Israel lanzó una “operación terrestre limitada” en Gaza tras los bombardeos que rompieron la tregua
DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza.- El Ejército israelí anunció el miércoles que lanzó una “operación terrestre limitada” para retomar parte de un corredor clave en Gaza.
El movimiento parecía profundizar la renovada ofensiva israelí en Gaza, que puso fin a un alto al fuego con Hamas que había comenzado en enero. Como parte de la frágil tregua, Israel se había retirado del corredor de Netzarim, que había utilizado como zona militar y que dividía el norte de Gaza del sur.
Un vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmó que en las últimas 24 horas el ejército había lanzado operaciones terrestres selectivas en el centro de la Franja de Gaza y en el sur, con el objetivo de “ampliar la zona de seguridad y crear una zona de amortiguamiento parcial entre la parte norte de la Franja y la parte sur”.
Como parte de la operación, las fuerzas recuperaron el control en el centro del eje Netzarim. Al mismo tiempo, se decidió que las fuerzas de la Brigada Golani estarían posicionadas en el sector sur listas para operar.
Previamente, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, amenazó con intensificar el asalto, y advirtió a los palestinos en Gaza que Israel pronto ordenaría nuevamente evacuaciones de zonas de combate. Dijo que si los rehenes retenidos en el territorio no eran liberados, “Israel actuará con una intensidad que no han visto”.
Hamas afirmó este miércoles que sigue abierto a las negociaciones, pero exigió que se respete el acuerdo de tregua con Israel.
El ejército israelí realizó el miércoles nuevos bombardeos sobre el territorio palestino, donde el balance de la guerra se elevó a 970 muertos en las últimas 48 horas, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamas que no ofreció más detalles sobre las circunstancias de estos fallecimientos.
Al igual que el martes, en el norte de Gaza, hombres, mujeres y niños huyeron en medio de un paisaje arrasado, a pie o hacinados en carretas, un éxodo que ya vivieron durante los meses de guerra.
En tanto, un funcionario internacional de las Naciones Unidas murió y cinco más resultaron heridos en un ataque el miércoles a una casa de huéspedes de la ONU en la Franja de Gaza.
Jorge Moreira da Silva, jefe de la Oficina de Servicios para Proyectos de la ONU, se negó a decir quién llevó a cabo el ataque en la ciudad central de Deir al-Balah, pero afirmó que el artefacto explosivo fue “lanzado o disparado” y que la explosión no fue accidental ni estuvo relacionada con actividades de desminado.
No proporcionó las nacionalidades de los fallecidos y heridos. El organismo de la ONU, conocido como UNOPS, lleva a cabo proyectos de infraestructura y desarrollo en todo el mundo.
El ejército israelí, que ha lanzado una intensa ola de bombardeos aéreos desde el martes por la mañana, negó informes anteriores de que había atacado el complejo de la ONU.
Sin embargo, Moreira da Silva indicó que los ataques habían impactado cerca del complejo el lunes y lo habían golpeado directamente el martes y nuevamente el miércoles, cuando el funcionario murió. Aseguró que la agencia había contactado al ejército israelí después del primer ataque y confirmó que estaba al tanto de la ubicación de la instalación.
“Israel sabía que este era un recinto de la ONU, que había personas viviendo, quedándose y trabajando allí”, afirmó.
No ha habido informes de disparos de cohetes u otros ataques de militantes palestinos desde que Israel desató los bombardeos aéreos durante la noche y hasta el martes, poniendo fin a un alto al fuego que había comenzado en enero. El bombardeo israelí continuó el miércoles, aunque con una menor intensidad.
El martes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había advertido que los bombardeos fueron “solo el comienzo”.
“¿Dónde está la seguridad? ¿A dónde debemos ir? Que lancen una bomba nuclear sobre nosotros y acaben de una vez. Estamos hartos de esta vida”, lloraba Ahlam Abed, una mujer desplazada del campo de Al-Mawasi, en el sur de Gaza.
Taher al Nunu, un alto mando de Hamas, afirmó que el movimiento “no cerró la puerta a las negociaciones”, pero que insiste en que “no hay necesidad de nuevos acuerdos” e instó a que Israel sea obligado a aplicar el acuerdo de tregua existente.
“No necesitamos condiciones previas, pero exigimos [que Israel] se vea obligado a cesar de inmediato [las hostilidades] y dé arranque a la segunda fase de las negociaciones”, previstas por el acuerdo de tregua en vigor desde el 19 de enero, agregó.
Los ataques, realizados en “total coordinación” con Estados Unidos, según dijo Israel, provocaron indignación en los países árabes, Irán y en Europa.
En Israel, miles de manifestantes abuchearon en Jerusalén a Netanyahu, acusándolo de tomar una deriva antidemocrática y de continuar la guerra contra Hamás sin tener consideración por los rehenes en manos del movimiento palestino.
“Esperamos que todo el pueblo de Israel se una al movimiento y continúe hasta que se restablezca la democracia y que se liberen los rehenes”, dijo Zeev Berar, 68 años, que acudió a manifestar desde Tel Aviv.
De las 251 personas secuestradas durante el ataque sin precedentes de Hamas el 7 de octubre de 2023 en territorio israelí, 58 permanecen en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército.
La primera fase de la tregua, que venció el 1° de marzo, supuso la devolución a Israel de 33 rehenes, ocho de ellos muertos, y la liberación de unos 1800 detenidos palestinos. Desde entonces, se estancaron las negociaciones realizadas con la mediación de Qatar, Estados Unidos y Egipto.
Hamas quiere pasar a la segunda fase del acuerdo, que prevé un alto al fuego permanente, la retirada israelí de Gaza, la reapertura de los pasos fronterizos para la ayuda humanitaria y la liberación de los últimos rehenes.
De su lado, Israel quiere que la primera fase se prolongue hasta mediados de abril y, para pasar a la segunda, exige la “desmilitarización” de Gaza y la salida de Hamás, que gobierna el territorio desde 2007.
Como medida de presión, Israel bloqueó la entrada de ayuda humanitaria en el territorio y cortó el suministro eléctrico, sin descartar una reanudación de la guerra si Hamás no cede.
El ataque del 7 de octubre lanzado por Hamas dejó 1.218 muertos en el lado israelí, en su mayoría civiles, según un recuento basado en datos oficiales.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva en Gaza que, antes de esta nueva ola de bombardeos, dejó al menos a 48.572 muertos, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud de Gaza administrado por Hamas, considerados fiables por la ONU.
Agencias AFP y AP
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