El Gobierno tomó hoy del mercado $4,458 billones, cifra con la que pagará el viernes el 97% del vencimiento de deuda que enfrenta. El resto lo deberá complementar con un aporte de $133.740 millones, poco menos del 2% de los ahorros que atesora -según las últimas cifras oficiales- en su cuenta de resguardo prudencial para atender estas obligaciones.
Lo hizo al colocar entre inversores seis de los siete instrumentos que ofreció al mercado, tras una subasta en la que recibió ofertas de compra por $5,520 billones, de las cuales rechazó el 24% para no tener que convalidar tasas de interés mayores a las que debió convalidar o en busca de sostener una señal -que busca insistentemente trasmitir- para dar a entender que no hay incertidumbre cambiaria, no casualmente cuando el nivel del tipo de cambio es parte una de las grandes discusiones entre economistas.
La referencia alude a que declaró desierta la licitación de la Letra ajustable por el tipo de cambio oficial (Lelink) por vencer a mediados de enero del año próximo -ya había promocionado por sus voceros “oficiosos” en redes hace un mes su baja demanda-, aún cuando receptó ofertas de compra por ese papel por el equivalente a unos US$64 millones.
“Si el ruido que tiene el mercado respecto de las implicancias del cambio del régimen monetario-cambiario en el marco del acuerdo con el FMI, en el corto plazo, tiene que ver más con el dólar CCL o MEP, por lo que pueda ocurrir con el Blend y/o el mecanismo de intervención, lo lógico es que te pidan más tasa en pesos y no que quieran un DLK [dólar linked]. Ni siquiera pareciera que el mercado espera una salida inminente de los controles de cambio duros, ahí capaz que si hay más demanda de DLK”, juzgó al respecto también por X el economista Gabriel Caamaño, de consultora Outlier.
Su afirmación va de la mano con el resultado de la subasta que mostró que el 91,6% de la demanda, como era de esperar, se volcó a las Letras Capitalizables (Lecap) colocadas a tasa fija y por vencer entre mediados de abril y fines de julio, es decir, en el corto plazo. Esto, según los resultados que adelantó por X el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, en un mensaje algo más aséptico que de costumbre.
Se trata de una opción que para muchos inversores luce muy atractiva, por caso, en especial si apuestan al peso para intentar concretar luego ganancias en dólares (carry-trade), tomando en cuenta que son papeles que se colocaron a tasas mensuales que van del 2,50 al 2,69% -en una curva invertida en la que el rendimiento más alto es el más corto- mientras que la tasa de devaluación oficial del peso es de apenas 1% al mes.
Se trata de rendimientos que, para los plazos más cortos, fueron 11 puntos básicos mayores a los que había validado hace unos quince días, algo que no sorprende porque que las tasas en el mercado secundario de esos instrumentos se había movido al alza en las últimas ruedas, a tono con expectativas de inflación que, para el bimestre en curso, se reacomodaron levemente para arriba.
“Como esperábamos, tanto la demanda como las ofertas aceptadas se concentraron en las Lecaps cortas, ya que el mercado estaba corto de liquidez y al Tesoro le saldría caro convalidar las tasas de mercado. El hecho de que haya rechazado un quinto de las ofertas sugiere que tenía espacio para hacer esto último, pero optó por minimizar el costo financiero. El resultado fue razonable, porque si bien es cierto que el Tesoro pudo refinanciar casi todo lo que vencía, también lo es que lo hizo a un plazo corto”, evaluaron al respecto los analistas de Puente.
Una mirada más general indica que el equipo económico logró uno de los objetivos que perseguía, que era mantener su liquidez, dado que a fin de mes le tocará enfrentar un vencimiento que duplica en monto el que enfrentaba esta semana. Sin embargo, no pudo avanzar en otro de sus objetivos, que era comenzar a lograr colocaciones que superen el horizonte de la elección de término medio, ya que captó financiamiento por apenas $349.000 millones a plazos que vayan más allá de esa cita de octubre y, pagando, en el caso de los bonos ajustables por inflación (Bonceres), tasas que fueron del 9,07 al 10,66%.
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