Franco Colapinto y un sueño premonitorio: su profesora a los 14 años reveló su confesión sobre la Fórmula 1
Franco Colapinto genera atracción. Por sus grandes actuaciones dentro de la pista y también por su carisma y simpatía fuera de ella. Con solo 21 años, logró lo que ningún piloto argentino lograba hace más de dos décadas: llegar a la Fórmula 1. En una categoría que suele ser esquiva para los argentinos, el pilarense, además, se convirtió en el primero en sumar puntos en los últimos 40 años. Y se alzó, no sin polémica, con el Olimpia de Oro, un galardón que en sus 70 años de historia sólo dos pilotos habían obtenido (Juan Manuel Fangio y Agustín Canapino).
Lo impresionante de su meteórico ascenso es que, a pesar de su corta edad, Colapinto ya alcanzó el reconocimiento internacional que muchos soñaron, pero pocos lograron. Y también demostró que el éxito no se mide exclusivamente en victorias. En 2024, estando en la cúspide de su carrera, decidió cumplir con un compromiso personal: terminar la escuela secundaria, una cuenta pendiente que saldó unos días después de correr en Abu Dhabi su novena carrera en la categoría reina del automovilismo.
Luego de completar la temporada de F1, se dirigió al colegio de su infancia en Pilar para rendir los exámenes pendientes y entregar los trabajos que lo habilitarían a finalizar sus estudios. Este gesto fue muy valorado por quienes lo conocen, en especial por su docente de Prácticas de Lenguaje, Laura Castro, quien resalta la determinación y seriedad con las que el piloto abordó esta tarea. “Es un ejemplo: decidió terminar sus estudios cuando estaba en la cumbre de su carrera. Tuve otros estudiantes que llegaron a destacarse en el deporte y lamentablemente no cerraron su etapa en el secundario. Franco se contactó para hacer lo que debía y presentó todo en tiempo y forma”, contó la docente en diálogo con ‘Microscopía’, una revista digital del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
“Destaco su esfuerzo y su valentía: es un chico que no necesitaba el título por un motivo económico y por eso me parece que tiene doble mérito. Llevó nuestra bandera a un lugar de privilegio porque logró meterse entre los 20 mejores pilotos del mundo y pese a eso decidió esforzarse para egresar. Franco viene de una familia trabajadora, sencilla, y ese entorno seguramente lo ayudó a ser como es”, agregó.
Además, contó una anécdota reveladora. “En una defensa oral, cuando tenía 14 años, le pregunté cuáles eran sus expectativas y me respondió: ‘Quiero ser piloto de Fórmula Uno’. Lo afirmó con una convicción que me quedé impactada. Me acuerdo que le conté a mi esposo que es fanático del automovilismo y él me dijo que era imposible que llegara. ‘Vos no lo conocés’, le dije. Es difícil de explicar, pero yo sentí que lo iba a lograr; siempre tuvo clarísimo cuál era su norte”, reveló.
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