El Papa pasó “una noche tranquila“, desayunó y reposa, informó el Vaticano. Es el tercer domingo desde que fue internado en el Hospital Gemelli y luego de que se despertaran las alarmas por una nueva crisis respiratoria que generó preocupación por su salud este viernes.
Francisco tampoco pronunció el Ángelus dominical, que dejó en voz de un asistente. La sede católica difundió un texto escrito en el que tras la bendición, el sumo pontífice ratificó “el no a la guerra que destruye, destruye todo, destruye la vida e induce a despreciarla.”.
“No nos olvidemos –prosiguió el texto de Jorge Bergoglio- que siempre la guerra es una derrota. En este Año Jubilar, renuevo el llamado, especialmente a los gobernantes de fe cristiana, para se ponga el máximo empeño en las negociaciones para poner fin a todos los conflictos en curso”.
“Recemos –concluyó- por la paz en la martirizada Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudan, Nork Kiwu”.
Tras saludar a los grupos presentes en la plaza de San Pedro que lo vivaban con emoción, Francisco les deseó “buen domingo y pidió: “Por favor, recen por mi”.
En los 17 días transcurridos en la suite reservada a los papas en el décimo piso del hospital Gemelli, los médicos informaron que su salud es “estable” aunque reiteraron como siempre que el pronostico sigue siendo “reservado”, según el parte médico de este sábado.
El viernes, Francisco sufrió una crisis respiratoria de “broncoespasmo” que empeoró su saluden tras varios días de mejorías “leves”.
Desde entonces, el Papa no registró nuevas crisis y mantiene el tratamiento basado en alternar “ventilación mecánica no invasiva con largos períodos de oxigenoterapia”. Además se le practica una terapia respiratoria, según informaron las fuentes médicas vaticanas.
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