KIEV.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sugirió ayer que Ucrania podría ser rusa “algún día” justo en la semana en que está prevista una reunión de su vicepresidente J. D. Vance con el mandatario ucraniano, Volodimir Zelensky.
El mandatario republicano llegó a la Casa Blanca prometiendo un rápido final al conflicto entre Rusia y Ucrania, que se acerca a su tercer aniversario, y criticando la masiva ayuda enviada a Kiev por su antecesor Joe Biden.
Este discurso genera inquietud entre las autoridades ucranianas, que temen verse empujadas a aceptar una propuesta de paz desfavorable para sus intereses.
En una entrevista con la cadena conservadora estadounidense Fox News divulgada el lunes, el magnate incluso evocó la posibilidad de que la antigua república soviética caiga en manos de Moscú.
”Podrían llegar a un acuerdo, podrían no llegar a un acuerdo. Podrían ser rusos un día, podrían no serlo”, afirmó.
Trump también insistió en que Estados Unidos debe recuperar la ayuda prestada a Kiev e insistió en un intercambio por los recursos naturales de ese país, en especial las tierras raras.
”Vamos a tener todo ese dinero allí y yo digo que lo quiero de regreso. Les he dicho que quiero el equivalente, unos 500.000 millones de dólares de tierras raras”, defendió el presidente. ”Y ellos básicamente han aceptado hacer esto, con lo que al menos no nos sentimos estúpidos”, agregó.
Horas después de los comentarios del presidente estadounidense, el Kremlin afirmó que “una parte significativa” de Ucrania “quiere ser rusa”.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó este martes que la situación en Ucrania “corresponde en gran medida a las palabras del presidente Trump”.
“El hecho de que una parte significativa de Ucrania quiera ser rusa, y que ya sea rusa, es una realidad”, declaró Peskov.
El vocero se refería a cuatro regiones ucranianas- Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporiyia– cuya anexión reivindica Moscú desde finales de 2022, tras unos referendos no reconocidos por ningún país. Actualmente, Rusia controla parcialmente toda la región de Lugansk, pero sólo mantiene ocupadas una parte de las otras tres.
Trump también confirmó este lunes el viaje a Ucrania de su enviado especial Keith Kellogg, a quien ha encargado esbozar una propuesta para frenar el conflicto. Según una fuente del gabinete de la presidencia de Kiev, la visita tendrá lugar el 20 de febrero, cuatro días antes del tercer aniversario del inicio de la invasión rusa.
Antes, el 14 de febrero, el presidente ucraniano se reunirá con el vicepresidente estadounidense en una conferencia de seguridad en Múnich, en Alemania.
Aunque en los últimos meses se ha mostrado más abierto a negociar con Moscú, Zelensky insistió el lunes en que cualquier acuerdo debe representar una “paz real y unas medidas de seguridad efectivas” para Ucrania.
”Seguridad para la población, seguridad para nuestro Estado, seguridad para nuestras relaciones económicas y, por supuesto, para la sostenibilidad de nuestros recursos: no solo para Ucrania, sino para todo el mundo libre”, dijo en un video publicado en sus redes sociales.
Trump asegura querer terminar la guerra cuanto antes posible, pero no ha presentado un plan para acercar las distintas posturas de Moscú y Kiev.
El presidente estadounidense también dijo la semana pasada que “probablemente” se reúna con su homólogo ucraniano en los próximos días, aunque descartó desplazarse a Kiev.
Zelensky confirmó que se está preparando un encuentro pero que todavía no hay una fecha fijada.
El discurso de Trump genera inquietud entre las autoridades ucranianas, que temen verse empujadas a aceptar una propuesta de paz desfavorable para sus intereses.
Ante este panorama, tanto Ucrania como Rusia intensificaron en los últimos meses sus ataques para reforzar su posición ante una eventual negociación de paz.
Sin embargo, en el terreno, son las tropas rusas, más numerosas y mejor armadas, las que llevan la delantera, especialmente en el frente oriental donde han capturado varias localidades.
El martes, el Ministerio de Energía ucraniano anunció acciones rusas contra el sector eléctrico y la infraestructura gasística del país. ”Con tal de minimizar las posibles consecuencias para el sistema energético, el operador del sistema de transmisión está aplicando restricciones de emergencia al suministro eléctrico”, afirmó.
Agencias AFP y AP
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