KIEV.- Rusia afirmó el viernes que sus fuerzas habían capturado la ciudad minera de Toretsk en su último avance en la región de Donetsk, donde las defensas ucranianas están cediendo.
“Las operaciones ofensivas (…) permitieron liberar la ciudad de Dzerzhinsk”, indicó el Ministerio de Defensa ruso, utilizando el nombre ruso para referirse a Toretsk, ciudad que ahora está en gran parte en ruinas y tenía alrededor de 30.000 habitantes antes de la invasión rusa de Ucrania hace casi tres años.
Los funcionarios ucranianos no hicieron comentarios inmediatos sobre la afirmación rusa, pero el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania se limitó a publicar una fotografía en X mostrando una carretera nevada que conduce a edificios destruidos y escribió: ”Toretsk, región de Donetsk. Alguna vez fue el hogar de alguien. Un lugar donde la gente vivía, reía y construía su futuro. Hoy son solo ruinas”.
“Esta es la realidad de la ‘paz’ de Rusia, que solo trae destrucción, desplazamiento forzado y muerte”, añadió.
Por su parte, un responsable de prensa de la 28º brigada ucraniana, que estuvo luchando por el control de Toretsk, afirmó que las fuerzas ucranianas aún mantienen posiciones en las afueras de la ciudad.
El ejército ruso ha llevado a cabo una campaña sostenida durante un año a lo largo del frente oriental, aflojando gradualmente el control de las fuerzas ucranianas, agotadas y con pocos recursos, sobre sus bastiones a medida que la guerra se acerca a su cuarto año a finales de este mes.
Las pérdidas coinciden con la incertidumbre sobre si Estados Unidos continuará proporcionando ayuda militar vital. El presidente Donald Trump, quien dice que está haciendo de los intereses estadounidenses su prioridad, ha dicho que quiere poner fin a la guerra, aunque sus planes para asegurar la paz no están claros.
La caída de Toretsk, si se confirma, apuntaría a un barrido ruso a través de Donetsk, lo que ha costado a Moscú mucho en tropas y armamento, pero ha reportado ganancias territoriales para el Kremlin. En la ofensiva, las fuerzas rusas aplastan asentamientos con la fuerza bruta de bombas planeadoras de 1300 kilos, artillería, misiles y drones, luego envían unidades de infantería para atacar a los defensores expuestos.
Hasta ahora este año, Kurakhove fue la primera ciudad significativa en caer frente el embate de Rusia, después de que las fuerzas rusas capturaron Avdiivka y Vuhledar el año pasado. Las fuerzas rusas también tomaron el mes pasado Velyka Novosilka, en la misma área.
Las ciudades formaban parte de un cinturón de defensas ucranianas en el este. Otros objetivos de Rusia son el importante centro logístico de Pokrovsk y la ciudad estratégicamente importante de Chasiv Yar.
Rusia busca tomar control de todas las partes de Donetsk y la vecina Lugansk, que juntas conforman la región industrial del Donbass en Ucrania.
Rusia aceleró su destrucción de las ciudades en primera línea de Ucrania en 2024 a una escala nunca antes vista en la guerra, utilizando las bombas planeadoras y una red en expansión de pistas de aterrizaje, según un análisis de Associated Press del año pasado de imágenes de drones, imágenes satelitales, documentos ucranianos y fotos rusas.
La supuesta toma de Toretsk se produce días antes de que el principal foro internacional para la movilización de armas y municiones para Ucrania se reúna por primera vez bajo los auspicios de un país distinto a Estados Unidos, mientras la incertidumbre rodea el futuro del apoyo de Washington para armar al país devastado por la guerra.
El Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, un consorcio de aproximadamente 50 naciones asociadas, fue creado por el exsecretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, para coordinar el apoyo de armamento en los meses posteriores a la invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero de 2022.
El presidente estadounidense ha expresado su escepticismo sobre el respaldo a Ucrania y ha criticado a su presidente, Volodimir Zelensky, además de mencionar el mes pasado que su gobierno ya había mantenido discusiones “muy serias” con Rusia sobre cómo poner fin al conflicto.
En este contexto, Reino Unido convocó la 26ta reunión del grupo de contacto el miércoles que viene en la sede de la OTAN en Bruselas.
La reunión tiene como objetivo analizar “las prioridades para Ucrania mientras la comunidad internacional continúa trabajando unida para apoyar a Ucrania en su lucha contra la invasión ilegal [del presidente ruso Vladimir] Putin”, dijo el Ministerio de Defensa británico en un comunicado publicado el jueves.
Es la primera vez que un país distinto a Estados Unidos convoca el foro, aunque está prevista la participación de Pete Hegseth, sucesor de Austin. Hasta el momento, se desconoce si Reino Unido convocó la reunión por iniciativa propia o por solicitud de Washington.
Un alto funcionario estadounidense dijo: “Apreciamos el liderazgo del Reino Unido al convocar a los más de 50 países que participan en este foro. La distribución de responsabilidades entre aliados y socios sigue siendo muy importante para ayudar a lograr la paz en Ucrania”.
El funcionario habló bajo condición de anonimato, ya que no estaba autorizado para declarar a los medios.
Estados Unidos es, por mucho, el mayor contribuyente extranjero de ayuda militar a Ucrania, y proporciona cerca de 30% del armamento de ese país, tanto como los 27 miembros de la Unión Europea en conjunto.
Kathleen Burk, profesora emérita de historia en la University College London, dijo a The Associated Press que, si Estados Unidos pidió a Reino Unido que presida la reunión de los partidarios occidentales de Ucrania, “parece indicarme que la separación ya comenzó”.
Zelensky asistió a la reunión más reciente en enero, mientras el gobierno del expresidente Joe Biden se apresuraba a proporcionar a Ucrania tanto apoyo militar como fuera posible, en el que se incluyó un nuevo paquete de armas de 500 millones de dólares y la relajación de las restricciones sobre los ataques con misiles en territorio ruso.
El objetivo era poner a Ucrania en la posición más fuerte posible para cualquier negociación futura para poner fin a la guerra.
En junio del año pasado, los ministros de defensa de la OTAN aprobaron un sistema permanente para proporcionar ayuda de seguridad confiable y a largo plazo, así como entrenamiento militar a Ucrania después de que los retrasos en el suministro de fondos, armas y municiones por parte de Occidente ayudaran a las fuerzas invasoras rusas a tomar la iniciativa en el campo de batalla.
El programa de Asistencia y Entrenamiento de Seguridad de la OTAN para Ucrania (Nsatu, por sus siglas en inglés), que comenzó a funcionar en diciembre, había sido descrito como una forma de “blindar contra Trump” el respaldo de la OTAN a Ucrania, en referencia a la preocupación de que el presidente estadounidense pudiera retirar el apoyo de Estados Unidos a Kiev.
El Nsatu, cuyo cuartel general está en una base militar estadounidense de Wiesbaden, Alemania, fue presentado públicamente por los funcionarios de la OTAN como un sistema que complementaría en lugar de reemplazar al grupo de contacto.
Agencias AFP y AP
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