Vencen $10,5 billones de obligaciones del Tesoro y se reduce el margen para resignar refinanciaciones
El Gobierno comienza a transitar esta semana un período de 40 días en el que buscará renovar buena parte de los $37,2 billones de la deuda contraída en pesos que están próximos a vencer, en un momento en que la caja pública (conformada gracias a los ahorros obtenidos dado el superávit fiscal) no está tan holgada como lo estaba meses atrás.
A favor tiene que las tasas en la curva de pesos se comprimieron notablemente tras el resultado electoral, mientras la revisión del sistema de encajes, vigente desde hoy, parece haber confirmado que se terminó la volatilidad de las tasas de muy corto plazo.
“La tasa de caución parece normalizada y terminó operando por debajo del 20% al final de la rueda, con el Banco Central volviendo a simultáneas en 25% para ponerle piso”, explicó Nicolás Cappella, de IEB+.
Para los analistas, ese menor margen de maniobra obliga a mejorar notablemente los porcentajes de refinanciación de cada compromiso, tras haber logrado tasas de roll over del 45 y 57% en las últimas dos licitaciones, que -vale recordarlo- llegaron cuando estaba en su pico el apretón monetario con que se intentó quitarle algo de presión al dólar en la previa de las elecciones. Pero están dadas las condiciones de mercado para que lo haga.
El desafío quedó ahora a cargo de Alejandro Lew, formalmente anunciado como reemplazante de Pablo Quirno al frente de la Secretaría de Finanzas. Se trata de un economista que tuvo un breve paso en esta gestión por el Banco Central (BCRA) y que estuvo a cargo del manejo de las finanzas de YPF durante la gestión de Alberto Fernández. También acredita un paso importante por la banca de inversión JP Morgan, condición que parece “pesar” para formar parte del equipo económico.
Pero, además, tiene experiencia en bancos (pasó por el Itaú y por el HSBC), algo que para algunos puede haber pesado en el menú de instrumentos que, según se difundió, habrá en la licitación a desarrollarse el miércoles. En especial, porque reaparecieron dos bonos a mediano plazo (a 294 y 567 días) a tasa TAMAR (variable), una opción que para ese horizonte puede ser mucho más interesante para que los bancos “se cubran del riesgo tasa, evitando la tasa fija fuera de los plazos cortos, algo que sería muy lógico tomando en cuenta la volatilidad de los últimos meses”, explicó el economista Federico Machado, de EconomíaOpen a LA NACION.
El llamado al mercado para la primera licitación del mes incluye ocho títulos en pesos (tres a tasa fija, dos con capital ajustable por CER, dos a tasa TAMAR y uno con ajuste por la variación del dólar); son con vencimientos a plazos que parten de los 109 días y que se extienden por hasta un año y medio. “Eso muestra que, tras el acortamiento de plazos a que obligó el clima preelectoral, la idea es ir normalizando ese pasivo yendo a plazos más largos, algo para lo que ofrecen distintas variantes”, interpretó el economista Leonando Chialva, de Delphos Investment, al analizar la convocatoria.
Es que, por fuera de la Letras Capitalizables por vencer a fines de febrero y de marzo, el bono CER con este mismo último horizonte y la Letras Dollar-Linked por caducar a fines de abril, el resto de los papeles (la otra mitad de lo ofrecido) va de más de 9 meses a un año y medio, como ya se señaló. Son plazos que apuntan a “consolidar una normalización del mercado de pesos”.
“El llamado lo que muestra es que la expectativa oficial es mejorar el porcentaje de roll over mientras, a la vez, avanzan en el alargamiento de plazos, algo que ya comenzaron a buscar en la licitación de fin de octubre”, señaló Machado, para quien la presión que el Gobierno enfrenta es cierta, en un contexto de encajes que siguen muy altos, pero mucho menor que la que sorteó en los meses previos, por como se había “enrarecido el clima en el mercado”.
“Si bien es cierto que sus depósitos en el BCRA bajaron y están en torno a los $6,5 billones -según los últimos datos- también es cierto que tienen el doble de liquidez en el Banco Nación, un colchón al que no creo que quieran recurrir -para no quitarle palanca financiera-, pero podrían hacerlo si una urgencia lo amerita”, concluyó.
En adelante, el calendario de vencimientos sigue siendo desafiante.
Según la consultora Equilibra, los pagos por deuda en manos de privados que están programados escalan hasta $14,1 billones el 26 de noviembre y $12,6 billones el 11 de diciembre. Claro que, cuando se presente este último compromiso, habrá vencido el último aumento temporal de 5 puntos que el BCRA les aplicó a los encajes bancarios, lo que liberará liquidez al mercado.
Para Chialva, todo esto, y principalmente el escenario de mayor tranquilidad que emergió tras el triunfo electoral del Gobierno el 26 de octubre, hace que este monto de vencimientos sea “muy manejable”.


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