Ya la elige el 65% de los clientes que pagan con tarjeta de crédito o débito

Se volvió cada vez más normal no tener efectivo en la billetera. Por eso, desde noviembre del año pasado empezó a regir el decreto 731/2024, que obliga a los restaurantes, estaciones de servicio, hoteles y otros comercios afines a ofrecer la opción de pagar la propina de manera digital. Desde entonces, se convirtió en la alternativa más elegida entre quienes pagan con plástico: el 65% de los clientes deja un extra para reconocer el servicio de los empleados mediante la tarjeta de crédito o débito.

Los números lo dio a conocer Fiserv, a través de la recolección de datos obtenidos de transacciones de su red de comercios con PosNet y Clover durante los meses de diciembre, enero y febrero. Entre aquellos consumidores que dejaron propina con la tarjeta, el 60% lo hizo a través de la tarjeta de crédito y un 40% con la de débito.

La compra que se hace en el establecimiento se acredita en su respectivo tiempo, en un día hábil en el caso del débito y de ocho días para el crédito (aunque el comercio puede elegir adelantar el cobro con una tasa de financiación). Sin embargo, la propina se acredita en todos los casos a las 24 horas hábiles, en la cuenta en la que el local haya indicado bajo el concepto “propina”, sin descuentos ni retenciones.

Los bares, restaurantes, estaciones de servicio y hoteles tienen la obligación de ofrecer la opción de pagar la propina de forma digital Rodrigo Nespolo

“El nuevo plazo de pago es un paso fundamental que acompaña a este decreto y que favorece a quienes reciben propinas, para poder hacer uso de ese dinero con mayor facilidad. Si consideramos todas las regulaciones que se fueron dando en este marco durante 2024, como acercar el dispositivo de cobro al cliente, permitir la opción de cobrar en dólares o en pesos, e incluir la propina con tarjeta y que se acredite con un día hábil de demora, vemos que el flujo se agiliza y se reducen las fricciones en la experiencia para el usuario, el comercio y sus trabajadores”, indicó Juan Ignacio de la Torre, SVP & General Manager de Fiserv en Latinoamérica Sur.

Además, quienes pagan con tarjeta de crédito también dejan más propina: el promedio fue del 12% del total de la cuenta, equivalente a unos $10.200. En cambio, aquellos consumidores que abonaron con la de débito reconocieron el servicio con un extra del 10% sobre la cuenta, unos $6000.

Para digitalizar la economía, desde noviembre pasado el Gobierno estableció la obligatoriedad de implementar la propina electrónica en restaurantes, bares, hoteles, estaciones de servicios, servicios de entrega y otros lugares donde dejar un pago extra a quienes prestaron un servicio sea costumbre. A través de la terminal de pago, los clientes pueden elegir a voluntad cuánto dejar, y el dinero va directamente a la cuenta del trabajador o a una cuenta común compartida entre los empleados.

La propina seguirá siendo voluntaria, de ninguna manera será obligatoria. En definitiva, el único cambio es que podrá sumarse al ticket. Tampoco será parte del salario, por lo que no generará ninguna contingencia laboral a los empresarios del sector”, había dicho en su momento Federico Sturzenegger, el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado.

La propina está exenta del pago de impuestos (Freepik/Archivo)Freepik/Archivo

Antes de la normativa, muchos comercios no permitían este mecanismo porque la Ley de Contratos de Trabajo indica que la propina, si es habitual, debe ser considerada parte del salario. En efectivo, no queda registro de esto, y no tiene un posterior impacto en las indemnizaciones. Sin embargo, el DNU del Gobierno aclaró que cuando el trabajador tuviese oportunidad de obtener beneficios o ganancias en concepto de propinas o recompensas “no serán considerados parte de la remuneración”. También quedó exenta del pago de impuestos.

“La implementación de esta medida ha sido gradual, y su adopción puede variar según el establecimiento y la región. Algunos comercios han incorporado rápidamente la opción de propina electrónica, mientras que otros aún están en proceso de adaptación”, señalaron desde Fiserv.

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