El mercado espera que la inflación baje del 2% por mes desde abril y sea del 23,2% en el año

Para los analistas del mercado, el menor ritmo de ajuste cambiario dispuesto desde este mes y el aumento más paulatino de algunas tarifas para adelante -al menos hasta las elecciones-, acentuará la desaceleración de la inflación.

Es por eso que ahora esperan que sea del 23,2% durante todo el presente año, un nivel 2,7 puntos porcentuales inferior al que la imaginaban hace un mes. En adelante, la ven en el 15% promedio durante 2026 y cayendo hasta el 9,4% en 2027, algo que haría que la Argentina vuelva a tener una inflación de un dígito por primera vez en 20 años (fue 9,8% en 2006).

Las nuevas proyecciones del mercado

La estimación incluye un costo de vida que habría crecido 2,3% en enero, aumentaría otro 2,1% este mes y quebraría finalmente el piso del 2% desde abril en adelante, mes que cerraría en el 1,9%. Luego caería a razón de una décima más por mes de allí hasta junio -mes frontera para este pronóstico- hasta ubicarse en el 1,6% entonces.

La nueva proyección es el dato principal del nuevo Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado hoy, la encuesta más abarcativa de la plaza local (esta vez llevada adelante entre los días 29 y 31 de enero) que mes a mes realiza el Banco Central (BCRA) precisamente para conocer las previsiones que están guiando el accionar de los agentes económicos. Contempla además pronósticos de 39 participantes, entre quienes se cuentan 27 consultoras y centros de investigación locales e internacionales y 12 entidades financieras locales.

La desaceleración inflacionaria se sostendría aunque la actividad económica crecería entre 4,6 y 4,7% este año, según analistas, un repunte 0,1% mayor al que esperaban hasta el mes anterior, pero que aún sigue por debajo de la estimación del 5% que proyectara el Gobierno (y luego el FMI) y más aún de la expectativa del ministro de Economía, Luis Caputo, quien se ilusiona con un crecimiento “algo mayor”, según confesó en una entrevista concedida a LN+.

Esto por haber sostenido un ritmo de expansión del 1% trimestral durante el primer y segundo trimestre del presente año, tras el crecimiento del 1,6% con que -imaginan- habría cerrado el último trimestre de 2024.

El cuadro de proyecciones se completa con una estimación de una tasa de desocupación abierta que habría llegado al 7% de la Población Económicamente Activa (0,2 p.p. inferior al REM previo) y que caería muy levemente al 6,8% para el último trimestre de 2025 pese a la sostenida recuperación de la actividad.

Contempla además que las exportaciones (FOB) llegarían este año a los US$83.126 millones (+US$308 millones más que la encuesta anterior) mientras las importaciones (CIF) se acelerarían hasta los US$69.100 millones (+US$1651 millones más que el relevamiento previo). De este modo, el superávit comercial anual esperado quedaría apenas por encima de los US$14.000 millones, cifra menor en US$1343 millones a la que habían pronosticado hace un mes.

Y que el superávit fiscal primario del Sector Público Nacional no Financiero se ubicaría entre los $11,6 y $11,9 billones este año. En este caso, el dato es que ninguno de los participantes espera “déficit primario para 2025″, destacó el informe.

En lo financiero, el mercado espera que -acompañando la desaceleración inflacionaria- la tasa TAMAR de bancos privados comprima del 30,6% (equivalente a una tasa efectiva mensual de 2,5%) al 24% hacia diciembre de 2025 (TEM del 2,0%). Y que el dólar oficial suba apenas 1% en febrero (en línea con el nuevo crawling-peg fijado por el BCRA), ritmo que mantendría durante todo el horizonte encuestado. En tanto, la variación interanual esperada se ubicó en 17,6%, lo que supone que la cotización cerraría el año en $1200,50 e implicaría otro rezago de 6,6 puntos porcentuales con relación al incremento anual del costo de vida.

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