Por el fin de la moratoria, 242.000 personas no podrán jubilarse este año: qué opciones habrá si faltan aportes
La mitad de los varones y siete de cada diez mujeres no podrán acceder este año, tras cumplir la edad mínima de retiro, a la jubilación del sistema contributivo de la Anses. Será así, a causa de la falta de aportes previsionales y del fin de la vigencia de la moratoria que rigió en los últimos años, que permite la compra de contribuciones y el acceso inmediato a la prestación, de la cual durante un período determinado se descuenta una cuota.
Se trata, aproximadamente, de 149.000 mujeres que cumplirán 60 años, y de 93.000 varones que llegarán a los 65 años de edad, es decir, unas 242.000 personas en total (el 60% de las 403.000 que integran el universo contemplado). Los números surgen de estimaciones hechas por la Subsecretaría de Seguridad Social, incluidas en las conclusiones de un nuevo informe sobre densidad de aportes al sistema previsional.
Las cifras están en línea con una realidad que se observó en los últimos años. En 2024, por ejemplo, el 75% de las jubilaciones dadas de alta correspondió a personas que adhirieron a la moratoria previsional de uno de los capítulos de la ley 27.705 -que perderá vigencia el 23 de este mes-, porque no tenían los 30 años de contribuciones que exige el sistema. Fueron 313.950 casos sobre un total de 427.505. Según datos de los boletines estadísticos de la mencionada dependencia estatal, al menos desde 2010 cada año la cantidad de nuevos beneficios jubilatorios dados con moratoria superó a la de quienes no recurrieron a esa herramienta.
El estudio mencionado en el primer párrafo analiza la cantidad de aportes que tuvieron a partir de julio de 1994 las personas que en 2024 cumplieron 59 o 64 años (según se trate de mujeres o de varones). Julio de 1994 es el mes a partir del cual esa información empezó a ser registrada y sistematizada. Como no hay información de períodos previos, se hizo una proyección, considerando la probabilidad de lograr los 30 años de aportes si es que en las últimas tres décadas se alcanzó un número menor, pero significativo de cotizaciones.
Sobre la base de esos datos se elaboró una “historia laboral” para el grupo de la población ya descripto. Y se tuvo en cuenta que hay quienes ya reciben pagos del sistema previsional y también quienes aportan a regímenes ajenos al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que es el más abarcativo, pero no el único vigente en el país.
Entre los varones, se encontró que seis de cada diez tienen al menos un año de aportes. En ese universo, el 23% tiene solo entre 1 y 5 años; el 13%, entre 6 y 10 años; el 11%, entre 11 y 15 años; el 12%, entre 16 y 20 años; otro 12%, entre 21 y 25 años de contribuciones, y el 29%, entre 26 y 30 años.
Entre las mujeres, son cinco de cada diez las que cuentan con al menos un año de aportes. En ese grupo, un 28% tiene entre 1 y 5 años; un 18%, entre 6 y 10 años; un 16%, entre 11 y 15 años; un 13%, entre 16 y 20 años; un 9%, entre 21 y 25 años, y un 15%, entre 26 y 30 años de contribuciones.
“Del análisis realizado surge que el 50% de los varones y el 69% de las mujeres en edad jubilatoria no podrán acceder a un beneficio contributivo” cuando cumplan los años en el actual 2025, indica el informe de Seguridad Social. Recuerda, además, que existen algunos mecanismos que permiten moderar la situación o compensar los faltantes de aportes.
Según las normativas vigentes, las alternativas a considerar cuando no se llega al requisito exigido por la ley previsional son las siguientes.
*El cobro de la Prestación Universal para el Adulto Mayor (PUAM) creada por ley en 2016, a la que se accede con 65 años de edad (igual requisito para varones y mujeres) sin un piso de aportes requerido. Equivale al 80% del haber mínimo. Este mes es de $223.297 y se suma el bono previsto de $70.000, para totalizar $293.297. En el sistema contributivo, la jubilación mínima más el refuerzo es de $349.122 en bruto y de $340.748 en mano, pero quienes se jubilan por moratoria cobran menos, porque durante los primeros años se descuenta de la prestación el monto de las cuotas. .
*Compra de aportes según el sistema de la “unidad de cancelación de aportes previsionales para trabajadores y trabajadoras en actividad”, que establece la ley 27.705 y que, a diferencia del plan para quienes ya están en edad jubilatoria, no tiene vencimiento este mes. Es un programa dirigido a las personas a las que les falta 10 años o menos para la edad mínima de jubilación. Es decir, a mujeres de 50 a 59 años y varones de 55 a 64 años. Cada unidad de cancelación vale por un mes de aportes y pueden comprarse períodos previos a abril de 2012, siempre a partir de que se hayan cumplido los 18 años y se haya estado en el país (y sin trabajo formal) en el mes al que correspondan los aportes.
Por ejemplo, una mujer que hoy tiene 55 años y cumplió sus 18 años en febrero de 1988, podría adquirir hasta 24 años y 2 meses de aportes. Otro caso: un varón que cumple este mes 60 años podría comprar hasta 29 años y 2 meses. El precio por cada mes se actualiza por inflación y en el actual marzo es de $27.262,36. Comprar 1 año cuesta $327.148; 5 años, $1.635.742 y 10 años, $3.271.483.
*La compensación del exceso de edad, que puede considerarse si la persona no se jubila inmediatamente al cumplir 60 o 65 años; en estos casos, se cuenta un año de aportes por cada dos de exceso en la edad, según dispone una ley.
*A las mujeres se les reconocen años de aportes por los hijos que hayan tenido. Según el decreto 475 de 2021, por cada hijo se cuenta, como regla general, un año como contribuido, y dos años en caso de adopción. Si se tiene un hijo con discapacidad, se considera un año adicional, y si se accedió a la Asignación Universal por Hijo (AUH) por al menos doce meses, se suman otros dos años adicionales como aportados.
*Hay otra moratoria en curso, que es la prevista en la ley 24.476, de mediados de los 90, que fue reglamentada diez años después. Pero las posibilidades de ingreso se redujeron fuertemente con el paso del tiempo, porque solo pueden cancelarse deudas por meses previos a octubre de 1993.
Según recuerda el informe de la Subsecretaría de Seguridad Social, la mayor cantidad de los beneficios contributivos hoy puestos al pago se explican por las moratorias que rigieron en los últimos 20 años, cuya incidencia puede verse en el gráfico que acompaña esta nota. En diciembre de 2024, cita el trabajo oficial, había 5.612.281 jubilaciones y, de ellas, 3.842.357 (el 68,5%) corresponden a casos en los que se usó moratoria.
La marcada incidencia de ese grupo de prestaciones es un eco de los problemas sociales y laborales de larga data, y está también vinculada al hecho de que la normativa previsional está desacoplada de esa realidad. A la par del avance de las moratorias, que son de naturaleza transitoria, no se le dio siquiera un principio de solución al enraizado problema del altísimo índice de informalidad laboral, ni se revisó el requisito de tener un mínimo de 30 años de aportes para jubilarse, una norma rígida que no contempla la situación, por ejemplo, de quien hizo contribuciones durante 20 o más años (no existen prestaciones proporcionales a los años aportados cuando no se alcanza la exigencia básica).
Siempre según datos oficiales, de las jubilaciones percibidas en 2024 por mujeres, el 79,4% (2.831.802, según el promedio mensual) tiene o tuvo plan de moratoria. Entre las cobradas por varones, ese índice es más bajo, pero de todas formas significativo: el 47,5% de las prestaciones (981.752 sobre 2.065.658) tuvo planes de pago de aportes.
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