El sector lácteo tiene la oportunidad para seguir creciendo sin perder competitividad

Recientemente, al leer un artículo en LA NACION, sobre el sector lechero, me sentí interpelado por diferentes sensaciones que me gustaría compartir. Las discusiones que emergen dentro del sector lácteo, muchas veces innecesarias, son una señal de que estamos en el camino correcto. Un informe puede generar debate, pero lo esencial es mantener la perspectiva y recordar desde dónde venimos. A quienes aún no lo perciben, les pido paciencia y una mirada de largo plazo.

Si bien el año cerró con una caída en la producción lechera, la recuperación ha sido histórica. Esto fue posible gracias al esfuerzo de los productores, el acompañamiento de la industria y un contexto favorable impulsado por el Gobierno con diferentes medidas. Ejemplo de esto, es la reducción de la inflación, la eliminación de las retenciones y la disponibilidad de créditos a valor producto. Además, este año la Argentina formará parte de la Federación Internacional de Lechería (IDF), y por primera vez el sector estará presente en Expoagro con el respaldo de las autoridades. Interpreto que contamos con fundados motivos para celebrar.

Los mercados internacionales demandan productos que solo pueden elaborarse con materia prima de calidad, la cual es producida en nuestros tambos. Esta producción es transportada a través de una extensa red de recolección hasta las plantas industriales, donde la leche se procesa y transforma en productos destinados tanto al mercado interno como a la exportación.

Es importante recordar que la leche cruda contiene aproximadamente un 88% de agua, mientras que el resto son sólidos

Es importante recordar que la leche cruda contiene aproximadamente un 88% de agua, mientras que el resto son sólidos. A partir de estos sólidos se elaboran los productos lácteos que comercializamos, agregando valor a nuestra producción primaria.

Si analizamos la lechería a nivel global, encontramos que pocos países pueden abastecer sostenidamente los mercados internacionales. Entre ellos, se destacan Nueva Zelanda, Uruguay y, cada vez más, Estados Unidos. Razón por lo cual, es fundamental que producción e industria trabajen en conjunto.

Debemos adaptarnos a los nuevos requerimientos de cada mercado y prepararnos con iniciativas concretas. La articulación con las autoridades es clave, pero el esfuerzo principal debe provenir del sector. No podemos esperar que los cambios ocurran de manera espontánea; se trata de un proceso que exige organización, compromiso y una visión estratégica.

El camino hacia el éxito se basa en trabajo, esfuerzo y disciplina; no hay otra fórmulaRicardo Pristupluk – LA NACION

Si no tomamos medidas concretas, inevitablemente enfrentaremos un menor precio para nuestra producción. No es una especulación, sino la realidad misma del mercado. Si los dirigentes no comprenden esta dinámica, se convierte en un problema que afecta la competitividad del sector y su imagen global.

Trabajemos juntos aquellos que creemos en el potencial del sector, con una visión positiva y un compromiso con las próximas generaciones. Debemos generar propuestas en un marco de libertad y competitividad, sin esperar consensos burocráticos que solo retrasan los avances.

El contexto actual nos brinda una oportunidad única para crecer y fortalecer la lechería argentina. Es momento de respaldar a las autoridades, con propuestas que generen un contexto, más sólido y competitivo.

Uno de los temas pendientes es la necesidad de gestionar una resolución que permita a las industrias, con el consentimiento del productor, comercializar libremente la producción, ya sea en tranquera de tambo o en plancha de fábrica. Cabe recordar que actualmente, la comercialización solo está habilitada en tranquera de tambo. Otro punto, que genera mayor transparencia dentro del sector, es la publicación de los simuladores de todos los productos lácteos.

Trabajamos para todos los segmentos de la producción y la industria, con el objetivo de generar condiciones favorables para el crecimiento del sector. Somos argentinos, y nadie mejor que nosotros para organizarnos y definir estrategias para nuestro país. El camino hacia el éxito se basa en trabajo, esfuerzo y disciplina. No hay otra fórmula. Sigamos construyendo juntos un futuro prometedor para la lechería argentina.

El autor es accionista de Mastellone Hnos. (La Serenísima)

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