Harvard y otras prestigiosas universidades de EE.UU. amplían sus becas frente a las políticas de Trump
WASHINGTON.- La Universidad de Harvard anunció el lunes que eximirá del pago de matrícula a los estudiantes de licenciatura cuyas familias ganen menos de 200.000 dólares al año y cubrirá, además, el seguro de salud, la vivienda y otros gastos para aquellos con ingresos inferiores a 100.000 dólares.
La medida, que entrará en vigor en el año académico 2025-26, busca ampliar el acceso a la educación superior, especialmente para las familias de clase media. Hasta ahora, la universidad solo ofrecía matrícula gratuita a estudiantes cuyos hogares ganaban menos de 85.000 dólares anuales, pero con este cambio pretende beneficiar a un mayor número de alumnos, después de que la Corte Suprema prohibiera la discriminación positiva en la admisión universitaria.
Actualmente, el costo total de matrícula y tarifas en Harvard, que incluye vivienda y alimentación, supera los 82.000 dólares para el año académico 2024-25, según su sitio web.
“Ampliar el acceso financiero a Harvard permite a más estudiantes de diversos orígenes, experiencias y perspectivas formar parte de nuestra comunidad, enriqueciendo su crecimiento intelectual y personal”, afirmó el presidente de la universidad, Alan Garber.
Desde su llegada al poder en enero, el presidente Donald Trump ha emitido órdenes ejecutivas para desmantelar iniciativas de diversidad, equidad e inclusión en las universidades, lo que ha llevado a estas instituciones a desarrollar nuevas estrategias para garantizar la retención de estudiantes de distintos orígenes.
Esta nueva política también podría ayudar a contrarrestar la disminución en la diversidad racial del alumnado, tras la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en junio de 2023 de eliminar la acción afirmativa como mecanismo para fomentar la admisión de personas de color.
Richard Kahlenberg, director del American Identity Project en el Progressive Policy Institute, afirmó que mejorar los paquetes de ayuda financiera es sensato para las universidades que buscan atraer a más estudiantes afroamericanos e hispanos, ya que la raza y los ingresos suelen estar estrechamente relacionados.
“Ahora que las universidades ya no pueden aplicar preferencias raciales, si desean diversidad étnica, la mejor opción es aumentar las posibilidades de admisión de estudiantes de familias con escasos recursos y de clase trabajadora, una proporción desproporcionada de los cuales es afroamericana e hispana”, dijo a The New York Times en un correo electrónico. “Para lograr que estos estudiantes soliciten admisión y posteriormente se matriculen, se requiere una ayuda financiera generosa”.
Harvard indicó que esta medida, alineada con iniciativas similares adoptadas por otras instituciones de prestigio, permitirá que aproximadamente el 86% de las familias estadounidenses sean elegibles para recibir ayuda financiera. Según datos del Censo de Estados Unidos, el ingreso familiar medio real en 2023 fue de 80.610 dólares.
En la misma línea, en noviembre pasado, la Universidad de Pensilvania anunció que ofrecerá educación sin costo de matrícula a estudiantes de familias con ingresos inferiores a 200.000 dólares, mientras que el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) estableció el mismo umbral, en consonancia con una iniciativa similar implementada por Caltech.
Asimismo, otras instituciones reconocidas, como Dartmouth, la Universidad de Virginia y la Universidad de Carolina del Norte, han incrementado recientemente sus límites de asistencia financiera. Por otro lado, Princeton cubre la totalidad de los gastos de matrícula y manutención para alumnos cuyos hogares generan menos de 100.000 dólares anuales, mientras que Yale y Stanford han ampliado sus programas de becas para incluir a familias con ingresos de hasta 150.000 dólares.
Estas medidas surgen en un contexto de amenazas por parte de la Casa Blanca para recortar financiamiento y aumentar impuestos, lo que incluye la congelación de contrataciones. Además, significativos recortes en los programas internacionales de salud y agricultura, financiados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), han provocado cientos de despidos en universidades a nivel nacional, destacándose el caso de Johns Hopkins University en Baltimore.
Por otro lado, las instituciones con altos recursos se muestran cautelosas ante las propuestas de los republicanos en el Congreso para aumentar el impuesto sobre los ingresos de sus fondos fiduciarios. Actualmente, este gravamen se sitúa en un 1,4%, pero el vicepresidente JD Vance, quien se benefició de una generosa beca para asistir a la Facultad de Derecho de Yale, ha sugerido elevarlo hasta un 35%, según informó The New York Times, lo que podría entorpecer sus esfuerzos por ofrecer ayuda financiera.
Agencia Reuters y The New York Times
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