Vladimir Putin ordenó aplastar a las fuerzas ucranianas en Kursk, donde Rusia recuperó el 86% del territorio


El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó al Ejército aplastar a las Fuerzas Armadas de Ucrania que aún permanecen en la región rusa de Kursk, donde Rusia ha recuperado el 86 % del territorio ocupado por el enemigo, según sus militares.

“Confío en que todas las misiones que tienen por delante nuestras unidades de combate se completen incondicionalmente y que el territorio de la región de Kursk quede completamente liberado del enemigo en un futuro próximo“, dijo Putin al visitar el puesto de mando de las tropas rusas en Kursk.

La tarea de las tropas rusas consiste ahora en destruir “a la mayor brevedad posible” al enemigo atrincherado aún en Kursk, dijo.

“Su tarea es en un futuro próximo, a la mayor brevedad posible, destruir completamente al enemigo que se ha atrincherado en el territorio de la región de Kursk y lleva a cabo operaciones militares aquí”, para liberar todo el territorio de la región, donde las fuerzas ucranianas irrumpieron en agosto de 2024.

Zona estratégica

El jefe del Kremlin, quien visitó Kursk por primera vez desde el inicio de la operación militar ucraniana, agradeció al Ejército por el avance de la contraofensiva en marcha y afirmó que en el futuro habrá que pensar en la creación de una “zona de seguridad a lo largo de la frontera” ruso-ucraniana.

El jefe del Estado Mayor del Ejército ruso, Valeri Guerásimov, dijo, por su parte, que los militares ya habían recuperado el control sobre el 86 % del territorio de Kursk y que la operación de expulsión del enemigo seguía en marcha.

Según Guerásimov, solo en los últimos cinco días las tropas rusas liberaron “24 localidades y 259 kilómetros cuadrados de territorio de la región de Kursk”.

El presidente ruso Vladimir Putin visitando un cuartel general militar en la región de Kursk, Rusia. Foto EFE

“En total, durante las operaciones ofensivas fueron liberados más de 1.100 kilómetros cuadrados de territorio, lo que representa más del 86% del área previamente ocupada por el enemigo”, aseguró el mando militar.

Guerásimov afirmó que durante la operación de Kursk, el enemigo “perdió más de 67.000 militares”, de sus unidades “más entrenadas y motivadas”, así como mercenarios extranjeros.

Según la prensa rusa, la ofensiva rusa tomó desprevenidos a los defensores ucranianos, parte de los cuales procedió a la retirada o se entregó prisionero.

Los rusos lograron llegar a la retaguardia de las tropas ucranianas a través de 14 kilómetros de tuberías en el gasoducto Urengói-Pomari-Uzhgorod.

Para ello, según el portal Gazeta.ru, los soldados permanecieron seis días bajo la tierra en una operación tachada ya de histórica por algunos funcionarios rusos.

En el marco de la primera ronda de negociaciones con Estados Unidos en Arabia Saudí, Ucrania aceptó el martes una tregua de 30 días a lo largo de todo el frente con la condición de que Rusia también acate el alto el fuego.

“Ucrania acepta esta propuesta. Consideramos que es positiva. Estamos preparados para dar este paso”, dijo anoche el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien llamó a Washington a convencer a Moscú para que el alto el fuego entre en vigor lo antes posible.

Precisamente, Zelenski aseguró en su momento que Kiev podría utilizar Kursk como moneda de cambio, lo que se convirtió para Moscú en un claro obstáculo para unas futuras negociaciones de paz.

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