el Gobierno habló de golpe de Estado, bancó a Bullrich y cargó contra la jueza que liberó a los detenidos
Un día después de los incidentes en las afueras del Congreso y la Casa Rosada, el Gobierno acusó a los organizadores de la protesta, de la que participaron barrabravas pero también jubilados, de haber orquestado “una especie de golpe de Estado” para desestabilizar a la administración de Javier Milei, adelantó que se presentará en la Justicia para querellar a los “violentos” y advirtió que seguirá reprimiendo este tipo de movilizaciones.
En el oficialismo decidieron salir fuerte a repudiar la marcha del miércoles por la tarde que derivó en violentos incidentes, que provocaron daños materiales -como autos incendiados- y decenas de heridos, entre ellos un policía internado en el hospital Churruca y el fotógrafo Pablo Grillo, que pelea por su vida en el hospital Ramos Mejía.
Este jueves bien temprano fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el que salió a alertar sobre un supuesto intento de desestabilización al Gobierno cuando acusó al kirchnerismo por “poner barrabravas a defender los derechos de los jubilados” y generar disturbios. En este sentido, el funcionario dijo a radio Mitre que los manifestantes “utilizaron la violencia como instrumento”, generaron una marcha “totalmente organizada al grito de ‘Que se vayan todos’, que ya se utilizó tantas veces”, lo que, a su parecer, pretendía generar “una especie de golpe de Estado”.
En ese sentido, señaló que los manifestantes estaban armados con palos y algunos hasta tenían “armas tumberas” con el objetivo de “intentar provocar” una reacción policial para después utilizarla de manera política. “Cuando se hagan este tipo de manifestaciones van a ser reprimidas, porque hay un protocolo que dice cómo deben manifestarse, de forma pacífica. Obviamente no pueden utilizar armas o empezar a los piedrazos dejando un tendal de daños en la Ciudad”, remarcó.
Pero, además, Francos le puso voz al malestar del gobierno contra la jueza Karina Andrade por la liberación de los detenidos por la protesta. En este sentido, pidió aplicar la ley “con más dureza”, y adelantó que revisarán las filmaciones para “identificar a los violentos”.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también cuestionó “a la jueza que ha decidido liberar a los violentos que quisieron desestabilizar a nuestro gobierno” y adelantó que desde su cartera presentarán una denuncia penal por sedición al considerar que los acusados la emprendieron contra las fuerzas de seguridad y cuyos “atentados” encuadrarían en diferentes tipos penales.
La funcionaria nacional apuntó contra el dirigente Leandro Capriotti como “el máximo organizador” de la movilización a quien sindicó como un “amigo y protegido” del histórico dirigente sindical Luis Barrionuevo al tiempo que responsabilizó por lo sucedido a los intendentes Fernando Espinoza (La Matanza), y Federico Otermín (Lomas de Zamora) al considerar que en sus municipios se concentraron parte de los manifestantes que concurrieron a la Plaza de los Dos Congresos.
Cerca del Presidente, asimismo, reafirmaron la intención de buscar dirimir responsabilidades “hasta las últimas consecuencias” en la Justicia para, de esa forma, castigar a quienes arribaron a las adyacencias del Congreso y de la Casa Rosada “con la intención de hacer daño”.
En el Ejecutivo, además, salieron a respaldar la actuación de Bullrich y de las fuerzas de seguridad en la contención y represión de la protesta. Al respecto, Francos sostuvo que “en líneas generales” la Policía trató de mantener la seguridad y el orden público “y que las cosas que pasaron fueron consecuencias de las tensiones del momento”. Al referirse al caso del fotógrafo Grillo, gravemente herido por una munición de gas lacrimógeno, adujo que “son consecuencias desgraciadas de estos episodios lamentablemente, como también la cantidad de miembros de fuerzas de seguridad y policías heridos”.
Sí provocó cierto resquemor en un sector del oficialismo la falta de previsión para contener a los manifestantes que se movilizaron hasta la puerta de Casa de Gobierno, que terminaron arrojando piedras incluso contra la explanada Rivadavia por la que ingresa y egresa Milei.
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