quiénes lo cuidan y quién maneja las riendas del Vaticano
El Papa ha comenzado esta nueva etapa de su papado tras 38 días de internación en el Policlínico Gemelli tras dormir bien la primera noche de regreso en su cama del departamento de dos ambientes en la Casa de Santa Marta, en el Vaticano, donde se aloja desde que fue elegido en marzo de 2013.
Los médicos le dieron el alta con el acuerdo de que Francisco hablará, caminará y se trasladará lo menos posible en los dos meses de convalecencia, en los que el gran peligro es que se le declare una nueva infección pulmonar.
Por esta razón Jorge Bergoglio aceptó también evitar encontrarse grupos numerosos de fieles, sobre todo los acompañados por niños, que son transmisores de virus. Antes que nada los médicos le han indicado que continúen acentuadas las fisioterapias para ir recuperando la voz que ha sido muy afectada por la abundante cantidad de oxigeno que recibió tras dos crisis que pusieron en peligro su vida.
También practica una fisioterapia para normalizar sus músculos.
La Casa de Santa Marta, el pensionado vaticano, ha sido organizada par albergar toda la maquinaria necesaria en una emergencia y otros dispositivos médicos..
El propósito es que funcione una “convalecencia protegida”
Los argentinos que cuidan al Papa
Uno de los secretarios argentinos del pontífice, Juan Cruz Villalón, ordenado sacerdote en 2021 en Buenos Aires, habita en el el mismo piso del departamento 201 del Papa en Santa Marta. También el secretario italiano, monseñor Fabio Salerno está en el mismo piso. Ambos cuidan estrechamente la tranquilidad del pontífice. El otro secretario es el argentino Daniel Pellizon.

Una figura central en el entourage del pontífice es la del enfermero Massimiliano Strapetti, de 54 años, que el Papa nombró como sanitario pontificio después de que Strapetti le sugirió “hágase operar” en 2021, cuando enfermó de divertículos. Francisco afirmó que su intervención “me salvó la vida”.
Al parecer fue el enfermero Strapetti, un hombre amable y reservado, el que aconsejó con insistencia al Papa de que aceptara ser internado el 14 de febrero en el hospital Gemelli.
Strapetti, elogiado mucho por los médicos, es posiblemente la persona hoy más cercana al pontífice. El domingo, al despedirse en el Gemelli, se lo vió colocando un micrófono que sostuvo junto a la boca del Papa mientras Francisco saludaba a la multitud.

El principal médico curante del Papa en el Vaticano es el doctor Luigi Carbone, subdirector sanitario en la Santa Sede. Actúa en total sintonía con Strapetti, quien a su vez cuenta con un brazo derecho, Andrea Rinaldi.
Quién maneja las riendas de la Iglesia mientras el Papa se recupera
El Papa ha confiado el papel de “Secretaría Papal” a la Secretaría de Estado, guiada por el cardenal Pietro Parolin, para la gestión de los asuntos corrientes
Parolin y su segundo el arzobispo venezolano Peña Parra, mantendrán las riendas de la organización de toda la Curia Romana .
Por otro lado están otros altos prelados, amigos personales del Papa. Como el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe.
No se sabe si el Papa ya lo consultó cuando estaba en el Gemelli, pero se habla de eventuales visitas del cardenal Gianfranco Ghirlanda, consultor jurídico principal de Jorge Bergoglio. “Si habrá reformas, Francisco lo llamará”, afirma el diario “Il Messaggero” de Roma.

El mismo diario, siempre bien informado en las cuestiones vaticanas, señaló que como el Papa necesita tiempo para recuperarse. “Francisco podría recurrir a una especie de correa de trasmisión para trasmitir órdenes y medidas”, escribe.
Para participar en el ejercicio de la correa de trasmisión, además del cardenal argentino Fernandez el Papa pondría al cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo (un personaje muy importante) y al prefecto del dicasterio vaticano para los obispos, cardenal Robert Francis Prevost.
El Papa cree que en esta especial etapa de su restablecimiento es necesario dar una nueva misión al Consejo de Cardenales, el llamado C9, que actualmente languidece, además con la falta de tres purpurados que cumplieron 80 años de edad y se han retirado.
Además, cuando estaba en el Gemelli, el Papa decidió reabrir el proceso sinodal con un cronograma de reuniones y encuentros amplios hasta 2028. Se trata de la decisión más importante tomada por el Papa en los últimos tiempos porque en el futuro la cuestión del Sínodo puede convertirse otra vez en un factor de discrepancias dentro de la Iglesia.
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