WASHINGTON.- El presidente Donald Trump afirmó este martes que hay “amor mutuo” pero también “conflicto natural” entre Estados Unidos y Canadá, durante una visita del primer ministro Mark Carney a la Casa Blanca y en medio de una inédita fractura entre los dos países.
La segunda visita de Carney a Estados Unidos se produjo en un momento en que una de las alianzas más duraderas y amistosas del mundo se ha visto sacudida por la guerra comercial de Trump y las amenazas de anexión.
A diferencia de otros aliados de Estados Unidos, Canadá todavía no ha logrado sellar un acuerdo para frenar la guerra arancelaria de la Casa Blanca. “Es un conflicto comercial normal, no hay nada de malo en eso. Pienso que hemos hecho muchos avances en los últimos meses”, dijo Trump junto a Carney en el Salón Oval.
El primer ministro canadiense, que fue jefe del Banco Central del Gran Bretaña y entró en la política hace menos de un año, enfrenta críticas en su país, donde hizo campaña apoyado en su extensa experiencia en manejo de crisis.
Según el gobierno canadiense, la “visita de trabajo” de Carney buscó restaurar las relaciones bilaterales y discutir sobre “prioridades comunes en una nueva relación económica y de seguridad entre Canadá y Estados Unidos”.
La guerra comercial lanzada por la administración Trump ha perturbado significativamente las relaciones entre ambos vecinos y afectado a la economía canadiense. Canadá, cuyo principal socio comercial es Estados Unidos, registró una caída de su PBI del 1,5% en el segundo trimestre.
Trump impuso aranceles a ciertos productos canadienses no cubiertos por el T-MEC, el tratado de libre comercio entre ambos países que también incluye a México y que será sometido a revisión el año próximo. Trump declaró al final de la reunión que estaba dispuesto a revisar el acuerdo de libre comercio, que se promulgó durante su primer mandato, o buscar “acuerdos diferentes”.
“Podríamos renegociarlo, y eso sería bueno, o simplemente podemos hacer acuerdos diferentes”, expresó. “Se nos permite hacer acuerdos diferentes”.
Trump mostró aprecio por Carney, algo que no mostró hacia el predecesor de Carney, Justin Trudeau. Describió a Carney como un “líder de clase mundial” y un negociador duro. “Queremos que a Canadá le vaya genial. Pero hay un punto en el que también queremos el mismo negocio”, dijo Trump.
Al ser preguntado por qué Estados Unidos y Canadá no han logrado un acuerdo sobre comercio, Trump respondió que es una situación complicada. “Tenemos conflicto natural”, comentó. “También tenemos amor mutuo”.
Carney se mostró en desacuerdo con la palabra “conflicto”. “Hay áreas donde competimos, y es en esas áreas donde tenemos que llegar a un acuerdo que funcione. Pero hay más áreas donde somos más fuertes juntos, y en eso nos estamos enfocando”, señaló el primer ministro.
Las conversaciones de Trump sobre convertir a Canadá en el estado 51 y sus aranceles han hecho que los canadienses sientan una innegable sensación de traición, una idea que Trump volvió a abordar este martes en una presunta broma durante la conferencia de prensa.
“Este es, en muchos aspectos, lo más importante…”, decía Carney, cuando en medio de la frase Trump lo interrumpió para decir, entre risas: “La fusión de Canadá y Estados Unidos”, y luego le palmeó el hombro. “No iba a decir eso”, dijo Carney, también entre risas.
La ocurrencia de Trump sólo reforzará en los canadienses lo mal que los han tratado. Las relaciones entre los dos países nunca han estado peor. “Hemos tenido altibajos, pero este es el punto más bajo en las relaciones que puedo recordar”, dijo Frank McKenna, exembajador canadiense en Estados Unidos y actual vicepresidente de TD Bank.
“Los canadienses no reciben órdenes. Simplemente están votando con sus pies”, señaló. “Hablo todos los días con ciudadanos comunes que están cambiando sus planes de vacaciones, y hablo con grandes empresarios que están cambiando sus viajes de negocios. Hay una rebelión abierta”.
Hay temor en Canadá sobre lo que sucederá con el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá. Carney busca obtener algún alivio en algunos aranceles específicos por sector, pero las expectativas son bajas.
Carney sostiene que el acuerdo es una ventaja para Canadá en un momento en que está claro que Estados Unidos está cobrando por el acceso a su mercado. También ha dicho que el compromiso de Estados Unidos con el núcleo del acuerdo significa que más del 85% del comercio entre Canadá y Estados Unidos sigue libre de aranceles. En ese sentido, dijo que la tasa promedio de aranceles de Estados Unidos sobre los productos canadienses es del 5,6% y sigue siendo la más baja entre todos sus socios comerciales.
Pero Trump ha aplicado algunos aranceles por sector sobre Canadá, conocidos como aranceles de la Sección 232, que están teniendo un impacto. Hay aranceles del 50% sobre las importaciones de acero y aluminio, por ejemplo.
McKenna sostuvo que está escuchando que Canadá podría obtener algún alivio en acero y aluminio. “Podría ser del 50% al 25% o acordar cuotas libres de aranceles para permitir que el acero y el aluminio pasen a los niveles del año pasado”, comentó.
Los lazos entre los dos países no tienen igual. Aproximadamente 2500 millones de dólares en bienes y servicios cruzan la frontera cada día. Canadá es el principal destino de exportación para 36 estados de Estados Unidos. Hay una estrecha cooperación en defensa, seguridad fronteriza y aplicación de la ley, y una vasta superposición en cultura, tradiciones y pasatiempos.
Aproximadamente el 60% de las importaciones de petróleo crudo de Estados Unidos provienen de Canadá, y el 85% de las importaciones de electricidad de Estados Unidos son de Canadá.
Canadá también es el mayor proveedor extranjero de acero, aluminio y uranio para Estados Unidos y cuenta con 34 minerales y metales críticos que el Pentágono está ansioso por obtener e invertir en ellos por razones de seguridad nacional.
Agencias AP y AFP
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