Yosuke Watanuki, japonés que se ganó el corazón de los fanáticos en el Masters 1000 de Indian Wells y un particular pedido que se hizo viral

Yosuke Watanuki dio este domingo uno de los mayores batacazos del Masters 1000 de Indian Wells al eliminar al estadounidense Frances Tiafoe por 6-4 y 7-6(6) y convertirse en el tenista de menor ranking (349°) en llegar a los octavos de final del torneo desde 2004, cuando Tommy Haas alcanzó esta instancia siendo 882° del mundo. Y lejos de convertirse en el malo de película por haber sacado de competencia a uno de los créditos local, el japonés supo cómo conquistar los corazones de los fanáticos gracias a su carisma y su talento.

Watanuki le devolvió las esperanzas al tenis de su país con su gran recorrido en lo que va del torneo. Llegó desde la ronda de clasificación y se enfrentó a figuras imponentes como al kazajo Alexander Bublik (82°), a quien venció en la primera ronda por 6-3, 3-6 y 6-3, y al checo Tomás Machac (20°) en la segunda instancia, quien tuvo que retirarse por lesión.

Su último partido fue contra Tiafoe, 17° del mundo, a quien venció en dos sets con un gran tenis y un gran respeto, ya que en un acto de buena fe le pidió al árbitro del partido que le quitaran un warning a su rival. Además, se ganó su permanente sonrisa y su carisma. El momento del partido fue sin dudas cuando en el cambio de lado, el japonés le preguntó a su equipo si podía tomar una lata de Pepsi.

Entre risas, su entrenador, el sudafricano Wayne Ferreira, quien casualmente fue el entrenador de Tiafoe cuando el estadounidense alcanzó el top ten del ranking mundial, accedió a su particular pedido.

Pero Watanuki, que ya tiene 26 años, no es un don nadie. Llegó a ser 72° del mundo en octubre de 2023, aunque el año pasado casi no pudo jugar debido a una lesión en una de sus rodillas que lo alejó de las canchas. Esta última victoria frente a Tiafoe le dará la confianza necesaria para emprender su regreso al top 100.

Watanuki agarró una raqueta por primera vez a los 3 años impulsado por su familia, ya que tanto sus padres, Hirotsugu y Chizuru, como su hermano, Keisuke, son entrenadores de tenis. Uno de sus ídolos es su compatriota Kei Nishikori, una de las mayores figuras del tenis japonés con quien tuvo la oportunidad de entrenarse en octubre del año pasado.

Su juego también es algo que atrapa a los espectadores, en especial su saque al que anticipa con una postura de preparación muy particular. Como se vio en su partido contra Bublik, el japonés se para totalmente derecho antes de sacar, algo que, para un deporte en el que flexionar las rodillas es clave, es bastante extraño.

Su próximo desafió será este martes contra el neerlandés Tallon Griekspoor, 43° del mundo y verdugo del máximo favorito del torneo, el alemán Alexander Zverev.

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