Conversaciones en el 5° piso para entender las turbulencias

“Incierto es peor que malo”, describen en un importante banco de inversión cuando se pregunta en sus pasillos qué pasa con las acciones, los bonos y el riesgo país argentinos teñidos de rojo en los últimos días. Lo malo, con cierto grado de certeza, es integrable a un plan. Lo incierto, explican, paraliza. Con dosis de la Argentina y del exterior, la incertidumbre copó hoy la parada, hasta el próximo hito oficial.

Con la misma vehemencia con que Javier Milei y su equipo económico enfrentaron la tarea de eliminar el déficit fiscal desde el primer mes de gestión, bajar el gasto un 27% anual, dejar de imprimir billetes y limpiar el balance del Banco Central (BCRA) –tareas que entusiasman al mercado financiero- se tomaron estos días decisiones que comprometen -analizan- el rumbo. Allí aparecen el criptogate, el nombramiento por decreto y en comisión de dos jueces en la Corte o la vuelta carnero en política exterior por la invasión rusa en Ucrania.

“La Argentina siempre fue un país impredecible e inestable, casi como aterrizar un helicóptero con viento”, ejemplifican en el mundo financiero sobre la incertidumbre local. “Lo que pasa es que ahora está aterrizando en un barco con oleaje. Ese barco es el mundo”, completan la metáfora aludiendo a una combinación fatal de incertidumbres en el presente. Empieza a aparecer también un reclamo por más institucionalidad, algo que no está en el ADN de los integrantes de la Libertad Avanza, más preocupados por el fondo que por las formas.

El pedido más resonante vino en las últimas horas desde el poder económico norteamericano, el único núcleo duro que podría preocupar a Javier Milei: la cámara que agrupa a empresas estadounidenses en la Argentina fue la primera en criticar la designación de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla en un duro comunicado.

En el equipo económico ratifican ese escenario de incertidumbre, una volatilidad que -afirman- responde más bien a lo que sucede en Estados Unidos. Sin embargo, siguen cuestionando con incredulidad –como lo suele hacer el Presidente- a quienes “no entienden nada” y “meten ruido” fogoneando el atraso cambiario, la polémica con la shit coin o la vitalidad de relación con Donald Trump o con el Fondo Monetario Internacional.

“Hubo una toma de ganancias”, explican tras el rally de fin de año y sobre los últimos días de los activos financieros en el plano local e internacional. En el quinto piso del Palacio de Hacienda afirman que no pasa mucho localmente y que los ruidos, más allá de los mediáticos, vienen del exterior.

La confianza del consumidor en EE.UU. cayó a su peor nivel desde agosto de 2021, luego de los aranceles de Trump y la sensación de que las tasas de la Reserva Federal (Fed) bajarán, pero que lo harán a una velocidad menor a la esperada. “Afuera está pesado y para ir a contramano tenés que esperar buenas noticias pronto. Tal vez el mercado no las espera. Lo cual es buena noticia, porque quiere decir que no está priceado el escenario bueno”, destacan en el 5° piso del Ministerio de Economía.

“Amarga espera”, coincidió Germán Fermo, profesor de la Universidad de San Andrés y hombre que conoce los humores de los mercados al detalle. “Cada día que transcurra en donde no se confirme el acuerdo con el FMI, Wall Street seguirá vendiendo Merval. La ‘no noticia’ es en este contexto una ‘mala noticia’. La negatividad del mercado en USA no ayuda”, explicó. En febrero, el Merval derrapó un 18% y los bonos, un 5%.

El ministro Luis Caputo en conferencia de prensaWalter Carrera

En el Ministerio de Economía reafirman que el acuerdo sigue cocinándose y descartan cortocircuitos con el Fondo. “Cero”, acotan sobre los que anuncian contrapuntos, sobre todo con el tipo de cambio. La fecha pretendida es fin de marzo o comienzos de abril, antes de la reunión de primavera del Fondo. Las cifras vuelan: la última que se escuchó en Nueva York rondaba los US$11.000 millones de fondos frescos con un desembolso importante al inicio del programa y con salida gradual del cepo. Economía prefiere no confirmar nada aún.

Quienes conocen estos tipos acuerdos de cerca creen que el Gobierno logrará cerrar el nuevo programa, pero alertan sobre cómo la geopolítica puede incidir sobre el mismo, sobre todo luego del giro de Milei con relación a la situación de Ucrania. Europa se está abroquelando frente a un EE.UU. que refuerza negocios con Vladimir Putin por la explotación de minerales en Ucrania tras una potencial paz. Trump y Putin alientan un nuevo tablero global con protagonistas fuertes y “zonas de influencia”. Los avances sobre Groenlandia y el “Golfo de América” (de México, en rigor) son pequeñas muestras gratis.

“Europa debe independizarse de Estados Unidos”, aseguró Friedrich Merz, el probable futuro canciller de Alemania luego de las elecciones del domingo. Si el bloque europeo replica esa reunificación en el board del FMI podría contrarrestar –en medio de esa incipiente batalla geopolítica- la influencia de la Secretaría del Tesoro de los EE.UU. para avanzar en un acuerdo con la Argentina, que no sólo es un peligroso acreedor frente al mundo, sino que está ahora más alineado a la retórica trumpista en la solución de un conflicto con Putin que amenaza a los europeos. Esto es lo que creen especialistas que siguen las negociaciones desde Nueva York.

