La Selección Argentina, el equipo del pueblo: jugó un amistoso solidario por Bahía Blanca y armó una fiesta con la multitud que llenó el Ducó
En medio de la tristeza por el temporal que azotó a Bahía Blanca y que conmovió a todo el país, la Selección Argentina permitió sacarle una sonrisa a los más de 48 mil hinchas que coparon el Palacio Tomás Adolfo Ducó. Horas después de la trabajada y muy festejada victoria ante Uruguay en el Centenario, el equipo de Lionel Scaloni, lógicamente con mayoría de suplentes, la ganó 2-0 un mini amistoso (dos tiempos de 20 minutos) a la Sub 20 dirigida por Diego Placente con goles de Ángel Correa y Nico Paz, aunque el resultado quedará tan sólo como una anécdota.
Emiliano Martínez y Julián Álvarez, como es habitual, fueron los destinatarios de la gran mayoría de las banderas que se vieron en las tribunas de la cancha de Huracán. “Dibu, atajo mañana. ¿Me regalás tus guantes”, se animó a escribirle un niño. También Cuti Romero y Rodrigo De Paul fueron aclamados. Sin embargo, lo que destacó en este caso fueron los mensajes para la ciudad devastada por las inundaciones que dejaron, según cifras oficiales, 16 muertos. “Fuerza, Bahía”, se pudo leer en diferentes sectores del estadio. Los hinchas argentinos hicieron un 2×1. Por un lado, se dieron el lujo de ver a los campeones del mundo a precios accesibles -$30.000 las plateas y $20.000 las populares-. Y, además, pudieron colaborar con los bahienses.
Aunque el único titular de los que tuvieron un rol preponderante en Qatar 2022 fue Rodrigo De Paul, quien se perfila para ser titular el martes ante Brasil luego de mirar desde el banco todo el partido ante Uruguay, el público pudo ovacionar a Julián, también a Lionel Scaloni al escucharse su nombre por la voz del estadio y explotó cuando Dibu bailó ante el pedido de la gente y levantó sus brazos para reconocer el cariño. La camiseta que más se vio en las gradas fue la de Lionel Messi; segunda, la de Diego Armando Maradona; y en el podio aparece el arquero de la Scaloneta, señal de una era.
Previo al comienzo del encuentro, que se resolvió en dos tiempos de 20 minutos, hubo una larga entrada en calor en la que se mezclaron los jugadores de la Sub 20 con los de la Mayor. Con una leve llovizna intermitente y cumbia sonando por los parlantes. A los juveniles los recibieron, como no podía ser de otra manera, con el popular “Vamo’, vamo’, los pibes… vamo’, vamo’, los pibes”. Entre ellos, uno sorpresivamente destacó en el aplausómetro. Como si se tratara de la previa de un partido de River por el torneo local o la Copa Libertadores, el griterío fue generalizado con Franco Mastantuono, juvenil de 17 años con destino de crack.
¿Hubo algún reprobado? Si, Claudio Tapia, cuando llegó el micro de la Selección y apareció en la pantalla gigante el rostro del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino. Es claro: aunque Argentina es campeón del mundo, los hinchas no creen que es gracias a Chiqui, sino a pesar de él.
Luego de que sonara “Live is Life”, canción maradoneana por excelencia, y de que el ex combatiente de Malvinas Fabio Santana cantara con mucha emoción el himno, comenzó el juego. Lógicamente, se jugó con el freno de mano puesto. Salvo una infracción de Santiago Hidalgo contra De Paul que derivó en una mirada desafiante del jugador de Atlético de Madrid para con el de Independiente, no hubo fricción. Así lo vivió también el público: no hubo clima de cancha y los goles casi que ni se gritaron.
Hidalgo lo bajó a De Paul y al Motorcito no le gustó nada#JuntosPorBahíaBlanca pic.twitter.com/BpmxwxNhtv
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) March 22, 2025
La Scaloneta manejó la pelota con Máximo Perrone, acompañante de De Paul en la mitad de la cancha y quien dejó buenas sensaciones por su movilidad y juego a un toque para abastecer a Ángel Correa, Nico Paz y Benjamín Domínguez, el tridente que funcionó como nexo entre los mediocampistas centrales y Santiago Castro, el ‘9’. Y no sufrió más que algún contragolpe aislado que resolvió bien la línea defensiva (Balerdi-Pezzella-Medina-González) y que permitió al arquero Walter Benítez tener una tarde placentera.
Son pocas las conclusiones que se pueden sacar de un partido de este tipo y una de ellas gira en torno a De Paul. El Motorcito sufrió un golpe ante Getafe el pasado 9 de marzo y no quiso perderse dos encuentros decisivos para el Colchonero ante Real Madrid y Barcelona, por lo que llegó tocado a la Selección. Sin embargo, el amistoso de este sábado demuestra que está recuperado. “Es una decisión del cuerpo técnico, pero estoy a disposición. Son los partidos más lindos, así que ojalá el martes pueda estar ahí”, confirmó el Rodri.
En el final, justamente, los hinchas cantaron por el duelo ante Brasil. “Ponga huevo, huevo Argentina… ponga huevo, huevo mucho más… este martes cueste lo que cueste… este martes tenemos que ganar”, se escuchó en Parque Patricios. Se viene el clásico y De Paul no se lo quiere perder.
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