Si el conductor le da arranque a un auto y no enciende, es señal de que hay una falla. Para empezar, uno de los motivos más comunes por los que sucede es porque la batería de la unidad se agotó; esta pieza, que dura entre tres y cuatro años, es la encargada de proveerle a todo el auto la corriente eléctrica.
Ante esta situación, es necesario llamar a un auxilio mecánico para que traslade la unidad a un taller o bien haga el reemplazo de la batería en el momento. Es importante consultar en ese momento la vida útil de la nueva, para poder prever este tipo de problemas para más adelante. Otra solución sería contar con un auto de apoyo y darle una carga con los cables cocodrilo para poder continuar la marcha.
Otra falla frecuente que puede derivar en problemas al arrancar es que el motor de arranque esté averiado. En ese caso, la solución es señalizar el detenimiento del vehículo si se está en la vía pública y luego llamar a la grúa para el traslado del auto y su posterior reparación en un taller mecánico.
Ahora bien, hay un tercer motivo por el que el auto puede no arrancar es que el vehículo no tenga más combustible. En ese caso, será necesario darle una carga suficiente para que pueda volver a circular. Es importante, en casos donde una unidad pasó mucho tiempo sin moverse, que se revisen los filtros y depósitos de combustible antes de cargarlos y ponerlo en marcha, ya que residuos allí almacenados podrían provocar complicaciones mayores.
En caso de que un auto se quede sin batería y se elija utilizar la solución provisoria se van a necesitar los cables, conocidos como “cocodrilo”, y otro auto —con batería—.
LA NACION
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