esa zona. “Somos el municipio con menos policías por habitante del conurbano. Ahora tenemos el compromiso de que el 100% de los que reclutamos y formamos queden acá”, contaron cerca de Gustavo Menéndez.

La resistencia de Kicillof

Para Kicillof el reclamo de gendarmes al Gobierno nacional habitual en estos casos es un error, funcional a lo que considera una puesta en escena de Bullrich. “Las fuerzas federales tienen que trabajar para combatir el narcotráfico, no en patrullaje que no cambia la ecuación. Le van a regalar a Bullrich el circo de poner tres gendarmes en la entrada de La Matanza, algo que vimos con todos los gobiernos que no soluciona nada”, argumentaron cerca del gobernador.

En la administración bonaerense negaron una crisis de seguridad y apelaron a la baja de homicidios dolosos (87 en enero contra 96 del mismo mes en 2024) en el distrito. “Bullrich dice que el último año fue el de menor tasa de homicidios en la historia y se lo atribuye a sí misma. Si no baja la tasa en la provincia, no puede bajar a nivel nacional”, esgrimió Kicillof en esa dirección.

Además de Bullrich, en La Plata apuntaron contra el jefe de Gabinete, que había dicho que la provincia “está incendiada” por la inseguridad: “Pedir fuerzas federales es darle cabida a la puesta en escena del Gobierno y darle la razón a Francos, que no sabe nada y habla pavadas. Nosotros aplicamos todas las políticas de seguridad como se hace en todo el mundo, no hay ninguna cuestión ideológica”.

Acaso en una coincidencia entre las dos administraciones, tanto desde el ministerio de Seguridad conducido por Bullrich como en la gobernación bonaerense estimaron que no habrá envío de gendarmes sino operativos puntuales en el marco del plan 90/10, en los municipios que concentran el 90% de los homicidios en el 10% del territorio nacional.

El lugar que tomó la discusión en la agenda pública potenció el argumento contrario al desdoblamiento que hace algunas semanas sostenían dirigentes vinculados a Cristina Kirchner. “Dejás que se te metan en tu cancha y el eje de la campaña pase por la provincia, con los casos de inseguridad amplificados, en lugar de discutir a Milei”, ratificó esta semana un intendente con acceso al Instituto Patria. “Al contrario, no tomamos ninguna decisión y ya lo están haciendo. No depende de si adelantamos o no”, replicaron en La Plata.

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