Descubren grandes moléculas orgánicas en Marte


Científicos que analizan roca pulverizada a bordo del rover Curiosity de la NASA descubrieron los compuestos orgánicos más grandes del planeta rojo hasta la fecha.

El hallazgo, publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences), sugiere que la química prebiótica podría haber avanzado más en Marte de lo observado previamente.

Los científicos analizaron una muestra de roca existente dentro del minilaboratorio Sample Analysis at Mars (SAM) del Curiosity y encontraron las moléculas decano, undecano y dodecano. Se cree que estos compuestos, compuestos por 10, 11 y 12 carbonos, respectivamente, son fragmentos de ácidos grasos preservados en la muestra. Los ácidos grasos se encuentran entre las moléculas orgánicas que, en la Tierra, constituyen los componentes químicos básicos de la vida.

Los seres vivos producen ácidos grasos para ayudar a formar las membranas celulares y realizar otras funciones. Sin embargo, los ácidos grasos también pueden producirse sin vida, mediante reacciones químicas desencadenadas por diversos procesos geológicos, como la interacción del agua con minerales en las fuentes hidrotermales.

Si bien no hay forma de confirmar el origen de las moléculas identificadas, su simple hallazgo resulta emocionante para el equipo científico de Curiosity por un par de razones, informa la NASA en un comunicado.

Los científicos de Curiosity ya habían descubierto moléculas orgánicas pequeñas y simples en Marte, pero el hallazgo de estos compuestos más grandes proporciona la primera evidencia de que la química orgánica avanzó hacia la complejidad requerida para el origen de la vida en Marte.

El nuevo estudio también aumenta las probabilidades de que las grandes moléculas orgánicas que solo se pueden formar en presencia de vida, conocidas como “biofirmas”, se conserven en Marte, disipando la preocupación de que estos compuestos se destruyan tras decenas de millones de años de exposición a intensa radiación y oxidación.

Este hallazgo es un buen augurio para los planes de traer muestras de Marte a la Tierra para analizarlas con los instrumentos más sofisticados disponibles, afirman los científicos.

“Nuestro estudio demuestra que, incluso hoy, al analizar muestras de Marte, podríamos detectar rastros químicos de vida pasada, si es que alguna vez existió en Marte”, afirmó Caroline Freissinet, autora principal del estudio e investigadora del Centro Nacional Francés de Investigación Científica (CNRS) en el Laboratorio de Atmósferas, Observaciones y Espacio en Guyancourt, Francia.

En 2015, Freissinet codirigió un equipo que, por primera vez, identificó de forma concluyente moléculas orgánicas marcianas en la misma muestra utilizada para el estudio actual. Apodada ‘Cumberland’, la muestra fue analizada en numerosas ocasiones con SAM utilizando diferentes técnicas.

Curiosity perforó la muestra de Cumberland en mayo de 2013 desde una zona del cráter Gale de Marte llamada “Bahía Yellowknife”. Los científicos quedaron tan intrigados por la Bahía Yellowknife, que parecía el lecho de un antiguo lago, que enviaron el rover allí antes de dirigirse en dirección opuesta a su destino principal, el Monte Sharp, que se alza sobre el fondo del cráter.

El desvío valió la pena: Cumberland resultó estar repleto de fascinantes pistas químicas sobre el pasado de 3.700 millones de años del cráter Gale, destaca la NASA. Los científicos ya habían descubierto que la muestra es rica en minerales arcillosos, que se forman en el agua. Contiene abundante azufre, que puede ayudar a preservar las moléculas orgánicas. Cumberland también contiene gran cantidad de nitratos, esenciales para la salud de plantas y animales en la Tierra, y metano, un tipo de carbono asociado a procesos biológicos en la Tierra.

Europa Press

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