el dolor de los asilados en la embajada argentina en Venezuela por la muerte de un ex compañero
El 20 de marzo del año pasado, la Fiscalía de Venezuela afín al régimen de Nicolás Maduro acusó de delitos de “conspiración” y “traición a la patria” a seis opositores. Tras una gestión de Cancillería, pudieron refugiarse ese mismo día en la embajada argentina para evitar ser detenidos por el pedido de captura. Ninguno sabía que a partir de ese momento comenzaría un encierro en condiciones inhumanas que lleva ya casi un año.
El miércoles se dio a conocer la muerte de Fernando Martínez Mottola, uno de los seis asilados que pasó nueve meses privado de su libertad. Era ex ministro y asesor de la alianza opositora Plataforma de la Unidad Democrática (PUD), y fue el último en refugiarse en la embajada, el pasado 21 de marzo. Como no aguantaba más, decidió entregarse el 19 de diciembre y denunció ante la fiscalía “hechos violentos, conspirativos y desestabilizadores”.
Sus últimos meses de vida los pasó asediado con el resto de sus compañeros, sufriendo por no poder ver a su familia y por la represión constante en Venezuela. Según Emilio Figueredo, ex embajador y allegado a Mottola, la causa de muerte fue un derrame cerebral.
Los otros cinco asilados siguen refugiados y se pronunciaron en las últimas horas. Son Magalli Meda, directora de campaña de la líder opositora María Corina Machado; Omar González, Claudia Macero y Humberto Villalobos, todos colaboradores del partido Vente Venezuela, que lidera Machado; y Pedro Urruchurtu Noselli, coordinador de la campaña de Machado y González Urrutia.
Ellos están viviendo atrapados desde hace casi un año, bajo la vigilancia de las fuerzas de seguridad del régimen chavista, y en condiciones degradantes que fueron empeorando cada vez más con el pasar de los meses. Hoy viven con muy poca comida, sin luz, sin agua y sin medicamentos.
Magalli Meda despidió a su compañero a través de un posteo en sus redes sociales: “Se fue con Dios un gran venezolano. A Fernando lo conocí en el 2010 y trabajamos juntos en muchas luchas democráticas junto a María Corina. Nos conectaba una pasión por Venezuela, el profundo amor por la familia y por el mar”.
“Recuerdo perfectamente que cuando me vio (dentro de la embajada), me dijo ‘estás aquí, qué bendición'”, mencionó Magalli y agregó que esa frase se la repetía constantemente durante el tiempo que pasaron encerrados juntos. “Fernando vivió 9 meses de mucha angustia. Vivimos cuatro asedios terribles y del último no hemos salido aún”.
Magalli también recordó cómo empezó el refugio para todos. Dijo que el 20 de marzo “se desató una despiadada persecución” sobre ella y el resto cuando estaban en la casa de Martínez Mottola. “Todo pasó muy rápido. Acusaciones horribles, órdenes de captura. Ese día, gracias a una gestión humanitaria de la Cancillería Argentina que actuó rápido y su Ministro en Venezuela Gabriel Volpi, nos abrieron las puertas y fuimos llegando uno a uno a la Quinta Buenos Aires”, rememoró.
El 23 de noviembre, hace 95 días, la empresa Corpoelec le cortó la electricidad a la embajada, que está bajo custodia de Brasil desde el 29 de julio, cuando Venezuela rompió todo tipo de relaciones con Argentina. Magalli contó que solía caminar con Fernando todas las mañanas durante el encierro, y que Fernando tenía la costumbre de mandarle fotos a su familia, hacer ejercicio y escribir diariamente.
“No es normal lo que vivió Fernando. No es normal separarlo de su familia. Su corazón dolía estando acá adentro por tantas injusticias, su corazón dolía afuera y seguirá doliendo junto a Dios. Desde la Quinta Argentina, donde continúa esta pesadilla, te despedimos y te honramos Fer”, cerró Magalli emotivamente.

