Expulsado de La Libertad Avanza, Ramiro Marra ya tomó tres decisiones clave para la próxima elección

Fanático de las nuevas tecnologías e inquieto por naturaleza, Ramiro Marra está obsesionado ahora con el tema de la longevidad. Se interesó por estudios que aseguran que el ser humano podría estirar su esperanza de vida, en el mediano plazo, hasta los 140 años. Así, decidió cambiar un estilo de vida demasiado acelerado, bajó ostensiblemente de peso e incorporó hábitos particulares a su alimentación. Entre otras cosas, ingiere un producto que viene en frasquito, a base de cáscara de uvas. ¿Se lo recomendó un nutricionista? No, lo leyó en ChatGPT.

Todo esto, claro, pensando en el larguísimo plazo. En el corto, los avatares políticos lo obligaron a tomar decisiones más cotidianas. El legislador fue expulsado días atrás de La Libertad Avanza, en una movida que tuvo el sello de Karina Milei, la jefa/el jefe con quien tenía una mala relación ya desde la campaña electoral.

Su salida provocó un revuelo interno importante, con previsible impacto en las redes. A diferencia de otros dirigentes que fueron eyectados con más pena que gloria, en el caso de Marra se trata de uno de los fundadores del espacio y una de las pocas caras conocidas pensando en la próxima elección.

Hasta hace algunas semanas se especulaba con que podría haber fumata blanca y Marra encabezaría la lista de LLA para legisladores porteños, de cara al comicio local que el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri adelantó por ahora al 6 de julio.

Pero su expulsión, que venía madurando y estalló, abrió un escenario impensado. Para el que Marra ya tomó al menos tres decisiones clave. 1) Quiere ser candidato. 2) No será candidato del PRO. 3) No descarta volver a LLA si Milei (Javier) le reabre las puertas.

Después de militar algunos años en el lavagnismo (es amigo de Marco Lavagna) con resultados más bien pobres, Marra encontró en Milei un socio de lujo, que le permitió en el 2021 compartir espacio y terminar con cargos. Uno como legislador porteño y otro como diputado nacional.

Pero cuando el “youtuber financiero” especulaba/ansiaba con un puesto en el Gabinete nacional (él jura que fue nombrado y bajado en cuestión de horas), tras competir por la Jefatura de Gobierno, debió conformarse con la presidencia del bloque libertario en la Legislatura.

Hasta que Karina Milei decidió degradarlo y reemplazarlo por un nuevo/a delfín/a, Pilar Ramírez. La bancada quedó partida, no hubo vuelta atrás y ahora Marra debe renovar su banca. “Voy a seguir haciendo política”, contesta a su círculo íntimo, como un modo de habilitar una posible candidatura para el mandato que vence el 10 de diciembre.

La salida de Marra del bloque de LLA vino con un cuestionamiento con nombre y apellido. Lo acusaban de haberse aliado circunstancialmente al PRO, justo cuando Karina Milei intenta avanzar sobre el armado amarillo en la Ciudad.

Concretamente, apuntan contra Marra por haber votado el presupuesto y la ley fiscal porteña que mandó Jorge Macri. El legislador se defiende con números: dice que negoció una baja de 300.000 millones pesos en los gastos (en tándem con otro libertario suelto, Yamil Santoro) y que, de no aprobarse las leyes, las subas de impuestos hubiesen sido mayores.

Como sea, a nadie parece convenirle un Marra candidato del PRO. A él, porque queda mimetizado en otro partido, y vaya a saber uno en qué puesto de la lista; y a los macristas, porque especulan con un Marra con lista propia que le reste votos a La Libertad Avanza, y les permita ganar en un escenario que viene complicado.

Como parte de su estudio de la longevidad, Marra dice que está mucho más empático con la gente y que, grosso modo, trata de no pelearse con nadie. “Si alguien me agrede, el problema es del otro”, resume tipo eslogan.

Lo aplica a su nueva realidad política y así deja abierta la puerta para una vuelta a LLA. “El no se peleó con Karina. Pero creemos que podrá volver al espacio si se impone la mirada de Javier”, resume un dirigente que conoce la relación.