El radicalismo frena la sesión en el Senado, pero le pide al Gobierno que retire los pliegos de Lijo y García-Mansilla

El sector del radicalismo más cercano al Gobierno, con la llave en su poder para habilitar el tratamiento del pliego de Manuel García-Mansilla en el recinto del Senado, al menos por el momento le pone un freno a la intención del peronismo de avanzar hacia una sesión para rechazar a los dos designados para la Corte Suprema con un decreto de Javier Milei.

En paralelo, referentes de la UCR le sugirieron a funcionarios del Gobierno involucrados en la conformación del máximo tribunal que retiren ambos pliegos para evitar una derrota en la Cámara alta. Más allá de no facilitar el camino a Unión por la Patria, advirtieron a la Casa Rosada que el parate se destrabará tarde o temprano y que, salvo que el oficialismo acepte negociar, con el escenario actual tanto Ariel Lijo como García-Mansilla no tendrán los votos para ser avalados como jueces de la Corte.

“Si no retiran los pliegos van a sufrir un doble golpe. No sólo no van a conseguir que entre Lijo sino que también va a ser rechazado García-Mansilla”, transmitió un dirigente radical que hizo llegar ese mensaje al Gobierno. Entre las hipótesis para entender el motivo por el que el oficialismo mantiene los expedientes en el Senado, infirió la supuesta conveniencia de que sea el Senado el que tumbe los pliegos y no Milei, para señalar a la “casta”, y a su vez “no quedar mal” con Lijo, que en ese caso seguiría como juez federal.

La pulseada por la sesión

La nominación de Lijo ya tiene dictamen en la comisión de Acuerdos. A la de García-Mansilla, en cambio, le falta una firma. En rigor con el juez ya integrado a la Corte hay una discusión sobre la validez del pronunciamiento de José Mayans, no convalidado por Guadalupe Tagliaferri -titular de la comisión- por no haber estado presente durante la audiencia del académico de la Universidad Austral en el Senado.

El peronismo buscará revertir esa decisión, porque de ese modo reuniría las nueve firmas necesarias para llevar el pliego a una sesión, en conjunto con el de Lijo. Los ocho restantes son seis de Unión por la Patria (Juliana Di Tullio, Claudia Ledesma, Lucía Corpacci, Anabel Fernández Sagasti, Alicia Kirchner y Sergio Uñac), el radical Martín Lousteau y la propia Tagliaferri, estos dos últimos con un dictamen aparte.

Mientras eso no suceda, los otros tres senadores de la UCR en la comisión resultarán clave: el bonaerense Maximiliano Abad, la santafesina Carolina Losada y la mendocina Mariana Juri. Completan el cuerpo el oficialista Ezequiel Atauche y los aliados Beatriz Avila, Carlos Espínola, Carlos Arce y Juan Carlos Romero.

“Mañana (martes) tenemos una reunión de bloque, ahí vamos a tratar de consensuar. Lo que no queremos es habilitar el pliego de García-Mansilla, que sea rechazado y que el peronismo acuerde con el Gobierno para aprobar el de Lijo”, argumentó uno de los radicales la demora para firmar el dictamen.

Más allá de esa hipótesis, como hasta ahora la Casa Rosada no allanó una negociación concreta para ampliar la Corte y definir otros lugares relevantes como el del Procurador, el peronismo decidió empujar una sesión para bajar ambas nominaciones. Cristina Kirchner se mantuvo en silencio, pero instruyó a los senadores que le responden a acelerar en esa dirección.

Tres legisladores de Unión por la Patria (Ledesma, Uñac y Corpacci) firmaron el dictamen de Lijo y una parte estaba decidida a votar a favor en el recinto (circuló que serían 14), pero el decreto de Milei diluyó las diferencias internas y dejó en suspenso el acuerdo con los gobernadores peronistas.

Desde Unión por la Patria y otros espacios presionarán a los radicales para que pongan la firma y habiliten la discusión en una sesión. “¿Dónde están los defensores de la República y las instituciones? Calladitos y escondidos, es una vergüenza”, disparó este lunes un legislador de otro bloque dialoguista.

Tagliaferri, la titular de la comisión de Acuerdos, quedó involucrada en la controversia por desconocer la firma de Mayans aunque tomó distancia del Gobierno y reclamó que los pliegos se discutan en una sesión. “En algún momento deben ser tratados en el recinto. El Presidente lo sabe. No se puede obviar el paso por el Senado, lo dice la Constitución”, aseguró la legisladora del PRO.

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