Estos infieren que se acrecentarán las preguntas en el organismo sobre cómo los dólares frescos que ingresen al Tesoro y, de ahí, al BCRA para sanear su balance –compra de letras intransferibles- no serán usado para financiar la salida del stock de utilidades de empresas multinacionales (las estiman en entre US$5000 y $6000 millones y en los últimos tiempos, según informes del BCRA, fueron la principal fuente de inversión extranjera directa en el país) en un contexto en el que los analistas hablan de atraso y cuando incluso, Luis Caputo, dijo ya que no devaluará una vez firmado el programa. Para no usar dólares, larga vida al cepo. Mientras, los dólares comprados por el BCRA gracias a la liquidación del campo o préstamos en dólares son usados, en parte, como el blend, para estabilizar la brecha en niveles bajos, lo que frena expectativas de devaluación.

Sin embargo, hasta los más pesimistas -opositores y técnicos- consideran que el acuerdo tarde o temprano se cerrará políticamente. En Economía las comunicaciones con el Fondo son diarias. Y allí rescatan no solo los elogios de Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE.UU., días atrás, sino que los fundamentals están más fuertes que nunca. “Tuvimos superávit financiero en enero sin impuesto PAIS y la economía crece incluso mientras hacemos más ajuste”, afirmó una fuente del Ministerio de Economía sobre el dato del EMAE, que mostró un crecimiento interanual de 5,5% en diciembre y una caída promedio de 1,8% de la economía el año pasado (se trata de un dato muy por debajo de lo estimado meses atrás por el mercado).

El debate entre Milei y los economistas por el dólar volverá cuando se disipen los escándalos de Libra y Lijo. No caben dudas. Nota aparte: una encuesta de Casa Tres indicó que a la mayoría de los argentinos (43%) no lo interesa el caso del juez. Pesa más el dólar bajo y la compra en cuotas. Sí, es cosa del círculo rojo, que, aunque no parezca importante, está entre esas fuerzas que mueven el dólar en el mercado mayorista. Pero esos actores también miran la política: Milei no solo frenó una comisión investigadora con respaldo de gobernadores, que no tiene, sino que LLA está primera como fuerza en la provincia de Buenos Aires, según un relevamiento de Managment & Fit. Hablando de nombres, Cristina Kirchner supera por solo un punto a José Luis Espert.

Los números oficiales sobre los argentinos, el verano, las playas y las compras en el exterior encendieron las alarmas para aquellos que dicen que el dólar está barato, pese a que se use más el MEP que el dólar tarjeta. El Indec informó esta semana que el turismo emisivo en enero subió un 74,9%. El 87,5% fue a países limítrofes. ¿Principales destinos? Brasil, con 32,8%; Chile (22,9%), y Uruguay (16,3%). El Gobierno cree que la apreciación del peso se da gracias a un programa de estabilización que consideran exitoso. Pese a eso, el cepo cambiario persiste en un contexto en que las reservas -en términos netos- todavía siguen en terreno negativo.

“Febrero comenzó con la baja del crawling peg a la mitad (del 2% mensual al 1%) y termina con el Tesoro subiendo la tasa de colocación. Esto mejora las condiciones para el carry trade”, escribió el analista Christian Buteler. La consultora privada Econviews contó que la devaluación implícita en los contratos futuros promedia 1,7% mensual entre marzo y septiembre, y sube a 2,5% entre octubre y diciembre. La diferencia contra el oficial con crawling al 1% en diciembre llega a 9,8%. Los “ruidos” reaparecen en una semana en la que Bank of America -noticia replicada con entusiasmo en varios medios cercanos al cristinismo- anticipó un dólar de $1400 a fin de año. Caputo ya negó varias veces públicamente que no devaluará el peso. También Milei.

Con respecto a la suba de tasas de interés y a los bonos más cortos ofrecidos en la última licitación, en Economía afirmaron que, con el canje de enero, ya habían “limpiado” la deuda que puede caer cerca de las elecciones intermedias y que la eliminación de las PASO dejará menos volatilidad para los pesos sueltos. Ahora, dicen, atraparon más billetes a guardar en el BCRA, un respaldo para evitar sustos en próximas licitaciones. Para eso subieron levemente la tasa, pero acortando plazos para no seguir pagándolas a mediano plazo, en el que –creen- seguirá la desinflación. Febrero, por la carne, viene más alto a lo pensado.

Mientras, el mercado estará atento a las palabras del Presidente en el Congreso en la apertura de sesiones. Se espera, que, más allá de denunciar la existencia gimnasios privados en la exAFIP (dato: tras unas vacaciones de una semana de su administrador general en el exterior, el titular de la DGI, Andrés Vázquez, estará fuera de juego por una intervención quirúrgica), se avance con novedades en la competitividad sistémica, o sea, entre otras cosas, en más desregulaciones, baja del gasto y, por ende, de gravámenes, tal como sucedió hoy con la eliminación de la suspensión de los certificados de exclusión de IVA y Ganancias. Los empresarios quieren ver detalles del plan que trabaja Economía de premios y castigos para incentivar a provincias y municipios a reducir impuestos, un paso clave para hacer sostenible una economía que quedó cara en dólares.

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