Milei sigue en silencio por la salud del Papa, pero mandó al Secretario de Culto al Vaticano

Aunque en los 19 días que lleva internado el Papa Francisco el presidente Javier Milei nunca se pronunció personalmente sobre la salud del pontífice, dispuso el envío a Roma del secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, con el propósito de “manifestar su cercanía” al jefe de la Iglesia católica, “ponerse a disposición del Vaticano y acompañar a toda la comunidad religiosa argentina, que es mucha, residente en la capital italiana”.

Así lo reveló a Clarín el propio Sotelo desde Roma, donde se encuentra desde el pasado fin de semana. El funcionario afirmó que el hecho de que el Presidente no se haya pronunciado personalmente -aunque sí a través de su vocero Manuel Adorni-, no quiere decir que él y todo el Gobierno “no siga desde el minuto cero de la internación la evolución de la salud del Papa, pero sí con mucho respeto, sin ninguna especulación política”.

En la Iglesia argentina había llamado la atención la semana pasada que el presidente no se hubiera referido a la salud del Papa, siquiera en un tuit, pese a que presidentes como Donald Trump, que tiene notorias diferencias con Francisco y hasta sonados roces, le había deseado “su pronta recuperación ante una situación tan dura”, al igual que su par de Francia -país cuna del laicismo-, Emmanuel Macron.

Anoticiados en la Casa Rosada de la inquietud eclesiástica, el vocero presidencial dijo el miércoles pasado que “el Presidente está al tanto de forma permanente de la salud del Papa” y añadió que tanto el primer mandatario “como todos los que integramos el Gobierno rezamos por él y esperamos su pronta recuperación”.

Señaló, además, que el secretario de Culto “está en permanente comunicación con el círculo íntimo del Papa Francisco e incluso ha participado aquí en Buenos Aires de algunos encuentros para rezar por la salud del Papa”.

Entre otras actividades, Sotelo asistió este fin de semana a la misa que los primeros domingos de mes se celebra para la comunidad argentina en el templo de la Iglesia Argentina en Roma en la que se rezó especialmente por la recuperación de Francisco.

La misa fue celebrada por el sacerdote argentino Guillermo Karcher, funcionario de la secretaría de Estado del Vaticano, y participó junto a Sotelo el embajador argentino ante la Santa Sede, Luis Beltramino.

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