En el fútbol argentino siguen las polémicas con los árbitros pero ahora se le plantan a la AFA, ¿se terminó la era de la sumisión a Chiqui Tapia?

Polémicas, sospechas y quejas. Como nunca antes. ¿Se terminó la época de sumisión en el fútbol argentino? Los dirigentes ya no se tragan la saliva. Y a pesar de que todos levantan la mano en el Comité Ejecutivo, empiezan a hablar de los arbitrajes, cada vez más cuestionados.

El presidente de Banfield, Matías Mariotto, fue contundente tras la derrota ante Estudiantes en La Plata, donde Sebastián Zunino -a instancias del VAR- cobró un penal inadmisible. El joven directivo enumeró las situaciones que perjudicaron a su equipo en cinco fechas.

“En la primera fecha, el penal a Defensa y Justicia no fue. Contra Newell’s, no lo echaron a Lollo. En la tercera fecha, sufrimos a Lobo Medina con Barracas Central. En la cuarta, cobraron penal a Belgrano y no nos dejaron hacer un tiro libre al final del primer tiempo ni ejecutar un córner en el cierre del segundo. Y ahora, a Maldonado le dieron un codazo en la cara y cobraron mano. Evidentemente, esa amenaza que recibió el socio de Banfield está siendo ejercida. Estamos necesitando esa suerte que nos avisaron que íbamos a necesitar”, disparó Mariotto en la zona mixta.

La referencia del mandamás del Taladro tiene que ver con el posteo que hizo Pablo Toviggino a raíz de una publicación del vicepresidente del club, Mauricio Bonafina, quien se expresó tras el gol en offside de Barracas Central. “Aunque las cosas no salgan, aunque el de negro no quiera o el de Ezeiza no vea, nunca hay que dejar de ser”, había expresado el dirigente verdiblanco. Y sobre ese posteo, el tesorero de la AFA, y mano derecha de Claudio Tapia, disparó: “Ahí lo tenés al Pelo…. !! Sábado-Domingo!! Ladies and gentlemen bon soire, sean bienvenidos a la Octava función (2017-2025), pasen y vean los programas y periodistas deportivos más truchos, más bajos, más pavos del mundo. TODOS VIVIENDO DE AFA, inútiles e inoperantes. Desde ahora y para siempre cualquier semejanza con hechos reales correrá por vuestra propia imaginación, arrivederci é buona fortuna!! Porque la van a necesitar en este 2025 … Promesa!! La Guardia Alta”.

En Banfield no cayó nada bien este posteo. Y el penal del martes, impulsó a Mariotto a copar la escena mediática. La respuesta llegó con las designaciones que se conocieron un rato después. Pablo Dóvalo será el árbitro del partido del viernes ante Boca, el mismo que dirigió al Taladro en la primera fecha ante Defensa y Justicia. Se trata de uno de los jueces favoritos de Tapia y esa noche cobró un inexistente penal de Alexis Maldonado sobre César Pérez. En el VAR estará Silvio Trucco. Zunino y el VAR Lamolina, señalados contra Estudiantes, fueron parados.

Y justo llega Boca a Peña y Arenales, que también tiene quejas contra los árbitros. Sin ir más lejos, el sábado arremetió Raúl Cascini tras la derrota en el clásico con Racing. “El árbitro se equivoca otra vez contra nosotros. La misma patada que pega Barinaga, la pega Martirena. No se asusten, no pasa nada, si tienen que echar, echen. Estamos cansados ya de callarnos, cada vez que venimos a esta cancha pasan cosas. Cada jugada dudosa en cancha de Boca, la miran 400 veces”, disparó el ex volante, actual miembro del Consejo de Fútbol que encabeza Juan Román Riquelme.

Cascini explotó por el lateral que Gastón Martirena sacó unos metros más adelante y derivó en el gol de Vietto. También, porque Yael Falcón Pérez no expulsó al uruguayo, que estaba amonestado y bajó a Marcelo Saracchi. En esta última jugada hay que darle la razón. Después, hubo una revisión por una mano de Juan Nardoni que no era sancionable, pero el árbitro fue requerido por Germán Delfino desde el VAR. Los hinchas de Boca se quejan en las redes sociales. El último penal que le dieron al equipo xeneize data del 24 de julio del año pasado en Florencio Varela. El gol fue de Miguel Merentiel. Desde entonces, pasaron 33 partidos.

Y a propósito de Dóvalo, en la segunda fecha expulsó inexplicablemente a Joaquín Laso. El zaguero de Tigre disparó contra el árbitro, camino a los vestuarios en el partido con Argentinos Juniors en La Paternal: “¿Estamos todos locos? Te lo vengo diciendo hace tiempo. Esto ya nos pasó en la cancha de Barracas con Independiente, con este tipo, lo mismo. Dejémonos de hinchar las pelotas porque está muy sucio todo”.

En esa misma jornada, Sebastián Domínguez se enojó con Andrés Merlos porque no le mostró la tarjeta roja a Juan Saborido en el partido que Vélez perdió ante Platense. “Si hablo te prendo fuego”, le dijo el técnico al árbitro. “¿Vos dormis tranquilo?”, lo increpó. Fue suspendido y no pudo dirigir al equipo ante Instituto en Córdoba. “Estoy convencido de que debió haber sido expulsado”, dijo en la conferencia de prensa.

Más reciente fue el penal que el martes no cobró Leandro Rey Hilfer, un manotazo de Marcos Ledesma sobre Luis Angulo. Salíó tarde el número uno y se llevó puesto al colombiano. Fue una jugada que favoreció a Barracas Central, el equipo de Chiqui. Aunque enfrente estaba Central Córdoba, el conjunto de la provincia donde reside Toviggino, aliado del gobernador Gerardo Zamora. Fue unos días después de que Fernando Espinoza -a raíz del llamado de Trucco desde Ezeiza- le anulara un gol a Newell’s en el estadio Madre de Ciudades. El polémico juez mendocino, además, expulsó a Juanchón García por protestar.

Habrá más capítulos, está claro, de esta pelea abierta y sin aparente solución. Desde la AFA no son bien recibidas las críticas. Su brazo ejecutor tiene silbato. A las evidencias hay que remitirse.

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