Las canastas básicas tuvieron un fuerte aumento en febrero por la aceleración en alimentos

Luego de haber perforado el piso de 1% en enero, la canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) dieron un salto en febrero y aumentaron 3,2% y 2,3%, respectivamente. Siguen, de todos modos, por debajo de inflación en el acumulado del año, ya que en ese período se incrementaron 4,2% y 3,3%, en cada caso, mientras que los precios avanzaron 4,7%

El dato fue publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), de cuyo informe se desprende, además, que ambas subieron menos que los precios en la comparación interanual. La CBA se encareció 45% en esa medición y la CBT aumentó 53,1%, frente a un índice de precios al consumidor (IPC) de 66,9%, en igual período.

Con el dato mensual de febrero se rompió la dinámica que venía mostrando la CBA de crecer por debajo de la inflación, ya que subió dos puntos porcentuales (p.p.) por encima de los precios que, según informó ayer el Indec, aumentaron 2,2% en el segundo mes del año. En tanto, la CBT logró redondear un crecimiento apenas inferior al IPC, al incrementarse 2,3%.

La sede del IndecRodrigo Nespolo

La evolución de ambas canastas no es un dato menor, puesto que la CBT se utiliza para medir la línea de pobreza, mientras que la CBA se usa para delimitar el umbral a partir del cual se es indigente.

El economista Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), comentó que el salto de la CBT se explica por el aumento en alimentos. “De hecho, la canasta alimentaria creció 3,2% en un solo mes, cuando acumula desde diciembre un alza de 4,2%.

Asimismo, Colina destacó que, cuando se observa el informe sobre el IPC de febrero, se ve que uno de los componentes que más subió fue el de alimentos. “Entonces, ese pequeño pico de alza en alimentos es lo que impactó en las canastas”, subrayó el economista.

De todas formas, agregó Colina, lo más probable es que se trate de un dato transitorio, puesto que estima que los alimentos no mantendrán este nivel de aumento. “En conclusión, este salto de febrero no va a influir en un crecimiento de la pobreza y la indigencia”, opinó el especialista.

Por su parte, Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina, de la Universidad Católica Argentina (UCA), señaló que la evolución de las canastas en febrero enciende una señal de preocupación, ya que “había una expectativa de que aumentaran menos y eso hiciera que siguieran bajando las tasas de pobreza e indigencia en el país”.

Además, Salvia dijo que todo indica que se habría llegado a un piso en cuanto a la caída del ritmo inflacionario. “Si bien en enero había augurios de que pudiera continuar un poco más la mejora en términos de desaceleración de los precios, febrero muestra que la situación tiende a estancarse. Y esto está acompañado con el hecho de que no hay en este mismo período un aumento de los salarios por encima de la inflación y de las canastas, por lo cual, si no mejora el empleo, los niveles de pobreza se van a estancar en torno al 38/40%”, afirmó el especialista.

En tanto, Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, atribuyó el alza de las canastas al aumento de los alimentos, que se vio reflejado en la inflación del mes. Pero agregó: “La realidad es que sin lo que fue la suba coyuntural de la carne, tanto el IPC como las canastas habrían registrado variaciones similares o incluso menores a las de enero”.

En este sentido, Marí remarcó que hay que distinguir entre lo que son los shocks coyunturales y los estructurales. “La suba del precio de la carne difícilmente se repita en los próximos meses. Además, la inflación no está teniendo combustible de fondo, ya que la demanda de dinero está estabilizada y el Tesoro no necesita del financiamiento del BCRA porque tiene superávit fiscal. Con esto, podemos esperar que las canastas vuelvan a desacelerarse en marzo”, opinó el economista.

En este sentido, Marí remarcó que hay que distinguir entre lo que son los shocks coyunturales y los estructurales. “La suba del precio de la carne difícilmente se repita en los próximos meses. Además, la inflación no está teniendo combustible de fondo, ya que la demanda de dinero está estabilizada y el Tesoro no necesita del financiamiento del BCRA porque tiene superávit fiscal. Con esto, podemos esperar que las canastas vuelvan a desacelerarse en marzo”, opinó el economista.

Marí se mostró además optimista respecto de la evolución de la pobreza y la indigencia en el país. “Desde mediados de 2024 que la recuperación de los salarios supera la suba de las canastas básicas, lo que se reflejará seguramente en una fuerte reducción de la medición de pobreza”, proyectó.

Aunque es verdad que los salarios iniciaron una senda de recuperación, según los datos publicados por el Indec en su informe sobre canastas, todavía es difícil para los bolsillos de los argentinos alcanzar la cifra que permite superar la línea de la pobreza.

En este sentido, una familia tipo, de cuatro integrantes (compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años), necesitó en febrero contar con ingresos de $1.057.923 para no ser considerada pobre. En el caso de un solo adulto, esa cifra fue de $342.370.

Por otra parte, la misma familia tipo ya utilizada de ejemplo requirió en febrero ingresos por $468.108 para no caer bajo la línea de la indigencia. En el caso de un solo adulto, ese monto fue de $151.491.

Según publicó LA NACION hace un mes, estimaciones privadas indicaban que la pobreza habría terminado 2024 por debajo del 37%, mientras que la indigencia habría bajado del 12,2% al 9,2%.

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