La larga convalecencia del Papa alimenta la expectativa sobre su regreso al Vaticano y llena las redes de insólitos rumores


El infectólogo Francesco Andreoni, una autoridad en enfermedades infecciosas, dijo este miércoles que el cuadro del estado del Papa Francisco “es complejo y la convalecencia indispensable, aunque lo expone a complicaciones”, cuando ya se cumplen 33 días desde su internación, en febrero por una neumonía en el hospital Gemelli, de Roma.

Andreoni señala que “la complejidad del cuadro clínico ve hoy un proceso de curación lento”.

“Falta más tiempo antes de recibir noticias verdaderamente positivas. La convalecencia será todavía larga, con un restablecimiento lento y gradual de sus actividades”.

El profesor Andreoni señaló la importancia de la “reducción progresiva del soporte de oxígeno”. Los médicos que lo curan han reducido la utilización de la mascara boca-nariz, la ventilación mecánica no invasiva, que utilizaba el pontífice para descansar, con un aporte masivo de oxígeno.

El objetivo es reducir la dependencia a la oxigenación del paciente, que llegó con una crisis riesgosa el 14 de febrero al Gemelli de “hambre de aire”.

La ventilación con oxígeno ahora está centrada en las cánulas en las fosas nasales que también están siendo reguladas para facilitar el regreso a la respiración natural.

También la infección, que causó la mayor alarma cuando fue internado en febrero y se descubrió una neumonía bilateral, poniendo a riesgo la vida de Francisco, esta paulatinamente mejorando.

Los médicos coinciden en que el Papa esta mejor pero que su recuperación es lenta y estable por lo que no se puede dar una fecha de dimisión del hospital.

El Papa practica fisioterapias de respiración y motoras, acompañadas de actividades cotidianas de trabajo con sus secretarios y quienes van a visitarlo para someterle asuntos del gobierno de la Iglesia.

El secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, lo visitó el martes y desmintió dos veces que el Pablo le hubiera hablado de su dimisión. “Lo vi mejor que una semana antes”, explicó. “No hemos hablado nunca de renuncias a su papel de sucesor de San Pedro”.

Los sitios utilizados por muchos millones de usuarios, están llenos de anuncios sensacionalistas, naturalmente falsos, sobre la muerte del pontífice, el nombramiento de su sucesor y una avalancha de ataques de grupos conservadores contra Francisco. También, de especulaciones sobre su sucesor, que -según algunos- ya estaría en funciones.

Y ni hablar del cónclave con biografías de los cardenales que participarán en él junto con hipótesis y falsos anuncios sensacionalistas sobre la enfermedad del Papa.

No hay dudas que este asedio mediático fastidia y por eso las pocas desmentidas son tajantes. Pero continúan, hasta mostrando en algunos casos falsos papas enfermos o muertos.

Hasta ahora esa guerra está contenida porque predomina netamente la información real, pero cabe esperar que cuando regrese el Papa al Vaticano la montaña de noticias falsas se reanude.

Repentinamente una eventual fecha tope aparece en el horizonte. El 8 de abril, día previsto para la visita del rey Carlos III de Gran Bretaña, acompañado por la reina Camila, un encuentro preparada antes de la internación de Francisco.

Una fuente de Buckingham Palace declaró en una nota que la familia real británica “confía y reza para que la salud de Papa Francisco consienta la realización de la visita”.

El viaje está previsto del 7 al 10 y comprenderá visitas a Roma y Ravenna además de la Santa Sede.

El martes 8 de abril, si la salud del Papa lo permite, Carlos III y Camilla visitarán la Santa Sede “para unirse a Francisco en la celebración del Año Jubilar de 2025″.

El rey encontró al Papa argentino cuando era aún príncipe de Gales. Está previsto que sea el primer monarca británico que visitará la Basílica papal de San Pablo Extramuros. Carlos III hablará también ante el Parlamento italiano.

Faltan 19 días para el encuentro del Papa con el rey británico. Si todo va bien es probable que uno de los días que restan de marzo marque el regreso del Papa a la Santa Sede. En caso contrario, el monarca deberá visitarlo en el hospital Gemelli.

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