Errores, sospechas y un cimbronazo en el Triángulo de Hierro

¿Habló por teléfono Karina Milei con Mauricio Novelli el día en que Javier Milei difundió en sus redes sociales la creación de la criptomoneda $Libra? ¿Habrá hablado después del escándalo y de la eliminación de los posteos? ¿Se comunicó también con Sergio Morales, el hombre que respondía a ella y que el viernes presentó su renuncia al cargo de asesor en criptoactivos en la Comisión Nacional de Valores? Si lo hicieron, ¿en cuántas oportunidades? ¿A qué hora? ¿Aparecerá mencionado en alguno de los diálogos Hayden Mark Davis, el creador del activo, que se arrogaba el poder de hacer negocios con Milei y su entorno? ¿Tendrán que ver esas presuntas comunicaciones con las nueve ocasiones en las que Novelli ingresó a la Casa Rosada y a la Residencia de Olivos?

La Justicia, que investiga supuestos delitos de fraude, cohecho y tráfico de influencias, no lo descarta. El jueves, mientras en Balcarce 50 la preocupación pasaba por el revés en la Corte Suprema por la decisión de los jueces de impedir la licencia de Ariel Lijo, el fiscal Eduardo Taiano ordenaba allanamientos en las oficinas de Tech Forum y en el domicilio de Morales. En uno de los operativos encontraron documentos que llevaron a un tercer allanamiento, en La Lucila, donde está la casa de Novelli, el contacto entre Milei y la empresa KIP Protocol.

La Policía secuestró en total tres computadoras y cinco teléfonos celulares, que ahora están en poder de la Procuración, que analizará su contenido. Son elementos clave. A la par, el fiscal solicitó un entrecruzamiento de llamados entre los dos empresarios -a los que sumó a un tercer socio, Manuel Terrones Godoy- y la secretaria general de la Presidencia. Podría, incluso, incorporar un quinto y decisivo celular.

La cuestión se aborda en estricta reserva en el Triángulo de Hierro que componen los hermanos Milei y Santiago Caputo. Por fuera de ese círculo hermético, Karina -que se enteró de la movida judicial en Toronto, donde disertó en la mayor feria y convención minera del mundo- habló con pocos confidentes. Ante ellos, solo dijo: “No estoy para nada preocupada, estoy limpia”.

Los diputados de la Coalición Cívica Mónica Frade y Maximiliano Ferraro presentaron la denuncia penal en Comodoro Py. Elisa Carrió, su líder, abandonó el ostracismo mediático para bautizar a la hermana del jefe de Estado como “la cajera”. Los detractores libertarios sostienen que se trata de un acto de campaña. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue el encargado de cruzar a Carrió. La Libertad Avanza comienza a edificar un escudo de defensa. Hacen bien: desde Carrió hasta Cristina Kirchner y Axel Kicillof, pasando por Mauricio Macri, tienen pensado hundir el cuchillo. Huelen sangre. Un hombre del riñón de Macri con lazos en el mundo de las criptomonedas tiene una teoría explosiva -aunque sin más pruebas que el testimonio de un tercero- sobre lo que ocurrió.

El caso inquieta al Gobierno en las puertas de la discusión electoral. Milei, que promovió $Libra el 14 de febrero desde sus cuentas de Instagram y X y posibilitó que pasara de un valor inexistente a cotizar arriba de US$ 5 en menos de una hora desde el lanzamiento para luego caer un 89%, dice no entender por qué se abrieron investigaciones en Estados Unidos, China y España. Se excusa en que él solo quiso dar una mano a cambio de que el emprendimiento colaborara con créditos a las pymes argentinas. Quienes ven con frecuencia al primer mandatario lo notan apesadumbrado, como si no supiera a quién echarle la culpa. Sus explicaciones públicas resultaron insuficientes.

La sensación inicial de que el tema podría quedar relegado pronto en la agenda fue derribada. Los medios internacionales se subieron a la cobertura. The New York Times reveló que se pedían coimas por una foto o un encuentro con Milei. El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, puso su renuncia a disposición y ofreció pasar a ser el abogado personal de Milei. Una salida elegante -evaluó ante sus colaboradores- en momentos en que Sebastián Amerio, su segundo, gana cada vez más relevancia y diluye su poder. Su renuncia no se descarta, pero no sería inminente. “Dependerá del rumbo de los acontecimientos”, dijeron en el ministerio.

