En la previa de su visita al Congreso, Milei le pidió a Kicillof que renuncie y habilite una intervención federal en la Provincia

Milei quiere a Kicillof arrodillado”, resumió un importante funcionario del Ejecutivo al tanto de las políticas de seguridad horas después de que el Presidente recomendara en X al gobernador de la Provincia que renuncie y permita la intervención federal en la Provincia para resolver la crisis de inseguridad, en el centro de la escena tras el asesinato de Kim González, la menor de 7 años. El mandatario bonaerense le respondió en un acto con intendentes y referentes del peronismo.

El jefe de Estado había tuiteado muy temprano, a las 7.05, para marcar la agenda en un día con malas noticias en el plano internacional -con la caída de acciones de las empresas argentinas- tras la aparición de un extenso artículo en The New York Times por el escándalo de $Libra.

En la práctica, una intervención federal resulta impracticable, porque necesita el aval del Congreso. Desde el regreso de la democracia, hubo seis intervenciones federales: 4 con Menem (Corrientes, Santiago del Estero, Catamarca y Tucumán; una con De la Rúa (Corrientes) y una con Néstor Kichner (Santiago del Estero).

La sugerencia presidencial despertó la indignación de todo el peronismo, dividido tras el lanzamiento de la agrupación de Kicillof que busca desafiar el liderazgo de Cristina y Máximo Kirchner. La interna del peronismo nacional y bonaerense se apagó en las últimas horas para contestarle a Milei. Los gobernadores de UxP -que este sábado no asistirán a la inauguración de sesiones ordinarias en el Congreso- se solidarizaron con Kicillof, quien por la tarde respondió en un acto.

El ex candidato presidencial de UxP Sergio Massa, también se plegó a las críticas al Presidente, pero –como adelantó Clarín– insistió con una plan de reforma del ministerio de Seguridad, que el gobernador por ahora no contempla y se desmarcó del discurso del ministro bonaerense Javier Alonso que señala la baja de los homicidios en enero y en febrero con respecto a los mismos meses de 2024. El gobernador bonaerense, de todos modos, recibió la solidaridad de dirigentes radicales y de otros partidos.

Baño de sangre en PBA y la incompetencia de Kicillof“, fue el título de la carta del Presidente, en la que le pidió que se corra del camino para que el Gobierno pueda intervenir la Provincia.

“Nuestra visión sobre cómo afrontar el problema es tan distinta y usted claramente no puede resolverlo (si no pudo administrar un bar menos una provincia), dado que está admitiendo su fracaso, si le interesa el bienestar de los bonaerenses córrase del camino (esto es, renuncie) y déjenos intervenir la Provincia. En un año nosotros vamos a terminar con la violencia”, sentenció el mandatario.

Patricia Bullrich, que se había mantenido ajena a los pedidos incipientes de renuncia por el asesinato de Kim González, en La Plata, que comenzaron el jueves se sumó a las críticas del Presidente para avalar sus dichos.

“Para un problema concreto, una solución concreta (…) Nos están llamando a los gritos y por eso el Presidente dice córrase y dejen a los que saben”, consignó en declaraciones a A24. La ministra no olvida que el peronismo de la Provincia se opuso a la sanción de las leyes de reiterancia y la antimafia, que acaba de sancionar el Congreso.

Los armadores libertarios en la Provincia, que responden a Karina Milei, no descartan una salida intermedia pero igualmente polémica ante la imposibilidad de que el Congreso avale una intervención: la declaración de la emergencia en materia de seguridad; a tiro de decreto.

El problema es que, más allá de las declaraciones rimbombantes, Bullrich se resiste a utilizar a las fuerzas federales -que actuarían en caso de emergencia- para patrullar la Provincia, a menos, claro, que Kicillof lo pidiera, algo que no está en los planes del gobernador. Cualquier otra decisión, obedecerá a una reacción política.

En 2016, la presión de los intendentes y de la entonces gobernadora Vidal obligaron a la ministra a volver a desplegar el conurbano con más de 6 mil gendarmes, una política que inauguró Cristina Kirchner en 2009 con el Plan Centinela.

El gobernador había contestado el jueves a la presión del Gobierno tras un nuevo asesinato, que conmocionó a la opinión pública, en el Gran Buenos Aires. “No ha habido ninguna inversión del gobierno nacional en seguridad y han quitado fondos“, dijo antes de denunciar la utilización política de las muertes. La Provincia demandó a la Nación ante la Corte Suprema por el incumplimiento del pago del fondo de fortalecimiento fiscal que el Congreso votó en 2021 y que equivale a $750 mil millones. Deberá definirlo el máximo Tribunal, con un nuevo equilibrio tras la jura de Manuel García Mansilla, nombrado en comisión por decreto, y expectante por las dudas alrededor de Ariel Lijo, designado por el Gobierno.

El Presidente había había replicado en X el jueves un mensaje de José Luis Espert, su principal carta electoral, en contra del gobernador. El sábado llevará al Congreso una agenda de seguridad, que incluye la presentación del nuevo código penal, con penas más duras y la efectivización de la prisión perpetua.

Milei intercala sus críticas a los referentes opositores, que paradójicamente necesitan de ellas para ocupar el centro de la escena política. El Gobierno licua así el protagonismo opositor.

La senadora provincial de LLA Florencia Arietto había pedido la renuncia del ministro Alonso y se sumó a la convocatoria a una marcha para pedir el juicio político del gobernador prevista para este miércoles, frente a la gobernación, a la misma hora en la que Kicillof inaugurará las sesiones ordinarias de la Provincia.

Funcionarios del oficialismo se plegaron al hashtag #RenunciaKicillof, pero no alcanzó para superar el escándalo del criptogate, que convirtió en tendencia #RenunciaMilei.

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