El Senado discutirá los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla el 3 de abril y le da tiempo al Gobierno para negociar
La vicepresidenta Victoria Villarruel no concedió la sesión que Unión por la Patria había pedido para este jueves para rechazar los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, designados como jueces de la Corte Suprema por decreto por Javier Milei pero convocó para dentro de 15 días: el 3 de abril. Le da tiempo al Gobierno para negociar.
El temario de la sesión contempla solo ese tema. Aún no convocó a la sesión pedida por La Libertad Avanza para votar Ficha Limpia y la emergencia de Bahía Blanca.
En acuerdo con los bloques aliados del oficialismo, Villarruel consensuó esta fecha para darle tiempo al Ejecutivo para que mueva fichas para evitar un fracaso en el recinto o, como le están sugiriendo los radicales, retire los pliegos de esos dos mandatarios.
Es algo que el Gobierno todavía no hizo, así como tampoco envío los 150 pliegos prometidos de fiscales, defensores y jueces para llenar vacantes en todo el país, a pesar de que los anunciaron en repetidas ocasiones.
El kirchnerismo analizó auto convocarse pero no lo hicieron. Por un lado, no tenían garantizado el quórum. Justifican que esta semana hay legisladores afuera y que el lunes que viene es feriado.
En una hipotética sesión, si no hay fugas, UP aporta 34 presentes. Además cuentan a Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri, quienes ya firmaron dictamen de rechazo por Mansilla. Pero, reconocían, que no es lo mismo una sesión oficialmente convocada que un intento “de prepo”. En el PRO incluso señalan que “por ahora” el 3 de abril darían quórum.
“La importancia institucional y el conflicto de poderes que se puede desatar si las cosas las hacemos de cualquier manera ameritan una sesión convocada con temario fijo y mínimas reglas de juego acordadas”, había planteado en la previa Luis Juez, quien siempre dejó en claro su oposición a Lijo.
Lo cierto es que si no hay una negociación y la sesión se abre el rechazo es inevitable porque el radicalismo, en su mayoría, también va por la negativa. El hecho de que Milei haya designado a los magistrados por decreto, aunque Lijo finalmente no asumió, reforzó el rechazo en los dudosos. Por eso el oficialismo y aliados se pusieron de acuerdo para postergar.
Villarruel no convocó la sesión que pidieron los libertarios. Como contó Clarín la semana pasada -minutos después de que terminó la comisión de Acuerdos en la que se despachó el pliego de Mansilla- cinco libertarios presentaron un pedido de especial para tratar Ficha Limpia y el proyecto de Juliana Di Tullio, de UP, que declara zona de emergencia a Bahía Blanca, un tema que tuvo dictamen de consenso. No fijaron fecha, sino que lo dejaron consignado a la decisión de Villarruel.
El tema ya tiene media sanción de Diputados y si se aprueba se convertiría en ley. Como es un tema electoral requiere una mayoría especial de 37 votos afirmativos para convertirse en ley, algo que hasta ahora no está garantizado y dependerá de los santacruceños que vienen de mostrarle los dientes a Villarruel cuando hicieron caer la sesión preparatoria por falta de quórum.
En la próxima sesión la vicepresidenta tiene pendiente también que se apruebe el cargo de su asesor Emilio Viramonte como nuevo secretario administrativo, lugar que dejó María Laura Izzo tras su renuncia y que no pudo ser reemplazada porque se cayó por falta de quórum la sesión preparatoria de febrero.
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