El cimbronazo en el Triángulo de Hierro coincide con los dos hechos que afectaron al estratega Caputo. Primero, con la interrupción de una entrevista que le hacían en TN a Milei y, el sábado pasado, por el choque con Facundo Manes en el Congreso, después del discurso presidencial en la inauguración de las sesiones ordinarias. El gurú fue cuestionado internamente por el primer episodio, pero no tuvo reproches de su jefe por el incidente con el diputado. “En todo caso se le puede recriminar que le dio cinco minutos de fama a alguien que ya la había perdido”, ironizan los libertarios. Milei defendió a Caputo. Pero Manes lo denunció en Comodoro Py por “amenazas coactivas” y el fiscal Ramiro González le pidió a la jueza María Eugenia Capuchetti abrir una investigación para determinar si hubo delito. Un sector del radicalismo se entusiasma con llevar a Manes al tope de la boleta este año.

Los inconvenientes que sufren Caputo y Karina dejan a Milei un poco más solo en un Gobierno que de por sí cuenta con un equipo chico y reservado, en el que la autoridad presidencial es digna de veneración permanente. Se suponía, además, que su hermana era la responsable de levantar murallas luego del criptogate para que el acceso al Presidente fuera más difícil. “Javier no cambió, sigue contestándole a mucha gente directamente por WhatsApp”, dice uno de los funcionarios que estuvo con él la última semana.

Para Macri, que sigue elogiando a Milei por el rumbo de la economía, Karina y Caputo han pasado a ser un “ancla de plomo”. El conductor del PRO se las tiene jurada, aunque amenazó con ventilar hechos que comprometerían a Caputo con la licitación de la Hidrovía y no lo hizo. ¿Se arrepintió o no hay nada? Macri sospecha que el gurú y Karina le impiden un diálogo sincero con Milei y que traban el armado de una coalición electoral.

Los libertarios contestan que los puentes se dinamitaron cuando Jorge Macri anunció de improviso que adelantaba la contienda para elegir legisladores en la Ciudad. Desde entonces, el alcalde sufre un embate permanente, al que en las últimas semanas se sumó Patricia Bullrich por la fuga de los presos de las comisarías porteñas. En La Libertad Avanza estarían preparando munición pesada contra el jefe de Gobierno.

Preocupado por su imagen, la situación de las comisarías y las quejas de los vecinos por los robos -en especial los que cometen los motochorros, que no dejan barrio por invadir-, Jorge Macri le pidió la renuncia a Waldo Wolff y designó como ministro de Seguridad al ex jefe de la Policía Metropolitana, Horacio Giménez. El 18 de diciembre ya se había ido el segundo del ministerio, Diego Kravetz. La crisis por la conducción de la Policía se agudiza.

En un mismo movimiento, Jorge Macri nombró esta semana a Hernán Lombardi, acaso para bloquear su buena sintonía con el mileísmo, en Desarrollo Económico. Ambas designaciones Macri las conversó con su primo y, más tarde, con el asesor catalán, Antoni Gutiérrez-Rubí, el ex consultor de Cristina Kirchner y de Sergio Massa, al que Milei acusa de hacer campaña sucia. Gutiérrez-Rubí cambió de piel, pero repite una de las recetas que antes usó con Massa. En la campaña pasada le pedía al tigrense que anunciara “una propuesta por día”; a Macri hoy le aconseja difundir “una obra por día”. Suena hermoso.

Al Gobierno porteño, sin embargo, lo ampara en el discurso la cercanía con la provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof vive una verdadera pesadilla diaria por los asaltos y crímenes que sacuden al Conurbano. El gobernador negó que se trate de un baño de sangre. O sea: dio a entender, quizá sin querer, que podría ser peor.

A las falencias en el combate contra el delito, la Provincia sumó la tragedia en Bahía Blanca. Una feroz inundación causó la muerte de trece personas, mientras decenas de hombres y mujeres continúan desaparecidos. Se teme que el número de víctimas pueda crecer a medida que baje el agua y se normalicen los servicios públicos. Kicillof viajó a la zona del desastre. Milei prefirió enviar a sus ministros Bullrich y Luis Petri y se mantuvo conectado con ellos desde Olivos.

Provincia y Nación entablaron un diálogo escueto y frío para coordinar esfuerzos y recursos. La magnitud de la tragedia no debería dar lugar a mezquindades.

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