Javier Milei le pidió la renuncia a la hija de Domingo Cavallo como embajadora en la OEA

El presidente Javier Milei le pidió la renuncia a la hija del ex ministro de Economía Domingo Cavallo, como embajadora de la Argentina ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), supo Clarín de muy altas fuentes del organismo interamericano.

La economista Sonia Cavallo era una de las embajadoras políticas del gobierno libertario y llegó a la OEA casi al principio de la gestión.

Tras el anticipo de Clarín, el vocero Manuel Adorni escribió por X: “Por decisión del Presidente de la Nación Sonia Cavallo deja de ser la embajadora argentina ante la OEA.” con su habitual “Fin”. Lo escribió sin dar pistas de quién la sucederá, pero todo da cuenta que su despido es fruto de enojo presidencial con su papá. “Sin comentarios”, dijo la ahora desplazada embajadora ante la consulta de Clarín

Este lunes, Milei calificó a su ex amigo y aliado de “impresentable” este lunes durante una entrevista con el periodista A24, Antonio Laje. Fue después de eso que se supo que la despidió. Cavallo estaba apadrinada, entre otros también por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el canciller Gerardo Werthein.

Lo dijo en relación a las críticas sobre la marcha de la economía que le hizo el “padre” de la convertibilidad, durante el gobierno de Carlos Menem.

Esta mañana, por A 24 Milei se despachó: “¿Cómo va a hacer subir el dólar si yo le estoy sacando todos los pesos que andan dando vueltas? El dólar se tiene que caer como un piano. Le voy a decir, en especial al impresentable de Cavallo”, lanzó. Y agregó: “Mientras él insultaba a todo el mundo cuando hablaban de devaluación, defendía el tipo de cambio de la convertibilidad. Y este programa es muchísimo más exitoso que la convertibilidad porque no tuvimos que tener una hiperinflación previa para hacerlo, porque nosotros la evitamos, no la dejamos correr”.

Más tarde, en otra de las entrevistas que dio este lunes, Milei justificó el despido inesperado de la representante argentina ante la OEA y hasta lo vinculó a su ex amigo, y ex ministro. “Usted no puede tener a alguien que escribió… O sea, Sonia escribió con su papá (Cavallo) y el papá está todo el tiempo torpedeando y saboteando el programa económico”, apuntó el Presidente. “Por lo tanto, no se puede estar en la misa y la procesión. O se está de un lado o se está del otro”, dijo tajante. También vinculó a su ahora ex representante ante la OEA con su opinión de que Cavallo (el ex ministro) tiene “intereses políticos” que “claramente”, enfatizó, “no son los del gobierno”.

“Hay que ver a quién está respondiendo”, comentó sobre ex ministro de Economía de Carlos Menem y de Fernando De la Rúa. “Durante la campaña electoral fue claro con quién se alineó. Que llamaba a que yo no me presentara, que yo le hacía el juego al kirchnerismo… No, con Massa no”, añadió, sin precisar el candidato.

Al echar así a “Sonita” Cavallo -ella no lleva ni un año en la misión- el Presidente también expuso que su nombramiento en la oficina de la OEA fue por su amistad con el ex ministro de Menem, lo que es muy polémico. Lo paradójico es que la representación argentina quedará hasta nuevo aviso a manos de Cecilia Villagra, que fue segunda del ultrakirchnerista Carlos Raimundi. Es diplomática de carrera.

Su propio nombramiento en el Senado no fue tan aceitado porque entonces le hicieron críticas desde la oposición por vivir hacé décadas en los Estados Unidos y porque representara a la Argentina siendo ciudadana de ese país.

Sonia Cavallo estudió Economía en la Universidad de San Andrés, es magister en Políticas Públicas de Harvard y fue parte de la línea fundadora del Centro de Políticas Públicas para la Equidad (CIPPEC).

En el 2001 se casó en la Argentina con el estadounidense Daniel Fitzgerald Runde, quien tiene hoy alto puesto en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), y se mostró siempre partidario de Milei y del ministro de Economía, Luis Caputo. En su casamiento, aquí, un grupo de ciudadanos le hizo un violento escrache a su padre, que entonces era ministro de Fernando de la Rúa.

Su pliego en el Senado como embajadora fue junto al Werthein (que fue nombrado entonces embajador ante los Estados Unidos); Daniel Scioli (que luego volvió como secretario de Turismo); Ian Sielecki (Francia); Mariano Caucino (India); Axel Wahnish (Israel) y Guillermo Nielsen (Paraguay). En mayo salió su decreto y se pudo ir a su misión en la OEA, que siempre estuvo controlada por la Casa Rosada, que dispuso un mecanismo de intervención del discurso a través de la abogada Ursula Basset y del secretario de Civilización y Culto, Nahuel Sotelo, para que en el organismo se empezara a dar lo que los ultra libertarios llaman la Batalla Cultural contra la Agenda 2030, las políticas de cuidado ambiental, el derecho al aborto, el feminismo y otros.

En realidad, Cavallo hija pertenece a la única y reducida “tanda” de representantes en el extranjeros de origen político y no diplomático de un gobierno que, en realidad, está en camino de reducir la Cancillería, su peso histórico y la cantidad de cabezas que los representan. Se viven momentos que en el Ministerio consideran dramáticos. Varios embajadores volvieron al país por diferentes razones, entre ellos el diplomático Roberto Bosch, de España, y el mismo Werthein dejó a una línea joven a cargo de EE.UU.

Según sabe este diario, el Gobierno ni siquiera envió al Senado el pliego como embajador designado ante los Estados Unidos del empresario Alec Oxenford. Sigue sin nombrar embajador ante el gobierno de Pedro Sánchez, y le ha dado poder de acción al representante comercial en Madrid, Alejandro Nimo. La Cancillería no tiene aún estructura nueva formalizada, habrá jubilaciones, no habría ascensos este año y tampoco entradas al Instituto del Servicio Exterior de la Nación.

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