Un organismo analizó el rotundo cambio en la principal zona agrícola tras las lluvias

En un momento clave para la soja de primera, las lluvias que se registraron en la región agrícola núcleo el martes y miércoles pasado mejoraron la condición de los cultivos y detuvieron las pérdidas en un 60% de la zona, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Tras semanas de sequía que afectaron el rendimiento de la soja y el maíz en la región pampeana, en los últimos días hubo precipitaciones abundantes que frenaron el deterioro de los cultivos, aunque algunas pérdidas ya son irreversibles. En el norte bonaerense, centro-sur de Santa Fe y sur de Córdoba, las precipitaciones superaron los 70-80 mm, con acumulados de 80 mm en Baradero, 70 mm en Laboulaye, entre 80 y 120 mm en Pergamino y 60 mm en Salto. Las lluvias trajeron alivio a la zona núcleo del país, donde llovió de 60 mm a 120 mm. Esto llevó a una disminución de la condición regular a mala de la soja de primera, de un 50% a 30%.

Alivio para los cultivos

“La ola de calor ponía en jaque a los cultivos, especialmente en la soja, con un 70% de los cuadros entre fructificación y llenado”, informaron los técnicos de la BCR. Los pronósticos estimaban que las lluvias estarían entre los 15 mm a 20 mm. “Los modelos coincidían: no mostraban lluvias significativas hasta el 18 de febrero. Todo el sector esperaba que sucediera algo que estuviese por fuera de toda lógica. Y pasó”.

Técnicos de Pergamino advertían que “la sequía era total” y esperaban una pérdida de cosecha similar a la de la campaña 2022/23. Días más tarde en la región se registraron 116 mm y el nordeste bonaerense, el epicentro de la sequía, recibió acumulados de 90 a 120 mm. Sin embargo, en la zona de Marcos Juárez las lluvias no llegaron. Desde la Bolsa informaron que hay pérdidas de rinde irreversibles en soja en la mayoría de los lotes. En la soja de primera la merma estimada es del 25% y un 10% podría rendir menos de 20 quintales por hectárea si no llegan lluvias pronto.

Precipitación acumulada en febrero

Aunque la mayor carga de agua benefició a la franja central, también hubo mejoras en el sur de Buenos Aires y La Pampa. En soja de primera, la cantidad de lotes en malas condiciones bajó del 50% al 30%, mientras que los buenos y muy buenos aumentaron al 45% y 20%, respectivamente, y se mantienen los excelentes en un 5%. En zonas como Firmat, Santa Fe, y Rojas, Buenos Aires, las lluvias frenaron el deterioro del cultivo, que ya se reportaban pérdidas de hojas en el tercio inferior y aborto de flores y chauchas. Por su lado, en el centro-sur de Santa Fe alertaron que todavía se necesitan 40 mm de agua para evitar una mayor caída del rendimiento.

La soja de segunda sigue siendo el cultivo más afectado por la sequía, con el 61% de las hectáreas en condiciones regulares a malas. Solo el 27% se encuentra en buen estado y el 12% entre muy bueno y excelente. Sin embargo, las lluvias mejoraron la situación, especialmente en el nordeste bonaerense, donde el 85% de los lotes estaban en malas condiciones antes de las precipitaciones, y en el noroeste donde el 100% del cultivo estaba comprometido. A pesar del alivio, muchas regiones aún necesitan más agua para garantizar una recuperación sostenible de los cultivos. Desde el sur santafesino y la zona de Colón estiman que el 50% de los lotes no superará los 15 qq/ha y que incluso hay lotes perdidos por completo.

A corto plazo se esperan lluvias al comienzo de la semana que viene. Se estima un aumento en la inestabilidad, lo que favorecerá la ocurrencia de chaparrones y tormentas aisladas. En la segunda semana del mes, el avance de un nuevo sistema frontal frío podría favorecer el desarrollo de lluvias con un desempeño y más amplia cobertura.

De cara al futuro, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) dio a conocer en su informe trimestral la alta probabilidad de que las temperaturas del final del verano y el inicio del otoño sean más altas que lo habitual para la mayor parte del país. En este contexto, la situación más preocupante se da en el Litoral, el este de Buenos Aires y el oeste de la Patagonia, ya que además de las altas temperaturas, las precipitaciones en estas regiones estarán dentro de un rango normal o inferior a lo normal.

Según el reporte, se prevé mayor probabilidad de precipitaciones superiores a lo normal en la mayor parte del NOA. Sin embargo, en el Litoral, el este de Buenos Aires y el oeste de la Patagonia, “las lluvias estarían dentro de un rango normal o inferior”. Para el resto del país, Santiago del Estero, el oeste de Buenos Aires, el oeste de Santa Fe, Córdoba, La Pampa, San Luis, Cuyo, el este y sur de la Patagonia, se esperan precipitaciones “normales”.

LA NACION

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