Otro de los compañeros que se pronunció fue Omar González Moreno. En sus redes sociales publicó un posteo despidiéndose junto con un mensaje bastante fuerte sobre la situación que están viviendo: comparó el asedio con un campo de concentración nazi.
“Sin duda alguna, otra víctima (Fernando) del despiadado régimen de Nicolás Maduro y sus cómplices”, lanzó, y comenzó a describir crudamente su experiencia: “Puedo afirmar que nuestra situación se asemeja bastante a la que sufrieron los presos de los campos de concentración nazi. Aquí vivimos en condiciones inhumanas: sin electricidad, sin agua, sin otros servicios básicos para cualquier ser humano”.
“La vigilancia es asfixiante: estamos rodeados por policías fuertemente armados, francotiradores apostados en los tejados, drones que sobrevuelan constantemente la sede diplomática, sofisticados sistemas de interferencia telefónica e internet; creando un ambiente de terror y control absoluto”, agregó. Incluso, explicó que los de seguridad utilizan manadas de perros rottweiler y pastores alemanes para intimidarlos aún más.

Cómo viven los cinco asilados
Desde el 23 de noviembre, la embajada está sin electricidad. Ese día un vehículo de Corpoelec, la empresa estatal de electricidad, asistió a la sede y se llevó los fusibles. “Una empresa estatal se presta para asediar y quitarle servicios a una embajada. Creo que es la mayor evidencia de la violación de la Convención de Viena”, dijo Urruchurtu en una entrevista que dieron todos los refugiados con la BBC en diciembre.
Para poder cumplir medianamente sus necesidades básicas, utilizaban un generador eléctrico, una “planta”, que encendían a las cuatro de la mañana, el único momento en el que podían comunicarse con sus familiares. Pero, hace nueve días, esa planta se dañó por lo que ya no tienen ningún recurso para mantener los alimentos refrigerados.
“Como no hay electricidad, el agua no llega”, añadió Urruchurtu, y explicó que el agua solo ingresa cada 15 días o cuando las autoridades lo decidan: “Lo poco que ha entrado de agua potable ha sido literalmente por autorización de las fuerzas de seguridad que deciden cuándo, cuánta agua y cómo entra”.
El personal de la sede diplomática tuvo que ser enviado a su casa por las graves condiciones, por lo que los cinco opositores se encuentran completamente solos. Este mismo personal es el que los ayudaba a buscar agua, medicamentos y alimentos como fideos y enlatados, cosa que ya es mucho más difícil.
La opción más viable que tenían era la entrega de comida a domicilio que trasladaban motorizados de empresas privadas, pero debido a los peligros que esto representa, ellos ya no quieren ni completar los pedidos. “Si dejan pasar a quienes nos hacen delivery, les hacen preguntas incómodas, se les acusa de estar colaborando con terroristas. Eso suena a un clima de terror que hace que tengan miedo de venir”, dijo Urruchurtu.

La única herramienta que utilizan para poder comunicarse con sus familiares es un ventilador con panel solar que ingresaron los mismos asediados, en el que pueden cargar sus celulares, publicó Comando Con Venezuela en su cuenta de X hace cuatro días.
“Todo lo estamos racionando. La poca electricidad que tenemos, la poca agua que ingresa, el tema de la comida o de primeros auxilios, medicamentos, etcétera. Es complicado el acoso”, cerró.
Corina Machado denunció que estaban tratando de ingresar a su casa
Este jueves, la líder opositora publicó un mensaje alarmante en su cuenta de X, que decía que “hombres no identificados” estaban “tratando de entrar a la fuerza” a su casa en Caracas. “Están amenazando con detener a los vecinos y al vigilante”, advirtió.
Inmediatamente, el mensaje causó preocupación, por lo que la cuenta oficial de su partido, Vente Venezuela, denunció que esta operación formaba parte del “patrón sistemático de asedio y persecución contra ella y una clara violación a la privacidad”.
Machado compartió fotos de las personas que estaban merodeando alrededor de su casa. El 7 de enero también había denunciado un asedio parecido, pero en la casa de su madre de 84 años. Un dron sobrevoló la zona, que además fue afectada por un repentino corte de electricidad.

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