Milei buscó salir del escándalo cripto y avisó que ya arrancó la campaña

El discurso de Javier Milei, como todos los del Presidente, fue preparado para impactar con fuerza en la política y en la opinión pública. Aun así, su exposición para abrir las sesiones ordinarias de Congreso 2025 fue de confección diferente. Por primera vez desde que llegó a la Jefatura del Estado, Milei perdió en los últimos días la total centralidad en la discusión pública. El escándalo del criptogate, sumado a la polémica por el nombramiento por decreto de dos jueces de la Corte, son temas incómodos para la Casa Rosada: con sus declaraciones de este sábado, Milei espera volver a retomar el control de la agenda.

El discurso, con el anuncio de que el acuerdo con el FMI será enviado al Congreso, fue pensado no sólo para destacar lo que Presidencia considera como un éxito en la gestión económica, sino también como una novedad que podría desplazar los debates públicos más incómodos para el oficialismo. Así se lo confirmaron a Clarín calificadas fuentes oficiales. Al mismo tiempo, la apertura de las sesiones del Congreso dibujó con palabras la estrategia que La Libertad Avanza (LLA) desplegará en la campaña electoral.

La serie de reformas anunciadas por Milei, como el cambio en la política fiscal y el cambio en las normas laborales, serán parte de otras serie de ejes discursivos que utilizarán los candidatos de oficialismo para ganar las legislativas de este año. La campaña electoral ya empezó; Milei es el principal activo electoral de LLA. Pero no será candidato. Es por eso que el diseño de la retórica proselitista que los libertarios repetirán a partir de ahora se basará en lo dicho por el Jefe de Estado en el Congreso.

El Presidente insiste hace meses en que las elecciones de este año son de total relevancia para su proyecto político.

Un discurso presidencial es siempre una herramienta de la comunicación. Las novedades que difundió Milei tuvieron en cuenta como nunca antes a diferentes problemas que surgieron en el primer año de gestión libertario: desde el oficialismo esperan mejorar la narrativa para poder enfrentar con mayor solidez a estas cuestiones que utilizará la oposición para intentar lacerar su imagen pública.

La alusión de Milei a cuál es su verdadero interés en la duración de su mandato, la enumeración de los recortes en el Estado, y los proyectos legislativos anunciados serán también partes central de la estrategia de los oficialismo para volver a controlar la agenda sin tener que desviarse por cuestionamientos opositores. La propuesta de privatizar nuevas empresas públicas, del mismo modo que darle relevancia a la necesidad de realizar una reforma laboral -que estaría acordada en parte de la CGT-, son propias del discurso oficialista, que ahora se ahondarán.

El debate sobre la inseguridad en la provincia de Buenos Aires, enfocado en la gestión de Axel Kicillof es también un nuevo elemento que incorporará el Presidente de ahora en más, y también sus ministros, con espesor variable.

Kicillof como principal enemigo

Dirigentes que conocen al peronismo de Buenos Aires le aconsejaron al presidente que debía dejar de subir al “ring” de la política a Cristina Kirchner debido a su potencial peso electoral.

La sugerencia fue que no polemice con ella sino que se enfoque en criticar a Kicillof. Milei aceptó los consejos.

Ese nuevo escenario terminó de escalar el viernes pasado cuando el propio Presidente usó su Twitter para pedir la renuncia del gobernador y la posible intervención de la Provincia.

Según admitieron importantes fuentes de la Casa Rosada, Milei tuiteó el texto que provocó estrépito en el arco político a las 7:02 AM porque sabía de antemano ese día uno de los diarios más influyentes del mundo, The New York Times, publicaría un artículo de investigación sobre el criptogate.

La Casa Rosada aún no encuentra explicaciones sólidas para terminar de despejar cualquier tipo de sospecha y consecuencias procesales sobre ese tema. Por un día, esa estrategia funcionó.

El tuit de Milei, la réplica de Kicillof, incluso con apoyo de los K, peleó la agenda mediática a un artículo que de otro modo hubiera tenido más repercusión. Incluso también quedó en plano secundario el debate sobre la baja de imputabilidad debido a la serie de asesinados por la inseguridad en el conurbano de Buenos Aires.

El Gobierno modificó su reacción ante ese drama después de que la Casa Rosada supiera que The New York Times publicaría su investigación sobre la cripto $LIBRA.

Milei es consciente que el caso lo perseguirá durante meses, tanto por las novedades judiciales que produzca la investigación sobre esa trama, por descubrimientos de la prensa o por la utilización que intentará hacer, sobre todo, la oposición peronista.

La ausencia de los bloques de legisladores del PJ en el acto de este sábado fue una noticia negativa para el Gobierno, debido a que la imagen del recinto semivacío puede ser leída en el exterior como una señal ineludible de la falta de consenso político en la Argentina. Al mismo tiempo, parte de los funcionarios más cercanos a Milei entendieron que el “plantazo” peronista evitaría un eventual altercado público entre el Jefe de Estado y algún legislador del PJ que podría cuestionarlo por el criptogate.

Sorpresa por Lijo

En la Casa Rosada sorprendió que la Corte Suprema no le haya tomado juramento al juez Ariel Lijo. Esperaba lo contrario. Aunque la incorporación como integrante del máximo tribunal Manuel García-Mansilla fue entendido como un éxito del oficialismo debido a que fue propuesto vía decreto.

El discurso del Presidente frente al Congreso buscó también enviar señales hacia los potenciales aliados que el oficialismo necesitará contar como “propios” hasta que hasta que se renueven las bancas de ambas cámaras tras las elecciones.

Se supone que en el año electoral el Congreso tendrá poca actividad, lo que siempre ocurre en épocas proselitistas. Sin embargo, la oposición tiene pensado encabezar ofensivas problemáticas para el oficialismo, como el intento de rechazar los pliegos de Lijo y hasta de García-Mansilla, además de la insistencia de pedidos para que los funcionarios den explicaciones por el criptogate.

El discurso de Milei fue escrito por él mismo, y completado por su hermana, Karina, y por el influyente asesor Caputo.

Todo empezó el martes pasado, tras una reunión de Gabinete en la que participaron por todos los ministros. El Jefe de Estado les pidió a cada uno de ellos que le envíen informes sobre los logros de gestión en sus organismos. Antes de que se hablara del discurso, tanto Milei como su funcionarios, expresaron su sorpresa en tono burlón por la reaparición de Horacio Rodríguez Larreta, excandidato a presidente que anunció que volverá a candidatearse en la Ciudad.

Para los ministros, esa potencial candidatura no es ni nada menos que una interna entre postulantes del PRO. Para el oficialismo, entonces, al menos hasta anoche, es de cumplimiento imposible que se concretara una alianza electoral entra LLA y el PRO.

Las críticas de Macri contra el oficialismo difundidas hace diez días, y enfocadas en el asesor Caputo, fueron consideradas un punto de quiebre para el jefe de Estado.

“Mauricio está muy enojado con Javier. Está más calabrés que nunca”, se sinceró ante Clarín uno de los principales colaboradores del expresidente, haciendo alusión a su genealogía italiana, lo que para sus más allegados le formó el carácter proclive al enojo fácil y también a la revancha contra sus rivales.

Es una incógnita sobre cómo influirá esta pelea en la votación de los proyectos legislativos del oficialismo, o de la oposición, que que deberían ser tratados este año. El tiempo dirá.

Igual que los Macri, los Milei también tiene origen italiano.

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