Una familia agropecuaria logró la reapertura de una escuela rural y apoya a los hijos de sus empleados en la universidad

Grupo Médanos es una empresa agropecuaria de la familia Jaratz con más de cien años de historia, marcada por la evolución y la adaptabilidad en un sector que exige innovación constante. Con base en el sur de la provincia de Buenos Aires, desarrolla un modelo mixto de producción, combinando agricultura y ganadería en un equilibrio que no solo optimiza recursos, sino que también promueve la sostenibilidad.

Actualmente cuentan con dos campos: Don Pancho, en Coronel Pringles, conformado por hectáreas cultivables y sierras, y Paso Alsina, en Patagones, caracterizado por valle y monte natural. Allí, la familia ha apostado por la incorporación de tecnología, el riego como herramienta clave para el crecimiento y, en los últimos años, un fuerte compromiso con la educación de la comunidad que los rodea.

“Siempre pensamos el campo con una mirada de largo plazo. No buscamos explotar la tierra de manera intensiva en el corto plazo, sino lograr sistemas que puedan mantenerse en el tiempo y que sean rentables en las condiciones que nos tocan”, explicó Andrés Jaratz, productor agropecuario. Esa visión se refleja en la combinación de ganadería y agricultura, un esquema que permite la rotación de cultivos, el aprovechamiento de rastrojos para la alimentación del ganado y el mantenimiento de los suelos en condiciones óptimas.

Paso Alsina tiene 20.000 hectáreas, con 15.000 de monte natural y 5000 de valle

La producción agrícola se centra en cultivos como cebada cervecera, maíz, girasol y cebolla, entre otros. Además, el sistema de riego es una inversión clave en un contexto donde el clima puede ser un factor limitante. “Nos permite ser eficientes en el uso de los recursos y sostener rendimientos más estables a lo largo del tiempo”, señaló Jaratz. En la zona de Pringles, utilizan riego por aspersión mediante pivots, mientras que en Patagones trabajan con riego por gravedad, una técnica adaptada a las condiciones de la región.

El uso de tecnología también se extiende a la agricultura de precisión, con el monitoreo constante de los lotes a través de imágenes satelitales y la aplicación variable de insumos según las necesidades del suelo. Además, el grupo produce semillas en convenio con empresas, un proceso que implica controles estrictos de calidad y un manejo agronómico específico para garantizar la pureza de las variedades.

En Paso Alsina el riego es fundamental, con 1000 hectáreas sistematizadas, permitiendo cultivos como cebada, maíz y pasturas, además de horticultura (cebolla)

Sin embargo, uno de los aspectos más destacables de esta familia es el vínculo con su comunidad: “Tenemos el área educativa, donde hacemos especial énfasis en acompañar con educación a las familias de nuestros colaboradores”, explicó Jaratz. En su campo de Patagones lograron la reapertura -en 2007- de una escuela rural que había estado cerrada durante décadas.

“La escuela estaba en infraestructura, pero se encontraba cerrada”, agregó Oscar, padre de Andrés. “Nosotros como poblamos el campo, vinieron más chicos y conseguimos reabrirla”. La iniciativa no solo benefició a los hijos de los empleados del campo, sino también a otras familias de la zona que encontraron en la escuela una solución para la educación de sus hijos. En este sentido, los Jaratz también han invertido en mejorar la conectividad de la zona, instalando internet para que los alumnos puedan acceder a materiales de estudio y capacitaciones.

Además de garantizar la educación primaria en la zona, el grupo también fomenta que los jóvenes continúen con la secundaria e incluso con estudios universitarios. “Es fundamental que los chicos tengan oportunidades y que sepan que pueden aspirar a más”, afirmó Andrés. “Intentamos acompañarlos en la universidad donde hacemos una especie de esfuerzo compartido, donde el chico tiene que estudiar, la familia tiene que ayudar y desde el campo apoyamos económicamente a la familia, para que ese chico pueda seguir estudiando”, dijo Oscar.

El colegio, que en un momento llegó a ser la escuela rural con más alumnos del partido de Patagones, volvió a abrir sus puertas en 2007

El crecimiento del Grupo Médanos ha estado marcado por decisiones estratégicas. En un contexto en el que la producción de granos enfrenta volatilidad en los precios y en las condiciones climáticas, la empresa apuesta por expandirse y crecer: “Nosotros somos agradecidos de lo que vivimos siempre y queremos crecer. A futuro, planeamos seguir invirtiendo en riego y en todo lo que es agricultura con ambientes”, destacó Andrés.

También ven en la ganadería un sector con potencial de crecimiento. “La relación de precios entre el grano y la carne hace que hoy la ganadería sea un negocio atractivo. Estamos viendo la posibilidad de aumentar la producción, siempre manteniendo nuestro enfoque sustentable“, continuó Jaratz.

Con una mirada puesta en el largo plazo y en la sustentabilidad, la firma representa un modelo de cómo la innovación y el compromiso social pueden ir de la mano en el sector agropecuario. “Tenemos un equipo de gente, una estructura de muchos años, y la idea es seguir creciendo en esta área, donde está nuestra gente”, comentó Oscar. “Como grupo, queremos destacar el compromiso de nuestros colaboradores, que nos han acompañado en estos años”.

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