El Papa sigue con pronóstico reservado pero dio buenas señales tras la última crisis


ROMA.- Después del nuevo susto de ayer, cuando el papa Francisco, de 88 años, volvió a tener una crisis respiratoria por un broncoespasmo, un agravamiento que hizo temer nuevamente lo peor, el nuevo parte médico, difundido este sábado poco antes de las 19 locales, fue tranquilizador. Y, aunque volvió a repetir que sigue con pronóstico reservado -es decir aún no fuera de peligro- dio a entender que el Pontífice vuelve al camino de la recuperación.

Las condiciones clínicas del Santo Padre se mantuvieron estables. Alternó ventilación mecánica no invasiva con largos periodos de oxigenoterapia de alto flujo, manteniendo siempre buena respuesta al intercambio gaseoso”, indicó. Esto último quiso decir que no está siempre con una máscara que cubre nariz y boca y con soporte mayor de oxígeno que por primera vez comenzó a utilizar ayer después de su crisis de broncoespamso y que era buena la capacidad de los pulmones de inspirar oxígeno y restituirlo al cuerpo.

“El Santo Padre se encuentra afebril y no presenta leucocitosis”, añadió, algo que fue, también, un alivio, ya que significa que el episodio del viernes, cuando un broncoespasmo desembocó en un episodio de vómitos con inhalación que determinó que fuera prontamente broncoaspirado, no provocó lo que más se temía, es decir, una infección, vista la ausencia de leucocitosis, es decir, glóbulos blancos.

El parte, siempre lleno de detalles por voluntad de Jorge Bergoglio, agregó, además, que “los parámetros hemodinámicos siempre se han mantenido estables”, que “continuó alimentándose y regularmente realizó la fisioterapia respiratoria, colaborando activamente”. “No presentó episodios de broncoespasmo”, mencionó también el parte, al subrayar, como también había hecho en la víspera, que el “Santo Padre está siempre atento y orientado”.

“Por la tarde recibió la Eucaristía y luego se dedicó a la oración”, precisó, al concluir, de todos modos y como desde hace más de una semana, que el “pronóstico sigue reservado”.

Velas y una foto del papa Francisco se ven frente al Policlínico Agostino Gemelli, en Roma, el sábado 22 de febrero de 2025Alessandra Tarantino – AP

Fuentes vaticanas dieron a entender que el parte, entrelíneas, comenzaba a responder, en forma positiva, la pregunta sobre qué incidencia tuvo el broncoespasmo en el empeoramiento de las condiciones del Papa, cuya reacción iba a poder verse en 24 y 48 horas. Habiendo pasado más de 24 horas del incidente, que ocurrió a las 14 del viernes, el equipo médico dejó en claro que no ocurrió lo más temido. Es decir, que se generara una nueva infección en los pulmones debido a la broncoaspiración.

Ya por la mañana, el vocero papal, Matteo Bruni, había dado a entender que la alarma de la víspera había amainado al asegurar que el Papa había pasado “una noche tranquila”. Fuentes vaticanas subrayaron poco después que, como confirmó el parte, ya no había tenido más crisis de “broncoespasmo” y que estaba sin fiebre. Se despertó y tomó café” y como siempre leyó algunos diarios, añadieron. Reiteraron, además, que se trató de una situación distinta a la del sábado pasado, cuando el Papa tuvo una crisis respiratoria asmática prolongada -luego superada- que se generó porque no podía respirar. En este caso, la crisis tuvo que ver con un ataque de tos que provocó luego el vómito, que fue inhalado y terminó en los bronquios, que debieron ser aspirados.

Este episodio también logró ser superado gracias a una ventilación mecánica no invasiva -maquinaria que implica una máscara para el oxígeno que cubre nariz y boca, distinta y más potente de la mascarilla tipo Ventimask mencionada el jueves-, que determinó una “buena respuesta al intercambio gaseoso”, es decir, a la oxigenación.

Otros datos que aplacaron los nervios y la psicosis por un desenlace fatal fueron que el Papa, que se puede mover -con las dificultades que todo el mundo conoce por su problema en la rodilla-, desde su cuarto se desplazó hasta la capillita de su departamento en el décimo piso del hospital. “Estuvo rezando 20 minutos”, dijo un fuente bien informada, que añadió que Jorge Bergoglio, indómito, sigue de buen humor. Y que este sábado “no trabajó” sino que tuvo una jornada más descansada.

Velas que representan al Papa Francisco se colocan en la estatua de Juan Pablo II fuera del hospital Gemelli donde el Papa Francisco está hospitalizado en Roma el 24 de febrero de 2025.TIZIANA FABI – AFP

“Me parece que la situación parece bastante estable y que mejoró con respecto a ayer: los médicos han alternado la ventilación mecánica, que era un paso para atrás, con oxigenación de alto flujo; no tiene leucocitosis, que quiere decir que no tuvo un aumento de los glóbulos blancos, algo que es una señal positiva porque los glóbulos blancos suben cuando hay infección”, comentó a LA NACION Annalisa Bilotta, médica del Hospital Internacional Salvator Mundi, de esta capital. “Parece que, además, que el Papa está siguiendo con la fisioterapia respiratoria, esta siempre atento y orientado, así que no veo una situación problemática como la de ayer. Se puede decir que ha mejorado con respecto a ayer, aunque los médicos mantienen su cautela y su pronóstico reservado”, añadió, analizando el parte.

Mientras el Vaticano hizo saber que mañana, por tercer domingo consecutivo, no habrá Angelus con presencia física del Papa, sino que enviará un texto escrito, el hospital Gemelli seguía siendo meta de grupos de monjas, seminaristas, familias con chicos, peregrinos extranjeros llegados para el Jubileo, que quieren demostrarle su cercanía al máximo jefe de la Iglesia católica, internado allí desde hace 16 días. Pese a la lluvia, con paraguas y conmovidos, iban dejando mensajes, flores, dibujos ante la estatua de san Juan Pablo II que se levanta en el ingreso del nosocomio, donde pusieron fotos del papa del fin del mundo, velas y que se ha vuelto meta de peregrinación para quienes quieren rezar por la recuperación de Francisco.

Siempre debido a la lluvia, la maratón del rezo del rosario que comenzó el lunes pasado en la Plaza San Pedro, se trasladó este sábado a la Basílica vaticana. En un clima de alivio en comparación a ayer cuando la tristeza marcó el momento, dirgirá el rosario el cardenal italiano Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.

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