El CEO que vaticina un aumento en la superficie de maíz explica por qué es optimista con el negocio agrícola

SAN NICOLÁS (De un enviado especial).- Los cimbronazos climáticos y económicos que atravesó el negocio agrícola en los últimos meses configuraron un escenario diferente para la actividad. Nuevamente se escucha con más frecuencia palabras como eficiencia, innovación y tecnología.

Estos conceptos fueron abordados en Expoagro 2025 por un protagonista de una de las empresas líderes de la actividad: el presidente y CEO Cono Sur de Bayer, Juan Farinati, en una entrevista con LA NACION y otros medios.

“El 2024 fue un año de reseteo importante del sector. Venimos en un escenario muy financiero en la lógica de hacer negocios y ahora se vuelve a un escenario donde la productividad y la eficiencia son fundamentales”, dijo. Según Farinati, eso es positivo. “Si lo productivo había pasado a tener un rol secundario, era algo negativo; este es un cambio más genuino, donde la innovación pasa a tener un rol importante”, explicó.

No obstante, el ejecutivo observó que hay varios desafíos para la cadena, tanto en los productores como en la distribución y en otros actores de la actividad.

“Soy sumamente optimista desde el punto de vista de cómo va a avanzar la oferta agrícola para la campaña 2025/26 y cómo el productor va a optar por más innovación y más tecnología”, dijo.

La chicharrita afectó al maízAapresid – Aapresid

Más allá de esa realidad, para Farinati hay que diferenciar la situación de las distintas regiones agrícolas, en referencia a las últimas lluvias. Citó como ejemplo el caso del sudoeste bonaerense, donde las precipitaciones causaron daños, y la zona núcleo, donde las lluvias contribuyeron a cerrar el déficit en las napas que se vivió en las últimas campañas. “Toda esta lluvia que cayó termina siendo positiva para los cultivos tardíos, pero al mismo tiempo, también lo es para la campaña que viene”, anticipó.

Respecto del balance que dejó la expansión de la chicharrita en la campaña agrícola pasada, el ejecutivo de Bayer consideró que en algunas regiones hubo una sobrerreacción en la reducción del área de maíz. “Pareció que todo fue chicharrita, pero también ocurrieron olas de calor”, recordó, sobre el impacto del cultivo. Sostuvo que, según las diferentes estimaciones, el área cayó entre un 22 y un 20% en la campaña 2024/25 respecto de la pasada, aunque el dato oficial dio cuenta de una caída de 18%.

Para Farinati, la principal enseñanza que dejó la enfermedad es que no hay una herramienta única para enfrentarla. La pregunta para hacerse es “¿cómo manejo un sistema completo, con diferentes herramientas? Las herramientas únicas que resuelven todo ya no existen. Eso es un aprendizaje”, sostuvo. Entre los distintos factores, citó los barbechos, las fechas de siembra, los hospedantes y las herramientas químicas.

En ese contexto, vaticinó una recuperación del área de maíz para la campaña 2025/26. “Obviamente el productor va a optar por materiales con un perfil sanitario específico, sobre todo en las zonas donde hubo spiroplasma”, sostuvo.

Otro factor que puede incidir en el aumento del área de siembra de maíz es la baja de los Derechos de Exportación (DEX) que el Gobierno estableció como temporal de 12% a 9,5% hasta el 30 de junio próximo. “Para nosotros el tema de la baja de la presión positiva del sector es algo sumamente positivo”, sostuvo.

Aunque Bayer se retiró del negocio de la soja en la Argentina por la ausencia de un marco regulatorio que otorgue un respaldo a la incorporación de nuevas tecnologías, por el reconocimiento a la actividad intelectual, dijo que están siguiendo atentamente el sistema de “Sembrá Evolución”. Por esta plataforma, un grupo de empresas de la industria busca garantizar el aval a los nuevos desarrollos con acuerdos específicos con productores. “Lo que es importante es tener un sistema que funcione”, dijo Farinati, cuando se le preguntó si era partidario de una nueva ley de semillas.

Los maíces baja altura estarán listos en los próximos años

En cuanto a las nuevas tendencias tecnológicas destacó dos aspectos: uno los maíces de baja estatura, que permitirán una innovación en el maíz y que estarían disponibles en la Argentina en 2029.

La otra es la de la sustentabilidad. Bayer lleva adelante un programa junto con Viterra que mide la huella de carbono en soja y que en 2024 logró la certificación de un millón de hectáreas. “Para 2025 llegaremos a dos millones o 2,5 millones de hectáreas”, dijo.

Con la siembra directa y la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas, se demostró que la huella de carbono de la soja argentina es extremadamente baja, lo que permite ingresar con mejores precios en mercados que exigen esta condición. Cuando se demuestra que está en zonas libres de deforestación, la ecuación mejora y el avance todavía es mayor cuando se demuestra que la huella de carbono es reducida.

“La sustentabilidad es una oportunidad que tenemos para poner en valor lo que hacemos”, señaló Farinati y vinculó esta tendencia del negocio con la digitalización de la agricultura por la cual se obtienen, cada vez más, datos que ayudan a tomar decisiones. “La digitalización no solamente sirve para monitorear las maquinarias o utilizar mejor los agroquímicos, sino para dar trazabilidad y dar valor”, subrayó.

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