Kicillof se mostró como la contracara de Milei y pidió suspender las PASO en la Provincia

Para revestir el arranque del sexto período legislativo al mando de la Provincia, Axel Kicillof pudo mostrar un doble estreno: exhibió en las calles que bordean al palacio parlamentario expresiones que sostienen su agrupación “Derecho al Futuro” con la que pretende poner un pilar propio en la interna del Peronismo bonaerense, con la mirada en las elecciones. Y, además, puso por primera vez los pies sobre las flamantes baldosas de la renovada Plaza San Martín, que remodeló el municipio de La Plata con aportes provinciales.

Apuntó en casi todos los tópicos del extenso discurso a confrontar con Javier Milei. Le atribuyó responsabilidad en la crisis de inseguridad, en la caida de la actividad económica, en la disminución del turismo y en todos los renglones posibles. El gobernador repudió el pedido del Presidente de intervenir Buenos Aires: lo llamó “impune, cínico e irresponsable”

La inseguridad no se resuelve con soluciones simplistas ni con discursos de campaña, sino con políticas efectivas y con un Estado presente”, apuntó. Anunció medidas para la policía, la Justicia y anunció un Plan Provincial de Desarme para reducir la circulación de armas ilegales.

Las pancartas donde se leía “Axel Conducción” –como denomina el peronismo al mariscal que lidera un espacio- estaban sostenidas por militantes de gremios cercanos (CTA, Suteba, entre otros). Los sindicalistas que conforman esta infantería kicillofista tenían un palco reservado en el recinto: juntos escucharon el discurso Roberto Baradel, Hugo Yasky, Hugo Godoy y Oscar “Colo” Isasi (CTA).

La nueva alineación que anunció hace dos semanas el gobernador la componen también intendentes que ya decidieron volcar su respaldo en la pulseada con el kirchnerismo por el armado de las listas para las legislativas de medio término y para definir el rumbo que asumirá el frente opositor que pretende ser una alternativa a los libertarios en 2027. Esos alcaldes mandaron a sus militantes a sostener los “trapos” en la tarde agobiante de la capital bonaerense.

Había de Avellaneda, donde Jorge Ferraresi resulta un de los operadores claves de la movida; Ensenada (que dirige Mario Seco); de Presidente Perón y de Florencio Varela, entre otros municipios que ya anticiparon el lugar que ocuparán en la interna que aún no tiene modalidad, pero que está activa desde hace meses.

Todo sigue a la espera de una definición clave que no se resolvió en el acto formal de apertura de las 153ª sesiones ordinarias de la Legislatura: Kicillof no precisó si habrá desdoblamiento de los comicios en Buenos Aires. Es decir: si los ciudadanos de esta jurisdicción serán convocados a elegir representantes en una fecha diferente a las elecciones nacionales. La falta de determinación en este punto, mantiene tendidos los puentes con Cristina y evita la ruptura directa.

Pretende que sean los diputados quienes resuelvan –primero- el destino de las PASO en Provincia. Se lo pidió a los legisladores en caracter de “urgente” y hasta juzgó de “razonable” la suspensión. El Congreso nacional ya tomó esa decisión. El Frente Renovador de Sergio Massa (aliado cada vez mas cercano a Kicillof) tiene presentado un proyecto para suspender en este turno esa primaria electoral. Ese sector de Unión por la Patria (UxP) aspira a que se apruebe en marzo.

Luego quedaría en resorte del gobernador, la potestad de escindir los comicios. Será una determinación que marcaría una autonomía y un distanciamiento casi imposible de corregir, con el sector de Cristina Kirchner. La ex vicepresidenta se opone a esa variante. No quiere “provincializar” la elección. “Te van a correr por el lado de la inseguridad. No vamos a tener argumentos para contrarrestar las críticas”, le sugieren desde el cristinismo. La Cámpora, o sea Máximo Kirchner –presidente del PJ provincial- tampoco avala las elecciones separadas.

El massismo se acerca al gobernador con estas iniciativas y con otras señales. Este jueves estuvo en los palcos Malena Galmarini, esposa del líder renovador. Y ya el fin de semana el espacio había pronunciado un fuerte respaldo a las autoridades provinciales ante el intempestivo mensaje en redes de Javier Milei, donde pedía la “renuncia” de Kicillof y planteaba la intervención federal de la Provincia.

El escenario interno del PJ se va moldeando. Las ausencias en la ceremonia formal también resultan indicativas. No estaban Máximo ni Cristina. Casi nadie esperaba esas presencias. Pero tampoco se vieron los intendentes camporistas que suman el gobierno de 12 comunas en territorio provincial. Sí estuvo el gabinete completo (incluidos los que responden al hijo de la ex Presidenta) y los legisladores de todos los sectores del PJ.

El único momento en que todo UxP logró coincidir en un discurso fue para repudiar a Milei. Ocurrió después del cimbronazo sobre la gestión que derivó del asesinato brutal de Kim Gómez, el martes de la semana pasada. Llegó desde Presidencia una embestida que bordeó la inconstitucionalidad, según se pronunciaron desde La Cámpora.

Pero la instalación de la problemática del control de la vida y los bienes de los bonaerenses tuvo que ser incluida en párrafos especiales del discurso de apertura de Kicillof. Es un ejercicio que le cuesta al gobernador y que siempre eludió el kirchnerismo. Este miércoles anunció “$170.000 millones para fortalecer la seguridad y la protección de los bonaerenses. Sumaremos este año 800 nuevos patrulleros para la Policía; crearemos un Fondo Municipal de $70.000 millones para los municipios de más de 70.000 habitantes”.

El acto institucional careció –en contraposición a la apertura de sesiones del Congreso nacional que encabezó Milei- de excesos, contrapuntos picantes o cruces insultantes. “Fue más de lo mismo. Previsible y monótono”, coincidían en las bancadas opositoras.

Antes que exhibir carteles o textos de la Constitución, en La Plata los bloques que enfrentan al gobierno prefirieron exponer sus cuestionamientos por la mesa de entradas. O en los posteos de redes post alocución oficial. Por caso, para insistir con los cuestionamientos al área de seguridad, la bancada del PRO que conduce el senador Cristian Gribaudo, reiteró el pedido de interpelación al ministro Javier Alonso.

El diputado Fernando Rovello y los legisladores que responden al radical Maximiliano Abad (senador nacional por Buenos Aires) reclamaron por la “crisis” del IOMA, la obra social provincial. El diputado pidió –otra vez- la comparecencia del presidente de la entidad y el senador iniciará una campaña para juntar firmas por una ley de “autarquía”. O sea: todo muy institucional.

Kicillof tuvo en casi las dos horas de discurso, unos párrafos para defender la gestión en la obra social de los empleados. Resaltó el crecimiento de las prestaciones y el acercamiento de los centros de atención a los afiliados.

Enumeró rasgos de su gestión. El inicio de clases sin paros docentes, las políticas expansivas del Banco Provincia, la relación con el sector agrario y las políticas culturales y de género. Bien contrapuesto con el Gobierno Nacional. “Sin gritos ni amenazas”, resaltaban ayer en el Palacio de 7 entre 51 y 53. Otra diferencia que buscaban marcar con el modo Milei.

En el único tramo que elevó el tono, Kicillof pidió al Presidente “creá un puesto de trabajo que no sea la timba con las criptomonedas”. No podía desaprovechar el auditorio.

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